Responsabilidad Profesional del Psicólogo: Aspectos Éticos, Civiles y Penales

Compromiso con la Profesión y la Comunidad

El psicólogo debe reconocer a la comunidad como destinataria legítima de sus servicios profesionales y promover el desarrollo científico y profesional de la psicología. No hará ninguna discriminación. No aplicará o indicará técnicas psicológicas que no estén avaladas en ámbitos científicos, académicos o profesionales reconocidos. Los psicólogos tienen la obligación de estar alerta para detectar tempranamente si sus problemas personales afectan su desempeño y de denunciar:

  • El ejercicio ilegal de la profesión.
  • La práctica profesional de los psicólogos que no se efectúe en el plano y nivel científico propios de la psicología.
  • El curanderismo y cualquier otra práctica carente de fundamento científico, cualquiera sea su forma.

Investigación

La investigación en psicología debe perseguir el avance del conocimiento científico y/o el mejoramiento de las aplicaciones profesionales. Se efectuará en acuerdo con las normas éticas reconocidas para la investigación y con las leyes nacionales y provinciales. No se llevarán adelante proyectos de investigación que impliquen consecuencias desagradables o riesgo de ellas para los sujetos participantes.

Docencia

Los psicólogos no delegarán ninguna de sus funciones como docente en personas no capacitadas para cumplirlas. Garantizarán el nivel académico de los docentes involucrados. Promoverán en los alumnos el conocimiento y observancia de la ética profesional y mantendrán buenas relaciones con los alumnos.

Declaraciones Públicas

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En la promoción de sus servicios profesionales, lo que incluye anuncios pagos o gratuitos, gráficos, radiales y audiovisuales, así como el currículum, los psicólogos deben ceñirse a las normas éticas y legales.

Divulgación

Las declaraciones u opiniones profesionales que los psicólogos deban formular con fines de información al público deberán plantearse siempre con rigor científico, sin perjuicio de adecuarse al nivel de comunicación que corresponda. Los psicólogos deberán abstenerse de hacer declaraciones públicas que sean falsas, engañosas, desorientadoras o fraudulentas.

Publicaciones

Es inherente a la práctica de los psicólogos comunicar y discutir sus experiencias, el producto de su investigación y, en general, su producción científica, dentro del ámbito de las instituciones correspondientes a su campo de acción y a través de la publicación de sus trabajos en revistas de su especialidad profesional.

Responsabilidad Civil del Psicólogo

La responsabilidad civil consiste en la obligación que recae sobre una persona de reparar el daño que ha causado a otro, sea en naturaleza o bien por un equivalente monetario (pago de una indemnización).

Los profesionales psicólogos son responsables civilmente porque son personas. La definición que trae el Código Civil de personas es que son personas todos los entes susceptibles de adquirir derechos o contraer obligaciones. Entonces, la responsabilidad civil se basa en eso: porque somos personas, los psicólogos somos responsables civilmente. El primer concepto que debemos tener en claro es que la responsabilidad civil no nace por el ejercicio profesional, sino que el ejercicio profesional, en el mejor de los casos, es una cualidad que nosotros tenemos como personas. La responsabilidad civil está en el gran marco de que somos sujetos de derecho.

El incumplimiento de las obligaciones emergentes del contrato de locación de servicios puede resultar del propósito deliberado del deudor o bien de su negligencia, de su impericia o de su descuido.

Los eximentes de culpa en materia civil son: el hecho fortuito, la fuerza mayor, el hecho de un tercero o la culpa de la víctima. En materia civil, para poder eximirse de responsabilidad, hay que probar que mi responsabilidad está eximida por algunos de esos supuestos. En el tema de la responsabilidad por mala praxis, lo más importante es tener en claro que, en principio, la responsabilidad por mala praxis surge de la relación contractual que los psicólogos tenemos. La responsabilidad contractual tiene una extensión determinada. En principio, una responsabilidad de este tipo de actividad profesional es básicamente contractual, pues hay una locación de servicio, hay un contrato celebrado y en los términos del mismo se debe dirimir la cuestión de una responsabilidad ante una demanda.

