Potenciando el Léxico Escolar: Estrategias Didácticas para el Éxito Académico
Principios didácticos para el enriquecimiento léxico
- La comunicación se da más y mejor cuando tanto el emisor como el receptor poseen un rico caudal léxico. Este, junto al vocabulario del hablante, determina su capacidad comunicativa.
- Cualquier proceso didáctico exige la formulación secuenciada de los contenidos de aprendizaje. Sin embargo, esto no ocurre así con los contenidos propios del vocabulario léxico y ortográfico. El docente debe tener en cuenta la diferencia entre el vocabulario que emplean los alumnos en sus comunicaciones cotidianas y el de los libros de texto.
- La labor no es fácil dada su complejidad. La elaboración del vocabulario que el alumno ha de aprender en cada ciclo y en cada curso se facilita al docente si este cuenta con los términos que, en cada curso y área, tienen mayor frecuencia en los libros de texto al uso.
- Es necesario conocer el vocabulario del escolar en el momento de su incorporación al aula. Esta evaluación inicial, imprescindible, podrá realizarse a partir de un vocabulario previo, suprimiendo aquellos términos que los escolares ya conocen desde las distintas vertientes de la lengua.
- Los resultados de la evaluación inicial deben fundamentar la didáctica para el desarrollo del vocabulario del niño en la idea primaria del nivel de uso, procurando utilizar los términos de la lengua que le son conocidos. Es tarea de la escuela eliminar la desproporción entre vocabulario pasivo y activo.
- El enriquecimiento léxico ha de hacerse en dos vertientes: cualitativa y cuantitativa. La primera implica el conocimiento progresivo de los significados posibles de un mismo significante; la segunda, en conocer significantes nuevos con sus correspondientes significados.
Metodología apropiada para el enriquecimiento léxico
La metodología más apropiada para el enriquecimiento léxico debe ser:
- Significativa: Aquella que parte de la experiencia del alumno, es decir, el léxico de que dispone al incorporarse al aula.
- Contextualizada: Debe hacerse dentro de un texto (oral o escrito) que, a su vez, responda a un contexto situacional de los sujetos de la comunicación.
- Relevante: Los textos tendrán contenido significativo y relevante para los alumnos. Si los contenidos no tienen relación con sus intereses, difícilmente les motivarán ni les encontrarán sentido.
- Accesible: Los textos han de ser accesibles a la comprensión del alumno. Su contenido léxico debe corresponderse con su vocabulario (activo o pasivo).
- Basada en significados primarios: Se partirá del significado primario de los vocablos. El sentido figurado de las palabras debe adquirirse en un segundo momento.
- Completa: Conocer un término supone, además de usarlo, saber definirlo. El conocimiento del significado de la palabra dentro de un contexto no es suficiente si no se completa con la capacidad de definirlo. Con ello, además de enriquecer su capacidad expresiva, le haremos tomar conciencia de los semas constitutivos de los significados.
- Atenta a los intereses: Siempre se tendrán en cuenta los intereses de los alumnos. Se dará satisfacción a sus necesidades de comunicación a la vez que se potenciará la motivación.
- Asimilada: El significado de las palabras ha de ser asumido por el niño, primero en el lenguaje oral y después, en el escrito.
- Multisensorial: El aprendizaje del vocabulario debe apoyarse en todas las impresiones sensoriales posibles: imagen auditiva, imagen fonético-articulatoria, imagen visual, imagen motriz.
- Con apoyo del diccionario: El diccionario es el mejor auxiliar para la adquisición del vocabulario. Adiestrarse en el manejo de un diccionario de la lengua no es suficiente si no va unido a una actitud positiva que permita al alumno valorar su importancia y la necesidad de uso. Desde el primer momento se ha de ofrecer al alumno el diccionario como auxiliar para el conocimiento total de la palabra.
- Creativa: Se fomentará el empleo creativo de las palabras. En los primeros años, la palabra debe ser un juguete con el que el niño juegue, cree y se divierta. En los siguientes niveles, una herramienta con la que disfrute trabajando, creando, etc.
- Lúdica: Las actividades deben realizarse, en los primeros cursos, dentro de un ambiente lúdico. Pueden realizarse según el criterio del maestro en cada momento: sopas de palabras, adivinanzas tradicionales, juegos de órdenes secretas por cambios vocálicos, etc.
- Continua: La evaluación ha de ser continua en todo el aprendizaje. A lo largo del proceso de aprendizaje, el alumno puede que tenga asumido el significado de algunos términos pero no su ortografía. Mediante la evaluación continua, el docente detectará tal circunstancia y subsanará la deficiencia.
Conclusión
La escasez de vocabulario lleva a la incomprensión de aspectos expuestos por el docente o contenidos en los textos. En palabras de Luceño C.: «Hay que devolver a la palabra todo el valor que una escuela verbalista y memorista le ha hurtado y conseguir del alumno el manejo adecuado de esta herramienta importante para salir airoso en su aprendizaje escolar y en sus relaciones sociales». Así pues, la importancia que para la enseñanza y aprendizaje del vocabulario tiene el vocabulario del maestro, presentado aquí como principal recurso didáctico para la consecución de tal fin.
La competencia léxica en la escuela
Las palabras en su suma forman gran parte del pensamiento humano y, como ha sido comprobado, existe gran relación entre fracaso escolar y léxico deficiente en un alumno. Según nos dice Jesús Moreno: «Para procesos mentales tan importantes como son los de relacionar, ordenar, clasificar y distinguir hacen falta palabras». Avanzar en el conocimiento implica matizar, puntualizar y dotar al alumnado de un caudal léxico significativo.