Semiótica en el Diseño: La Comunicación a Través de los Objetos

Semiótica/Funciones del Signo

La semiótica, según la RAE, es el estudio de los signos en la vida social. Surge la duda: ¿se llama semiótica o semiología? El término semiótica fue introducido por Charles Sander Pierce a principios del siglo XX en la escuela americana, mientras que semiología fue el término más empleado por los europeos e introducido por F. Saussure. En 1969, el comité internacional de semiótica en París decidió adoptar el término semiótica, pero hoy en día ambos se utilizan indistintamente.

Esta ciencia, relacionada con la lingüística, nos proporciona nociones para comprender mejor la semiótica y aplicarla al diseño. La función del signo es comunicar ideas a través de mensajes. Esto requiere un emisor, un mensaje, un código para enviar el mensaje, un receptor y un medio de comunicación.

Funciones del Signo

Existen diferentes funciones del signo, entre las que se encuentran:

  1. Función referencial: La base de la comunicación. Define la relación entre el mensaje y el objeto al que se refiere. Por ejemplo, al gato se le asocia la palabra»gat».
  2. Función emocional: Define la relación entre el mensaje y el emisor, la actitud del emisor con respecto al objeto. No se refiere a la manifestación de emociones espontáneas.
  3. Función connotativa: Marca las relaciones entre el mensaje y el receptor. Puede dirigirse a la inteligencia, como los códigos de señalización, o a la afectividad.
  4. Función estética o poética: Es la relación del mensaje consigo mismo. En las artes, el referente es el mensaje, que deja de ser el instrumento de la comunicación para convertirse en su objeto. Ese objeto, más allá de signos inmediatos, es portador de su propia significación. Tiene su propia semiología, estilización, simbolización, etc.
  5. Función fática: Es una función de aproximación, de contacto. Tiene por objeto afirmar, mantener o detener la comunicación. El contenido de la comunicación tiene menos importancia que la misma.
  6. Función metalingüística: Tiene por objeto definir el sentido de los signos que corren el riesgo de no ser entendidos por el receptor. Desempeña un papel considerable en todas las artes. En referencia al título de una obra, remite mucho más al código adaptado que al contenido del mensaje (una pala de carbón en la entrada de un museo o exposición adquiere una significación estética y el referente del mensaje es el propio código). El arte no tiene como función hacernos comprender las sensaciones percibidas, sino hacernos experimentar frente a una imitación de la realidad.

Diseño y Semiótica

Este apartado, extraído del libro de Bernard Burdek, expone que el diseño es una disciplina que no solo produce objetos, sino que también tiene una función comunicativa. A lo largo de la historia no se ha prestado atención a esta función, ya que el diseño estaba centrado en funciones prácticas de servicio, ergonomía, economía, etc. Sin embargo, en otros campos, como la arquitectura, la comunicación se ha considerado desde el inicio de las aspiraciones creativas.

Las formas de los objetos emiten señales que influyen en la percepción y el comportamiento (la botella de champán suscita por sí misma una celebración o escena simbólica sin que se dé un marco u ocasión festiva). A principios del siglo XX surgieron ejemplos de muebles con función comunicativa. El diseñador E. Gallé, que fabricaba mobiliario con cierto espíritu y lenguaje propio, intentó transmitir a sus muebles el alma de las plantas, entendiéndolos como gráciles estanterías, hojas marchitándose o finas maderas, en contraposición a la rigidez y frialdad del mobiliario industrial de la época.

Si llevamos esta comunicación a un objeto de uso común, como una silla, no solo debemos considerar las exigencias para sentarse (ergonomía, confort, etc.) o las exigencias para su fabricación, sino también el tipo de asiento del que se trate (silla doméstica, silla escolar, para un sitio público, etc.). En el caso de una silla de trabajo, debe satisfacer las necesidades del trabajador, pero también la posición jerárquica del trabajador en la empresa.

No solo las sillas tienen aspectos comunicativos simbólicos, también los automóviles, que representan el lujo, el poder, etc.; las prendas de vestir, que representan el estatus social o el poder adquisitivo, etc. Por lo tanto, como diseñador se debe entender este lenguaje y se debe tener la capacidad de crear objetos que lo transmitan. La tarea del diseñador es traducir las distintas funciones de un producto en signos, de manera que puedan ser comprensibles por el usuario potencial. Para esto, es necesario familiarizarse con el repertorio de signos del usuario correspondiente, los símbolos sociales y culturales utilizados. Este aspecto es crucial para el estudio de las funciones simbólicas del producto, que no se refieren a experiencias visuales inmediatas. Se establece así una de las relaciones fundamentales en el diseño industrial: la relación objeto-usuario.

Ejemplo de Simbología

A lo largo de la historia del diseño, edificios, interiores y objetos han sido decorados con símbolos para transmitir significados y valores o para impartir carácter. Muchos diseñadores asociados al movimiento Arts and Crafts, como Charles Voysey o Charles Mackintosh, han producido diseños destinados tanto a la mente como a la satisfacción de las necesidades puntuales, intentando impregnar su obra de significados espirituales mediante el uso de motivos como corazones perforados, círculos, cuadrados, etc.; elementos que simbolizan el amor, el cuerpo, el espíritu, etc.

En el posmodernismo, el libro Mitologías de Roland Barthes tuvo gran influencia en el movimiento ‘antidiseño’ y dio paso a la diseminación de sus teorías de la semiología. Se pensaba que si los edificios y los objetos estaban llenos de símbolos, sus espectadores y usuarios podían relacionarlos psicológicamente. En los años 60, los primeros defensores del posmodernismo argumentaban que la estética del movimiento moderno, basada en la abstracción puramente geométrica, era alienante, puesto que su falta de signos y símbolos (ornamento) negaba un método fundamental de comunicación cultural. Los posmodernistas como Charles Jencks instaban al retorno del simbolismo, tanto en arquitectura como en diseño, por lo que durante los años 80 la semiótica ganó abundante terreno a través de este movimiento. Actualmente, muchos diseñadores consideran que la comunicación visual es un aspecto importante del diseño e intentan empapar su obra de significado o carácter mediante la aplicación de la teoría de la semiótica.