Poder, Autoridad y Liderazgo: Claves para Influir y Dirigir

Tema 9. Poder, Autoridad y Liderazgo

9.1. Definición de Poder

Entendemos por poder la capacidad de influir sobre otra parte (Pruitt); capacidad que tiene A para influir en la conducta de B, de modo que B haga algo o deje de hacer algo que no lo haría de otro modo (Dahl).

Características del Poder

1. El poder es relacional: surge de la relación entre las partes. Esto explica que las partes de una negociación puedan ir cambiando el equilibrio de poder a lo largo del proceso.

2. El poder surge de la dependencia de los recursos: la relación que surge entre A y B se establece por una dependencia mutua: A necesita algo que B posee, y B necesita algo que A posee. Esta dependencia de los recursos es la base de la relación social; sin dependencia no hay razón para un intercambio. La negociación se origina a partir de la escasez de recursos, que origina la competición entre aquellos que necesitan los mismos recursos, y una asignación desigual de los mismos (Bacharach y Lawler).

3. El poder implica libertad de la conducta de B para tomar decisiones: para que A logre que B haga algo que de lo contrario no haría, es preciso que B tenga libertad de tomar decisiones.

4. El poder es un potencial o una capacidad: puede existir sin que se utilice.

9.2. El Empleo del Poder

Tres vías para legitimar el poder (Weber)

1. La tradición: Cuando se acepta que alguien detente el poder, porque siempre ha sido así, aceptándose el orden tradicional establecido (por ejemplo, las monarquías). Es el tipo de autoridad menos presente en el ámbito de las organizaciones.

2. El carisma: Cuando se acepta el poder ejercido por una persona, por identificación con sus características personales.

3. La legitimidad o autoridad legal: Cuando la aceptación del ejercicio del poder es de orden jerárquico (quien ejerce el poder está legítimamente investido por la organización para ejercerlo, por el nivel jerárquico que ocupa). Es el tipo de autoridad más característico en las organizaciones actuales.

El líder ideal requiere reunir tanto un poder personal (procedente de su carisma) como un poder delegado (de orden jerárquico).

9.3. Las Bases del Poder

Las bases del poder son las razones en que se basa la persona que ejerce el poder para afectar a determinados sujetos, así como las razones de éstos para ceder a sus demandas. Se refieren a aquello que controla el sujeto y que le permite manipular la conducta de otros. El éxito de un líder dependerá, en buena medida, de las bases de poder que utilice, así como de lo hábil que sea en hacerlo.

Desde esta posición, French y Raven proponen distintos tipos de poder:

1. Poder legítimo o formal: es el poder dado con el puesto, posición o estatus que se tiene (es el que se otorga con el nombramiento). Se basa en la relación estructural entre el agente de poder y el destinatario.

2. Poder de recompensa: los sujetos se someten a los deseos de otro porque ello les acarreará beneficios; por tanto, el que distribuye premios ejercerá poder sobre ellos.

3. Poder coercitivo: se fundamenta en el miedo de los sujetos a que, si no se someten, reciban cualquier tipo de castigo.

4. Poder de referencia: se basa en la identificación con una persona que tiene recursos o características personales deseables. Se gana a través del trato personal, la atención o el carisma.

5. Poder de experto o técnico: se basa en que se atribuyan experiencia, habilidad o conocimientos superiores al agente de poder.

Las 3 primeras fuentes de poder –legítimo, de recompensa, de coerción- identifican básicamente a la autoridad formal, mientras que las 2 últimas –de referencia y de experto- son la base fundamental del concepto de liderazgo. En lo que se refiere a las organizaciones, no se deben confundir los términos “dirección de empresas” y “liderazgo en la empresa”. Los directivos tienen que intentar ser líderes; puede que lo consigan o no y ello les supondrá mayores o menores niveles de eficiencia en su actividad, pero no se puede olvidar que existirán líderes en las empresas que no son directivos.

9.4. Definición de Liderazgo

El concepto de liderazgo está unido al de autoridad, aunque no sea necesariamente formal u oficial. De forma sencilla, puede definirse el liderazgo como un proceso de influencia social entre un líder y unos seguidores para conseguir las metas organizacionales. Por tanto, el líder será aquella persona que es capaz de influir en los demás en mayor medida de lo que él se ve influido, o, dicho de otro modo, la persona capaz de ejercer influencia en otros, para dirigirlos y guiarlos efectivamente hacia el logro de objetivos y metas de su grupo u organización. El líder será la referencia dentro de un grupo, el miembro cuya opinión es la más valorada. Aunque la capacidad de liderazgo no es innata, las personas sí que tienen que tener ciertas cualidades para ser líderes, al tiempo que tiene que representar al grupo en alguna medida.

9.4.1. Estilos Clásicos de Liderazgo

A partir de una serie de estudios, Lewin, White y Lippit establecieron tres estilos de liderazgo, hoy ya clásicos:

1. Líder autoritario o autocrático: No deja al grupo opinar ni tomar decisiones. Todos los procedimientos y las actividades son decididas por el líder; es él que determina quién, cuándo y cómo se hace un trabajo. Generalmente, el líder dicta el trabajo que se ha de hacer y designa el compañero de cada miembro. No participa activamente en el grupo. En general, logra dirigir al grupo de trabajo, pero genera miedo, mal humor e incluso rebeldía. Las personas del grupo obedecen pero sin adhesión al líder o al grupo.

2. Líder laissez-faire o liberal: Es el contrapuesto al líder autoritario. Deja en completa libertad al grupo para que tome sus decisiones (de ahí su nombre, que en francés significa “dejar hacer”). Es él quien suministra toda la información al grupo pero no participa ni en la discusión ni en la ejecución de los trabajos decididos por el grupo. En general, este tipo de liderazgo tiene como consecuencia la pérdida de pertenencia y adhesión del grupo a su líder o a su grupo u organización.

3. Líder democrático: Es el mejor según este modelo. Todas las políticas son asunto de discusión del grupo. El líder anima a que se tomen decisiones; trata de ser un miembro regular del equipo de trabajo, pero es capaz de delegar funciones. Es objetivo en sus alabanzas o críticas.

9.5. Obediencia a la Autoridad

La obediencia a la autoridad es un tema muy tratado por la Psicología, no sólo por lainfluencia que tiene en la vida individual de las personas, sino también por su caladoen la organización de la estructura social, legitimada, y que está en la base de lasrelaciones sociales estables.La obediencia a la autoridad está basada en el principio de Jerarquía, uno de lospilares de nuestra cultura, pues, si no se respetase, sería difícil que funcionase unasociedad entendida como eficiente según los parámetros actuales del sistema. Esto esasí en un plano general, pero también a un nivel más concreto, el de los individuos, esla obediencia a la autoridad la que permite una buena protección al sujeto. El muysocorrido “obedecía órdenes” protege de responsabilidades y disfraza de “sentido deldeber” a posibles impulsos sádicos. 9.5.1. El experimento de Milgram MILGRAM trató de demostrar que los americanos también se podían comportar como nazis si eran presionados. Realizó su experimento valiéndose un sujeto cómplice y otro experimental. Se necesita un maestro y un aprendiz; el sorteo estaba amañado. El aprendiz, que era el cómplice, tenía que aprender parejas de palabras. Si el cómplice se equivocaba, el maestro le tenía que dar una descarga eléctrica, que iba aumentando con cada equivocación. Realmente no se producían tales descargas, pero el sujetoexperimental no lo sabía; estaba convencido de que sí se estaban dando. Todo el experimento estaba presidido por la autoridad.