Mala Praxis en Psicología

La mala praxis es una cuestión legal, pero también es una cuestión deontológica. La actualización constante del profesional, el poder estar actualizado a las nuevas teorías de aplicación psicoterapéutica que existen, es fundamental. El paciente tiene derechos y nosotros, más obligaciones que derechos. Cuando alguien se recibe de psicólogo en la universidad y el Estado le da una habilitación para trabajar, evidentemente da una licencia para mejorar el bienestar psíquico de la población. Pero, de todas maneras, en ese sentido, al profesional se le exige no solo la excelencia técnica, sino la excelencia moral. Es importante tener muy claro las normas éticas que regulan la profesión, y también no desconocer las normas legales que están por encima. En el caso del consentimiento informado, muy pocos psicólogos saben que lo hemos incluido en el Código de Ética Nacional, que no reemplaza al Código de una determinada provincia, pero que se lo considera un avance en el unificar los criterios para consolidar nuestro colectivo profesional.

La mala praxis constituye un concepto jurídico referido fundamentalmente a las conductas que ponen en riesgo o dañan directamente aquellos bienes jurídicos tutelados por las leyes y, en consecuencia, también por las normas deontológicas. Los bienes jurídicos no refieren necesariamente a bienes materiales. La mala praxis se configura en relación a la noción de responsabilidad civil que, como ciudadano, le compete al psicólogo en relación al contrato de prestación de servicios que establece con el paciente o, para decirlo de un modo más general, con el destinatario de su labor.

Responsabilidad Penal del Psicólogo

Se debe tener en cuenta que la mala praxis no está tipificada como delito. En cambio, sí se sancionan las consecuencias de una mala praxis, por ejemplo, los homicidios o lesiones culposas. “Abandono de Persona” y “Omisión de Auxilio” son dos figuras legales importantes. Estas dos figuras no son exclusivas para los profesionales de la salud; cualquier ciudadano podrá responder penalmente por este tipo de acciones.

Deontología en Psicología

La deontología equivale a tratado o ciencia del deber. Trata del origen, la naturaleza y el fin del deber. Es, en esencia, la teoría de los deberes. Para autores como Pierper, la deontología es ética.

En la actualidad, cuando se habla de deontología se piensa en los deberes que impone a los profesionales el ejercicio de su actividad peculiar.

El contenido de las normas deontológicas no se agota en el ámbito de la ética, ni puede decirse que todas estas normas tengan carácter exclusivamente moral. Las normas deontológicas, en algunos casos, presentan claros puntos de contacto con los usos sociales.

El profesional, al adoptar estas pautas, conseguirá mantener el prestigio y consideración social de una profesión.

La norma deontológica ata al hombre con la obligatoriedad de la ley moral en tanto en cuanto le impone el deber de actuar de acuerdo con los principios propios de la naturaleza de su profesión, pero en muchas ocasiones le vincula asimismo jurídicamente mediante la amenaza de sanciones disciplinarias.

Las normas deontológicas establecen así obligaciones no exigibles en las relaciones ordinarias de la comunidad, pero sí a los profesionales que se han comprometido con la sociedad a desempeñar una determinada labor.

Problemas en la Interpretación de la Deontología

Los principales problemas en la interpretación de la deontología son:

  1. La identificación estricta de la norma deontológica, y también de la norma ética, con la norma religiosa.
  2. Consecuentemente, el rechazo, por parte del profesional no creyente, de la obligatoriedad de la norma deontológica.

Es fundamentalmente la condición del ser humano, no la historia o la sociedad, la que conforma su naturaleza, y con ella la deontología profesional. Por ello, en muchas ocasiones suele ocurrir que el respeto a los principios deontológicos de una profesión implique necesariamente renuncias a intereses personales.