Paises que intervinieron en la revolucion industrial
Tema 2. La Segunda Industrialización en el Marco de la Primera Globalización: 1870-1913
2.1. Las diferencias con la primera industrialización
Características de la segunda revolución industrial afectaron a las economías nacionales y a las relaciones internacionales.
Hubo innovaciones tecnologías, en educación e investigación que afectaron positivamente al transporte marítimo y en el terrestre otras de las innovaciones: el telégrafo y el teléfono. Gracias a la industria básica.
Se establecieron nuevos métodos de organización y gestión empresarial en las empresas industriales haciendo las más fuertes. Las necesidades de capital hicieron que se crearan sociedades anónimas. Aparecieron las bancas mixtas que proporcionaban descuentos comerciales y préstamos a corto plazo y también ayudaba a la creación de empresas y su financiación a largo plazo. El papel del Estado: la política comercial (hacia un proteccionismo moderado); se sentaron las bases del Estado del Bienestar.
Hubo crecientes intercambios comerciales y de amplios flujos humanos (migraciones) y financieros que definieron la primera globalización y aumentaron la demanda y la capacidad productiva mundial. Los tratados comerciales se generalizaron a partir de 1860 (Francia y Gran Bretaña) e hicieron posible, junto con el desarrollo de los transportes y comunicaciones, el gran crecimiento del comercio mundial y la difusión de la industrialización. Esta primera mundialización se realizó bajo eldominio europeo, los cambios afectaron a más países y a más sectores siendo más globales, por lo que el crecimiento económico fue mayor y más generalizado.
La primera globalización aumento de los flujos comerciales, humanos y de capitales, permitieron la convergencia de los precios de productos y factores, la denominada economía atlántica: Europa del norte, EE. UU., Australia, Canadá, Argentina. La convergencia no alcanzó a los países atrasados aunque se integraran en el comercio mundial.
La integración del comercio impulsó el crecimiento, pero las tensiones entre las principales potencias industriales (Alemania, EE. UU., Japón, Italia y Rusia), que aparecieron en conflictos locales, finalmente, desencadenarían la Primera Guerra Mundial.
2.3. Las transformaciones en el comercio internacional
Los países abundantes en tierras exportan productos primarios. Los países con abundante capital exportan productos industriales.
2.3.1. La competitividad en Europa y en Estados Unidos
La estructura de la población activa cambió, disminuyendo en el sector primario y aumentando en el secundario.
Los cambios en la agricultura también fueron importantes, creció la productividad por el uso de maquinaria y abonos artificiales. Hubo una depresión agraria en Europa, perjudico al trigo. En cambio las praderas norteamericanas producían el trigo tan barato que podía venderse por debajo de los precios europeos. Por lo que en Europa se produjo una depresión al tener que disminuir el precio. EE. UU poseía abundancia en recursos naturales y tenían muchas posibilidades de exportación, esto atrajo a muchos trabajadores y capitales europeos ya que obtenían mayores salarios y más rendimiento.
Aumento la competencia, entre los países europeos y los de nueva colonización en el comercio de productos tropicales té, caucho, cacao, azúcar, seda (provenientes de Brasil, Méjico, India, China, Indonesia) (estos países las exportaciones apenas afectaron a sus economías y no convergieron eran un porcentaje pequeño del PIB y la baja productividad: ilimitada oferta de trabajadores debido a emigraciones de chinos e indios, de tierras y bajos salarios.
Se vieron muy perjudicados cuando los países europeos y de reciente colonización comenzaron a producir y exportar esos mismos productos o sustitutos.
En 1870 Gran Bretaña era el principal productor mundial de manufacturas, pero en 1913 ya había sido sobrepasado por EE. UU., y por Alemania por la industria: siderúrgica, química y eléctrica. Los costes de producción de la acero se redujeron gracias al procedimiento Gilchrist-Thomas y el horno Martin-Siemens, básico por el desarrollo de la industria de la maquinaria y bienes de equipo. La química orgánica permitió la producción de colorantes artificiales. En 1880 Edison fabrico la 1º bombilla eléctrica permitiendo el alumbrado domestico. La electricidad se aplico al transporte: Gran Bretaña importaba acero por dos razones: los nuevos procedimientos de fundición que utilizaba un hierro de Alemania y Carbon de EEUU mas barato. Gran Bretaña seguía exportando carbón y tejidos de algodón. EEUU exportaba grandes cantidades de trigo, carne y materias primas.
