Psicopatología y Comportamiento Delictivo: Un Enfoque Integral
Psicopatología, Psicoanálisis y Psicología Criminal
- La base psicopatológica del comportamiento delictivo: enfermedad mental y crimen
Psiquiatría (psicopatología): delimita el concepto de enfermedad o trastorno mental y sus manifestaciones, formulando las correlaciones entre categorías patológicas y concretas manifestaciones delictivas. Psicología: estudia la estructura, génesis y desarrollo de la conducta criminal, como por ejemplo el aprendizaje de los modelos criminales y el de los factores o variables diferenciales de la misma. Psicoanálisis: examina la estructura psicodinámica de la personalidad, sus conflictos y frustraciones, el proceso de motivación del criminal y la propia interpretación de la conducta delictiva a la luz del inconsciente de su autor y de un análisis introspectivo, sirviendo de puente entre la psicología y la psiquiatría. - La anormalidad del delito y del delincuente (teorías de la insanity y de la “personalidad criminal”)
A partir del siglo XIX se empieza a distinguir entre delincuente y enfermo mental, a partir de la teoría de la moral insanity sustentada por MAUDSLEY, que estableció una correlación directa entre enfermedad mental y delito, afirmando el carácter hereditario de los rasgos psicológicos que determinarían la degeneración mental causante del crimen. - Salud y enfermedad mental
Por otra parte, el concepto de normalidad psíquica precisa de la ausencia de enfermedad, una cierta madurez de la personalidad y una capacidad de tolerancia, de flexibilidad y de adaptación al medio. En relación a las manifestaciones patológicas de las distintas funciones psíquicas, pueden destacarse las siguientes:
Inteligencia: retraso mental, deterioro de funciones cognoscitivas como la demencia.
De la atención: descenso anómalo del nivel de atención o cambios patológicos continuados en la focalización de la atención.
Percepción: alucinaciones visuales, olfativas, etc.; alucionosis (el sujeto es consciente de las mismas).
De los instintos: trastornos en la alimentación. El desarrollo del lenguaje es mínimo y no son capaces de escribir.
- Oligofrenias
Retraso leve: sujetos educables, capaces de realizar tareas no cualificadas. Suelen vivir satisfactoriamente en la comunidad, aunque a veces exhiben problemas conductuales. Moderado: adiestrables, capaces de aprender hábitos de higiene y seguridad. Pueden realizar funciones muy simples y apenas costear su subsistencia. Grave: solo pueden aprender a hablar y a realizar tareas elementales. El desarrollo del lenguaje es mínimo y no son capaces de escribir. Sufren síndromes neurológicos asociados de índole congénita, exhibiendo actitudes agresivas e impulsivas. Profundo: casos que representan un 1%. Suelen padecer enfermedades neurológicas, carecen de autonomía y necesitan vigilancia y asistencia permanentes.
– En los oligofrénicos profundos, se han constatado delitos contra la propiedad, robo o hurtos burdos, delitos sexuales no consumados o incluso delitos de incendio.
– En los oligofrénicos moderados y leves se ha detectado mayor índice de criminalidad. Normalmente el oligofrénico profundo es víctima de los delitos como abandono, malos tratos, etc.
– El oligofrénico se ha implicado también en delitos contra la libertad sexual, influyendo el apetito sexual y cierto componente que concurre al haber sido con frecuencia víctima de burla. Por ello, en ocasiones también su conducta es primitiva y especialmente brutal en la agresión sexual.
– En los casos de delito de incendio, su motivación no es de interés sino una actuación por fascinación del fuego o como instrumento de venganza.
– Un caso excepcional es la licantropía, que unos autores las trataban dentro de las oligofrenias y otros como pacientes esquizofrénicos paranoides afectados de un delirio de transformación y de un sadismo zoofílico.
D) Delirium y demencias
– Asociados al delirium están determinados delitos contra las personas, como lesiones y homicidios.
– En relación a las demencias se producen trastornos de la conducta con desinhibiciones de tipo sexual, agresiones verbales, comisión de pequeños hurtos.
