Personalidad, Carácter y Virtudes: Fundamentos para una Vida Ética

La Personalidad

La personalidad es el conjunto de características individuales que diferencian a una persona de otra. La personalidad hace a la persona única e irrepetible.

La personalidad se compone de dos partes:

Temperamento

Son las inclinaciones o actitudes que la persona hereda genéticamente; no elige tener esas inclinaciones, sino que le vienen dadas. Ejemplo: la afición por el fútbol, el gusto por el alcohol, el deseo de ser ordenado, etc. Son formas de ser que heredamos de nuestros padres o abuelos.

Carácter

Consiste en el conjunto de actitudes o acciones voluntarias que el mismo individuo elige desarrollar. El carácter se adquiere en la medida que la persona elige tener vicios o virtudes.

El temperamento se hereda, el carácter se elige.

El fin de la ética es orientar racionalmente nuestro carácter para poder hacer buenas elecciones y alcanzar un carácter virtuoso.

El Hábito

El hábito puede ser definido como la cualidad que se adquiere libremente mediante la repetición de acciones. Así como refuerzan o debilitan ciertas áreas del carácter, los hábitos también pueden reforzar o debilitar el temperamento. Ejemplo: lavarse los dientes después de comer, hacer la cama luego de levantarse, decir la verdad cada vez que se pregunta, estudiar el día antes de la prueba, decir mentiras, etc.

En definitiva, los hábitos dan forma al carácter.

La Virtud

Es un hábito operativo bueno. La virtud son cualidades que se adquieren libremente y por la repetición de actos libres. La virtud es un hábito bueno, es decir, la repetición de una acción buena, de forma consciente y voluntaria. Que una persona tenga una virtud no la hace buena en su totalidad; si su carácter es bueno, puede hacerla buena en su totalidad.

El Vicio

Es un hábito operativo malo. Son cualidades adquiridas libremente, pero por medio de la repetición de malas acciones.

Ser virtuoso es mucho más difícil que ser vicioso, ya que el vicio consiste precisamente en no hacer ningún esfuerzo. Una persona virtuosa es una persona de principios y de compromiso; una persona viciosa no.

La virtud se adquiere como un justo medio, la medida adecuada para una acción, a diferencia de un vicio que siempre tiende a los extremos. La virtud organiza la vida de forma equilibrada; el vicio la desordena y la lleva a un extremo.

La virtud tiene que ver con el placer; ser virtuoso es hacer el bien y sentir placer por ello.

A mayor virtud, menos vicio, mayor felicidad y, en el largo plazo, menor dolor. A mayor vicio, menos virtud, menor felicidad y mayor dolor.

Las Virtudes Cardinales

Son virtudes referentes que guían la vida hacia una buena vida ética. Al igual que los puntos cardinales, nos orientan en las acciones. Son cuatro:

  • Prudencia

    Es el hábito de hacer las cosas bien y usar la razón en las acciones concretas. Es reaccionar inteligentemente ante la realidad concreta, solucionar problemas basándose en nuestra razón. La prudencia es la más importante de las virtudes, ya que tiene que ver con el hacer bien; es adecuar los conocimientos a la vida cotidiana. Sin embargo, la prudencia está orientada solo a los actos buenos, no a los malos. Debido a ello, una acción es prudente siempre y cuando esté orientada a un fin bueno.

    La prudencia tiene que ver también con ser capaz de prever el futuro y actuar teniendo en cuenta las consecuencias de nuestros actos presentes. Una persona prudente observa el pasado, describe el presente y se anticipa al futuro.

    Un ejemplo de prudencia es ahorrar dinero para las vacaciones o ser ordenado en el desempeño de nuestro trabajo; es un hacer inteligente.

  • Fortaleza

    Es el hábito de enfrentar y superar dificultades, manteniendo la racionalidad de los actos, aun en los casos más complicados. La fortaleza puede ser identificada también con el esfuerzo para acceder a un objetivo planteado; entre más valor tenga el objetivo, más fortaleza será necesaria.