2.4. Las migraciones transoceánicas de trabajadores
En el siglo XIX unos 70 millones de europeos emigraron al Nuevo Mundo; las tres quintas partes se dirigieron a EE. UU. La revolución de los transportes y comunicaciones permitió las migraciones, era más barato,más rápido y más cómodo. En 1900 se había llegado a 1 millón de emigrantes anuales y siguió creciendo hasta la primera guerra mundial. Antes de 1880 predominaban británicos, alemanes y escandinavos, la emigración de chinos e indios fue cuantiosa pero temporal, con contratos especiales para trabajar en plantaciones en un régimen casi de servidumbre). Los emigrantes eran la mayoría hombres adultos jóvenes.
Las causas de estas migraciones masivas, además de la revolución de lostransportes, fueron: las crisis de subsistencias y las persecuciones religiosas o políticas pero, sobre todo, las condiciones demográficas y económicas. Por un lado, la tasa de crecimiento vegetativo aumentó el porcentaje de población en edad de trabajar y, por tanto, la necesidad de emigrar; por otro, la diferencia de salario, el efecto de arrastre, y las redes establecidas por los anteriores emigrantes que impulsaban una “emigración en cadena” al enviar información, y proporcionar dinero y alojamiento hasta encontrar trabajo.
Los emigrantes aumentaron la oferta de trabajo en los países receptores y equilibraron los salarios reales a ambos lados del atlántico. Pero las restricciones a la inmigración se fueron imponiendo, primero en EE. UU. y después en otros países desde 1880: a) se redujeron los subsidios a la inmigración; b) se exigieron contratos de trabajo; c) se prohibió la entrada de asiáticos (como ocurrió en Australia); d) se establecieron controles de alfabetización; e) se establecieron cuotas. En general, se buscaba frenar la inmigración de trabajadores sin cualificar y potenciar la de mano de obra cualificada (la primera suponía un gasto en capital humano).
2.5. La integración de los mercados internacionales de capital
Los avances tecnológicos; monetarios (oro)
Y políticos (ausencia de guerras), esto hizo que los mercados de capital se integrasen internacionalmente y sin restricciones de capital.
2.5.1. El destino de las inversiones europeas
El capital procedía de Europa occidental: Reino Unido principalmente, pero también Francia y Alemania. Londres era el centro del mercado internacional de capitales. Los mayores rendimientos se obtenían en el extranjero por la alta demanda de inversión. Entre 1870 y 1913 América del Norte y del Sur, Australia y Rusia recibieron casi el 68% de toda la inversión extranjera del Reino Unido, el 49% de la Alemana y el 43% de la francesa. Los capitales europeos se dirigían a países con abundantes recursos naturales y escasez de trabajo, apenas afluyeron a las zonas más pobres de Europa ni a los países asiáticos. La dependencia del capital exterior era muy alta entre los países receptores. Lo británicos adquirían acciones y, principalmente, bonos emitidos en la city por emisores extranjeros, generalmente gobiernos. Estos fondos se destinaron a inversiones en capital social fijo: ferrocarriles (41% en 1913), puertos, servicios municipales y teléfonos.