– El homicidio por celos es uno de los delitos de más frecuente comisión durante la vejez.
E) Trastornos relacionados con el consumo y dependencia de alcohol y drogas
– En la intoxicación aguda, el comportamiento delictivo se explica por la exaltación de ritualidad del sujeto unida al descontrol psicomotor que este sufre durante la misma, destacando delitos de injurias y de violencia doméstica. En las alucinosis alcohólicas, se producen delitos violentos contra supuestos enemigos o fases de “delirio celotípico”.
F) Esquizofrenia y paranoia (trastorno delirante)
– La esquizofrenia incapacita al sujeto para valorar la realidad y gobernar su propia conducta, ya que implica disfunciones cognitivas y emocionales que afectan a la percepción, pensamiento, lenguaje, atención, motivación, voluntad, etc. Suelen actuar solos, siendo las lesiones, amenazas y en algunos casos contra la vida los delitos más usuales.
Trastorno de estado de ánimo (bipolares o psicosis maníaco-depresiva)
– Es una enfermedad fásica. En la fase depresiva surge tristeza, dando lugar a delitos omisivos o suicidios; en la fase maníaca se da una euforia y las reacciones delictivas no premeditadas.
Trastornos de ansiedad (neurosis)
– Se inicia en la infancia, siendo su núcleo la angustia, a partir de la cual surgen síntomas como irritabilidad, fobias o déficit de atención y concentración.
– El neurótico tiene un mal control de su vida, presenta inseguridad, sentimiento de culpa, frustración y sobre todo ansiedad.
– El delito del neurótico se presenta como reacción anómala y desproporcionada que opera como liberación de las represiones que sufre.
Trastornos sexuales
– Suelen darse hurtos o exhibiciones. Se dan parafilias (fantasías sexuales repetidas e intensas), como la pedofilia, sadismo, exhibicionismo, voyeurismo, fetichismo y necrofilia, y se produce un déficit en las relaciones adultas.
Trastornos en el control de los impulsos
– Cleptomanía: el sujeto sabe que su acto está equivocado y carece de sentido. A veces devuelve los objetos inesperadamente o los acumula.
– Piromanía: provocación de incendios por puro placer o liberación de la tensión. Fascinación o atracción por el fuego.
– Ludopatía: conectados con estafa y robo.
Psicopatías o trastornos de personalidad
El modelo biológico-conductual de EYSENCK (aprendizaje por asociación de estímulos frente al modelo biosocial de SARNOFF, modelo instrumental: el hombre aprende por las consecuencias de sus actos, castigos o recompensas) considera que existen tres dimensiones temperamentales en interacción:
1) El continuo extraversión, que se manifestaría psicológicamente en los rasgos “búsqueda de sensaciones”, “impulsividad” e “irritabilidad”.
2) La dimensión neuroticismo, sustentada en el cerebro emocional y que se muestra en una “baja afectividad negativa” ante estados de estrés, ansiedad, depresión…
3) La dimensión psicoticismo, que se considera el resultado de los procesos neuroquímicos de la dopamina y la serotonina, y se manifestaría en características como “insensibilidad social”, “crueldad” hacia otros y “agresividad”.
Según EYSENCK, los seres humanos aprenderían la “conciencia emocional”, que inhibiría la puesta en práctica de conductas antisociales. Este proceso tendría lugar mediante condicionamiento clásico, a partir de estímulos administrados por padres y cuidadores y comportamientos socialmente inapropiados. Sin embargo, los individuos con elevada extraversión, bajo neuroticismo y alto psicoticismo tendrían mayores dificultades para una adquisición eficaz de la ‘conciencia moral’, en cuanto inhibidora del comportamiento antisocial.
El modelo psicodinámico: La trascendencia del Psicoanálisis y su contribución a la Criminología
Los puntos básicos de la teoría freudiana serían los siguientes:
Pansexualismo. Los instintos: El principal instinto básico es el Eros, o instinto de la vida, básicamente sexual, que se opone al de Tánatos, o instinto de la muerte. El crimen desde una explicación psicoanalítica se conecta con este instinto: un instinto que lo lleva a destruir, a matar.