    La fortaleza puede ser identificada con dos actos:

    Resistir

    Radica en el hábito de no dejarse vencer por una situación y mantenerse a pesar de la dificultad. Propio de la resistencia es también ser paciente y esperar algún resultado, a pesar de que no veamos ningún avance por el momento. Resistir es ser constante ante la dificultad, es permanecer, no abandonar, seguir adelante en pos de la consecución de nuestro objetivo. Resistir es ser constante y paciente.

    Atacar

    Atacar la dificultad tiene relación con la capacidad de utilizar los medios o herramientas para anticiparse a la dificultad. Consiste en el hábito de ser proactivo, proponer soluciones y no esperar a que los problemas se solucionen por sí solos, sino que se anticipa y enfrenta el problema. Atacar es ser perseverante y nos enseña que la realidad rara vez se acomoda a todo lo que queremos.

    Un ejemplo es resistir la pérdida de un ser querido y seguir viviendo con nuevos sueños y metas; es sobreponerse ante la adversidad.

  • Templanza

    Es el hábito que nos ayuda a moderar nuestros actos de modo que se enmarquen dentro de un límite; tiene que ver, sobre todo, con poner límite a lo placentero.

    La templanza tiene que ver con la capacidad de ser paciente. El templado es aquel que no se deja llevar por los placeres inmediatos y se enfoca en el objetivo. El templado sabe resistir un placer inmediato en pos de conseguir su objetivo. Como vicio opuesto a la templanza, el hedonismo es la búsqueda sostenida del placer y es una seria deficiencia para la ejecución del trabajo. El templado no desprecia el placer, sino que lo orienta en pos de alcanzar sus objetivos de largo plazo.

    La combinación de estas tres virtudes (prudencia, fortaleza y templanza) nos hará llegar a ser una persona disciplinada, es decir, alguien que tiene la fuerza de voluntad para alcanzar sus objetivos, sobre todo profesionales. Es el dominio personal para enfocarse en una meta.

    Este dominio personal nos da la fuerza de voluntad para mantener una actitud y posición en el tiempo. El dominio personal nos pone frente a la vida de forma creativa y no solo reactiva.

    Un ejemplo: querer ver una película a altas horas de la noche, sabiendo que al otro día debo levantarme temprano, y decidir no verla. De ese modo resisto la tentación de trasnochar. Lo mismo puede ser con el hecho de aguantarse las ganas de comprar alguna cosa contrayendo una deuda; templado es aquel que espera a tener el efectivo sin contraer una deuda fuera del presupuesto.

  • Justicia

    Es la disposición de hacer lo que es debido a los demás, dar a cada uno lo que le corresponde. Las anteriores virtudes tienen mucho que ver con el trabajo del individuo consigo mismo; la virtud de la justicia tiene que ver con las demás personas. La justicia es dar a cada cual lo suyo, lo que le corresponde.

    Existen dos formas de manifestarse la justicia:

    Justicia Conmutativa

    La justicia que se desarrolla entre dos personas. Ejemplo: cuando uno vende un celular a otro, y el otro debe pagar lo que corresponde al precio acordado. En ese caso, el vendedor está siendo justo con el comprador si entrega el celular y el comprador es justo si paga el precio acordado.

    Justicia Distributiva

    Cuando se distribuyen bienes comunes entre varios individuos. Ejemplo: cuando se reparten las colaciones que otorga el gobierno a los colegios municipales. Lo justo es que cada colegio y niño reciba lo que le corresponde.

    La justicia juega un papel primordial en la vida laboral, ya que nos enseña a guiarnos por el contrato de trabajo y cumplir fielmente lo que en un principio acordamos. Lo injusto en ese caso sería exigir más de lo que aparece en el contrato o cumplir menos.

    Lo justo es también servir a los demás de acuerdo con sus propias necesidades. Lo justo es ayudar a quien no tiene cómo trabajar o servir a quien no tiene nadie que le sirva, por el simple hecho de que nadie le está dando lo que le corresponde; nosotros podemos hacer justicia de ese modo.