2.5.2. La inversión extranjera y el entorno institucional
La inversión internacional acudía a los países con instituciones similares a las europeas porque previamente habían sido colonias suyas. En los restantes países los acreedores se encontraban con mayores riesgos. Lo más frecuente era cerrar las bolsas de valores de las metrópolis a la emisión y cotización de los títulos emitidos por países que incumplieran sus obligaciones financieras. A veces, los países acreedores impusieron a los países morosos una fiscalización internacional de sus haciendas públicas; se nombraron comisarios internacionales para la recaudación de ciertos impuestos (Egipto, Turquía y Grecia) que se asignaban al pago de intereses y la amortización de la deuda exterior. En ocasiones, se recurrió a la fuerza militar para cobrar la deuda y, al mismo tiempo, defender los intereses políticos en los países en bancarrota, lo que podía suponer la pérdida de soberanía nacional, parcial o total, de estos países (es el caso de Gran Bretaña en Sudáfrica que desencadenó la guerra de los Boers, también intervino en Egipto en 1883 y el de Francia en Turquía en 1901). En el caso de EE.UU., aunque estaba endeudado con Europa, había invertido en el Caribe y América Latina estableciendo monopolios de explotación de ciertas zonas para empresas norteamericanas a cambio de que éstas concedieran empréstitos a los gobiernos. Para defender sus intereses desarrollaron intervenciones militares como por ejemplo la de Cuba (1898) o propiciaron la independencia de Panamá.
2.5.3. Las inversiones directas y las primeras multinacionales
Las compañías preferían fabricar directamente sus productos, no confiaban en contratistas locales. Las multinacionales norteamericanas salieron al exterior cuando tenían ya un gran tamaño gracias a la integración del mercado nacional, el ferrocarril y el telégrafo. Algunas como Coca-Cola, Ford, General Electric o Singer establecieron fábricas en el extranjero entre 1890 y 1913.
2.6. Las reacciones frente a la Globalización
Fueron: a) La “gran depresión agraria” que redujo la renta de los propietarios y de los ingresos campesinos; b) la inmigración que redujo los niveles de vida en el Nuevo Mundo; c) y las exportaciones de manufacturas europeas que impedían el desarrollo de las industrias nacientes en América.
2.6.1. La política proteccionista e industrialista
Gran Bretaña: dada su supremacía mundial estableció el librecambio en1846 y lo consolidó en 1860 con el Tratado Cobden- Chevalier con Francia. Este giro suponía el triunfo de los economistas clásicos frente a los mercantilistas. Pero cuando la ventaja competitiva de la industria británica comenzó a ser amenazada por EE. UU. y Alemania, a partir de 1880, los industriales empezaron a pedir protección al gobierno.
Gran Bretaña trató de impedir el desarrollo de las manufacturas en los países dependientes a través de los tratados desiguales que imponían unos topes arancelarios del 5% privándoles de soberanía arancelaria y obligándoles, de hecho, a ser librecambistas. A mediados del siglo XIX, estos tratados se extendieron por Asia (China, Japón, Tailandia, Corea e India), y por Oriente Próximo (Persia y Turquía).
Alemania:desde su unificación política, durante el Segundo Imperio(1871-1914) su política industrial se centró en los aranceles, el apoyo a la iniciativa privada y la legalización de los cárteles industriales (desde 1890). El 1879 Otto von Bismarck estableció un arancel más proteccionista bajo la presión de los terratenientes y los empresarios siderúrgicos.
En Alemania desempeñaron un papel importante los bancos mixtos que desarrollaron conjuntamente la banca comercial y la banca industrial, contribuyendo a la creación y gestión de empresas, pues eran accionistas y tenían representación en el consejo de administración, y a la formación de cárteles. Asimismo el Banco Central (Reichsbank) fue más intervencionista que otros de su clase actuando como prestamista en última instancia en las crisis bancarias. Llevo a Alemania a un capitalismo cooperativo y organizado frente al inglés más personal y competitivo. La química orgánica (Bayer), la electricidad (Siemens, AEG) y el acero. Alemania, se concentró en los estados del oeste quedando los del este básicamente agrarios.
EE.UU.: la política de protección a la industria naciente se utilizóintensamente. En este país surgió el proteccionismo moderno de la mano de Alexander Hamilton después de su independencia. Los altos aranceles se establecieron en la guerra contra Inglaterra (1812) y la guerra civil (1861-65) para aumentar la recaudación de Hacienda. La victoria del norte consolidó al país como el más proteccionista hasta la primera guerra mundial. El proteccionismo permitió el desarrollo de la industria textil y siderúrgica favoreciendo el intenso crecimiento entre 1870 y 1910.