El complejo de Edipo. Para FREUD, al menos en la primera infancia, consiste en el deseo sexual hacia la madre y odio al padre. Esta fase debe ser superada, de lo contrario el sujeto desarrollará una serie de anomalías, pudiendo llegar al crimen, en ocasiones por complejo de culpa.
La libido. La cual debe desarrollarse paralelamente con el individuo, de lo contrario, devendrán anomalías.
Etapas del desarrollo. Etapa oral, anal, fálica, latencia y genital.
El aparato intrapsíquico. Que se divide en el consciente, preconsciente e inconsciente.
Desde el punto de vista criminológico, la explicación del delincuente como un ser privado del SÚPER YO se enuncia en 1925.
Los modelos psicológicos
Para el modelo psicodinámico. Las raíces del delito se hallan en el interior del propio individuo y el único método de investigación será introspectivo. Para el conductismo. El comportamiento delictivo se explica como concatenación de estímulos y respuestas, de acuerdo con su imagen del hombre como una máquina de reflejos y hábitos. La teoría cognitiva entiende que la conducta humana se rige por claves más complejas y organizadas, poniendo interés en las normas y valores del delincuente, autoestima, umbral de la tolerancia a la frustración, desarrollo moral. En el modelo de aprendizaje, las teorías socioconductuales del aprendizaje social ponen el acento en el aprendizaje observacional, es decir, la observación de modelos. Para la teoría del aprendizaje, el individuo no comete el delito por fuerzas internas (psicoanálisis) ni estímulos externos (conductismo), sino por una interacción de determinantes personales y ambientales.
a) Los modelos de condicionamiento del proceso de socialización (bioconductuales)
Eysenck: Los problemas de la personalidad tienen su origen en factores hereditarios. Se convierte en criminal la persona que no logra desarrollar las oportunas reacciones morales y sociales, esto es, quien padece un defecto psicológico consistente en la falta de capacidad para provocar cierto tipo de reacciones, defecto que suele ir acompañado de temperamentos extrovertidos frecuentemente en neuróticos y en psicópatas criminales. Representa a la “psicología sin alma”, contrario a todo examen introspectivo del individuo y propugnando métodos experimentales.
Trasler El fracaso del condicionamiento del sujeto puede producirse bien por la inadecuación de las técnicas de entrenamiento o bien por la pobre condicionalidad del individuo (escasa capacidad de respuesta al entrenamiento socializador).
b) Los modelos socioconductuales del aprendizaje social Intentan explicar cómo se aprende el comportamiento criminal. Su premisa es que la adquisición de pautas criminales se lleva a cabo a través de un proceso de aprendizaje evolutivo que descansa en la observación e imitación del comportamiento delictivo de otros.
c) La teoría cognitiva del “desarrollo moral” Atribuyen el comportamiento criminal a procesos cognitivos, al modo de percibir el mundo, al grado de desarrollo moral del criminal.
- Psicología de la Gestalt (Kohler). El delincuente no reacciona a estímulos específicos sino a la organización total del mundo que les rodea.
- Desarrollo moral y cognitivo (Piaget, Kohlberg). Existen en el individuo 3 estadios (conforme a su menor o mayor madurez):
– Etapa premoral: Se busca gratificación inmediata tratando de evitar el castigo.
– Etapa convencional: El individuo se conforma con acatar las reglas y respetar a la autoridad.
– Etapa de moralidad autónoma: El individuo tiene profundo respeto a las opiniones y derechos de los iguales y a los principios morales universales.
En relación a los delincuentes y no delincuentes, los primeros se relacionarían con los estadios de menor dignidad, mientras que los no delincuentes con los estadios más avanzados.
d) Los modelos factorialistas (de rasgos o variables de la personalidad)
Tratan de identificar rasgos de la personalidad relacionados con el comportamiento criminal para tratar de explicar ciertas conductas. Se centran en la extroversión, neuroticismo, autocontrol, inteligencia, etc.