Prevención e Intervención del Riesgo Social en Educación Infantil

El Papel del Centro de Educación Infantil en la Prevención del Riesgo Social

Diversos factores pueden coincidir en situaciones de riesgo social: sobreprotección, abandono, discriminación, situaciones de ansiedad y violencia familiar. Estos factores suelen causar serios desajustes en el desarrollo del niño que le impiden ir superando las diferentes etapas de su infancia.

La familia puede ser fuente de graves dificultades en el proceso de socialización del niño, quedando oculta al sucederse en el seno del marco familiar. Es difícil opinar e incidir desde fuera sobre la correcta o incorrecta actuación familiar. Solo cuando el niño se incorpora a la escuela se podría verificar la bondad o no de esa intervención familiar.

Los factores anteriores se pueden agudizar si a ellos se les unen otros problemas como paro, drogadicción, extrema pobreza, inmigración, diferencias culturales o barrios marginales, que dificultan el desarrollo pleno del niño y lo ponen en situación de deterioro personal, siendo el germen del riesgo social.

El mismo sistema escolar puede agudizar la marginación y el riesgo social. Un ambiente extremadamente competitivo e insolidario, una actuación insensible del maestro que fomente el individualismo, la discriminación o la minusvaloración, también contribuirán a agravar estas situaciones.

Si la escuela adopta una actitud de inserción en su entorno, detectando los problemas, proporcionando un ambiente solidario y participativo, actuando con un sentido de compensación de los desequilibrios existentes en su realidad social, se podrán sentar unas bases sólidas para abordar estos problemas de manera adecuada.

Estrategias Escolares ante el Riesgo Social

La comunidad escolar puede adoptar dos tipos de estrategias ante estas realidades:

Prevención

Los niños con estas dificultades no hablan de su situación por diversas razones. Los profesores pueden detectar la existencia de las mismas a través de unos indicadores:

  • Deterioro físico: suciedad, desnutrición.
  • Cansancio permanente, tristeza.
  • Señales de violencia: hematomas, quemaduras.
  • Asistencia irregular.
  • Conducta regularmente agresiva.

Intervención

Desde la escuela se debe realizar con cautela, mediante una investigación adecuada y el apoyo de otros profesionales (psicólogos, médicos, asistentes sociales, etc.), procurando detectar los problemas y aportando planteamientos no traumáticos que dependerán de la mayor o menor gravedad.

Principales Conflictos en la Vida de Grupo

Las situaciones conflictivas son inherentes al desenvolvimiento de cualquier grupo humano. Respecto a los niños de Educación Infantil cabe señalar:

  • Cuando empiezan a descubrir a sus iguales y a relacionarse con ellos, no son capaces de regular su tendencia a la satisfacción inmediata de sus deseos.
  • El egocentrismo dificulta la posibilidad de ponerse en el lugar del otro cuando se dan situaciones de disputas o confrontaciones de intereses.
  • El conflicto no debe entenderse como algo negativo, ya que en numerosas ocasiones es fuente de entrenamiento para adaptarse y regular la vida en grupo.
  • Otros factores que influyen en la frecuencia, intensidad y resolución de los conflictos están relacionados con la personalidad del niño, el ambiente familiar y el estilo de comportamiento de los padres.

Conflictos Frecuentes en la Vida de Grupo

  1. Disputas relacionadas con la posesión de objetos, espacios.
  2. Disputas ocasionadas por la distribución de roles dentro del grupo, o por situaciones de marginalidad, discriminación.
  3. Disputas producidas por la violación de normas establecidas en el seno del grupo.
  4. Choques relacionados con la competición.

Tipos de Agresividad

La agresividad puede estar dirigida contra el propio niño, contra los demás niños o adultos, o contra los objetos, y puede ser física o verbal. Está muy relacionada con las situaciones conflictivas y puede ser de tres tipos:

  • Agresión instrumental: es manipulativa y responde a situaciones de frustración por no poder obtener un objeto, por separación de una persona, etc.
  • Agresión hostil: para dañar o molestar a alguien.
  • Agresiones lúdicas: que se suelen dar en el juego activo.