La gran empresa industrial moderna nació en EE. UU. durante la construcción de las grandes compañías ferroviarias de 1850 a 1870 ya que estas exigían unos niveles de financiación, coordinación y planificación de dimensiones desconocidas hasta entonces. Desde 1870 se difundieron los métodos de producción en masa, la estandarización de las piezas fue fundamental en la industria de las armas (Colt), de maquinaria agrícola (McCormick) y de máquinas de coser (Singer). En los años ochenta surgieron las grandes empresas en los sectores líderes de la segunda industrialización: telégrafos y teléfonos (ATT), acero (Carnegie), petróleo (Rockefeller y su Standard Oil), electricidad (General Electric y Westinghouse), química (Dow Chemicals), automóvil (Ford). Este último sector fue el más innovador en cuanto a la organización de la producción, ya en 1913 introdujo la cadena de montaje que redujo los costes de producción y los precios de los automóviles generalizando su uso entre la población. La importancia de la gran empresa condicionó el desarrollo de la banca y el Estado, presionado por las grandes corporaciones, el gobierno federal prohibió las sucursales de los bancos fuera de sus Estados originales y retrasó el surgimiento del Estado del Bienestar.
Japón: Fue el caso más singular por tratarse de un país asiático y feudal que se vio forzado a abrir sus mercados por la “diplomacia de los cañones”. En 1854 el almirante norteamericano Perry amenazó a Japón con bombardear Tokio si no se abrían al comercio, obligándole a firmar unos tratados comerciales que le impedían establecer aranceles superiores al 5%.
Tras 1868, derrocado el régimen feudal, el gobierno Meiji erigió al Estado como elemento central de la industrialización. El emperador Mutsuhito nombró un “gobierno ilustrado” que inició profundas reformas institucionales. Japón adoptó las instituciones occidentales. Cada pieza se copió de un país diferente: el código penal, francés; el código civil, mercantil y el modelo de ejército, alemán; la banca comercial y el modelo universitario de EE. UU. El papel del Estado fue fundamental: creó empresas públicas en industrias civiles (construcción naval, minería, textil, industrias militares). El gobierno facilitó la importación de tecnología y asesores extranjeros, promovió la educación pública, en 1900 la población está alfabetizada. Las grandes necesidades de importación se financiaron con exportaciones de materias primas, seda, té y alimentos y con la importación de capital. La escasez de recursos llevó a una política de expansionismo mediante guerras contra China, 1894-95, en la que tomó la colonia de Taiwán y contra Rusia, 1905, en la que colonizó Corea. En 1911 terminaron los tratados comerciales desiguales y Japón estableció una de las políticas más proteccionistas (después de EE.UU.) para proteger sus industrias nacientes.
2.6.2 Las colonias y países dependientes
Los países más desarrollados iniciaron una política colonizadora en territorios donde solo explotaban sus recursos. El comercio colonial suponía un tercio de todas las exportaciones de G. Bretaña, un cuarto de las de España, en Francia y Portugal tenían menor importancia. Desde 1880 las potencias europeas se repartieron el continente africano. Rusia y Japón crearon imperios en Asia. G. Bretaña en 1920 controlaba el 20% de todo el planeta y un 25% de la población mundial era británica o estaba bajo su control.
2.7. Las lentas mejoras del marco institucional
1870-1913 La democracia no era plena. El sistema electoral establecido por las respectivas constituciones nacionales hacia que solo votaran hombres mayores de treinta años. En Francia se introdujo el sufragio universal masculino. El sufragio universal (masculino y femenino) se implantó mucho después, en Gran Bretaña y luego en España en la Segunda República. En EE. UU. los hombres negros votaron en 1870, pero en los Estados del Sur no podían hacerlo pues se establecieron cortapisas fiscales, de patrimonio y de alfabetización. En suma, había una gran discriminación por sexo, patrimonio y raza.
Se implantó la burocracia moderna. Los empleos públicos eran ocupados por los afiliados al partido del gobierno; era común el nepotismo; la justicia no era igual para todos, los delitos de los militares y grandes contribuyentes tenían una tramitación especial.
En cuanto a la empresa, la creación de sociedades anónimas se generalizó desde mediados del XIX. Esto impulsó el desarrollo de las grandes empresas. Los cambios tecnológicos necesitaban un personal cada vez más cualificado lo que animó a la inversión en capital humano. Uso masivo de tecnología, concentración de capital y nuevas fuentes de energía supusieron cambios en la estructura de los modelos productivos y organizaciones empresariales: se inicia la producción en masa (organización científica del trabajo o sistema fordista), con firmas de grandes dimensiones, intensivas en tecnología y capital fijo. Esto implicaba elevadas barreras de entrada y establecimiento de oligopolios y control de precios (pocas y grandes empresas controlan la oferta); la integración puede ser horizontal o vertical, cártel (alemán) o trust (americano). En EE.UU. se establecieron medidas antitrust desde 1890 lo que dio lugar al holding, aunque sin mucho resultado, dado el enorme poder de las grandes empresas que había detrás de los trusts.
2.8. El apogeo del patrón oro y la instrumentación de la política monetaria
El patrón oro era un sistema de cambios fijos que establecía una paridades oficiales de las divisas frente al oro. Exigía la convertibilidad de los billetes en oro a la paridad oficial, el mantenimiento de un encaje de oro en el banco central proporcional a los billetes emitidos, y la libertad para fundir, importar y exportar el metal en barras o en moneda. El oro debía tener el mismo valor en todos los países del club del oro (con las diferencias del precio del transporte y seguros) y la oferta mundial de oro debía determinar la oferta monetaria y los precios mundiales.
El patrón oro facilitó los movimientos internacionales de capital al reducir el riesgo. Los gobiernos perdían la autonomía en su política monetaria y el control de los tipos de interés.
La teoría del patrón oro señalaba que: Un superávit en la balanza de pagos implicaba un aumento de las reservas de oro del país, requería que el banco central aumentase la emisión de billetes, lo que elevaría los precios interiores y las importaciones y reduciría las exportaciones. En el caso contrario, un déficit exterior provocaba una salida de reservas, lo que implicaba un aumento de los tipos de interés para frenar la salida de oro y mantener la paridad, hacía caer la renta y el empleo; y la exterior, disminuyendo el déficit de la balanza de pagos, la disminución de los billetes en circulación reducía los precios interiores impulsando las exportaciones hasta equilibrar la balanza.
El patrón se basó no sólo en el oro sino en la solidez y confianza de unas divisas, la libra especialmente, pero también el franco francés y el marco alemán. Los bancos podían tener sus reservas en oro y en estas divisas, ya que su convertibilidad las hacía tan buenas como el oro.
Los bancos centrales en general eran privados influidos por los gobiernos. Con las crisis de este período asumieron la función de prestamista en última instancia.
2.9. El equilibrio presupuestario y el surgimiento del Estado del Bienestar
El patrón oro y el equilibrio presupuestario fueron los dos pilares de la política económica del período que se reforzaron mutuamente.
El aumento del gasto público y los seguros sociales. El mayorintervencionismo del Estado implicó, en algunos países, un mayor volumen de gasto público en relación al PIB, especialmente en Alemania e Italia y en G. Bretaña y Japón. Para su financiación se emitió deuda pública.
Los seguros sociales, fueron los cimientos del Estado de Bienestar hasta entonces sólo se habían establecido instituciones de Beneficencia y Cajas de Ahorros, Montes de Piedad y mutuas obreras para las clases trabajadoras.
Las instituciones del Estado del Bienestar surgieron por la presión de los sindicatos obreros ante la indefensión y explotación de los trabajadores, también contribuyó el sufragio universal masculino que abría las posibilidades electorales a los partidos socialistas. Los primeros seguros sociales fueron creados por Bismarck con dos objetivos: legitimar al Reich alemán y frenar el avance del partido socialista. Otros países se fueron sumando. EE. UU. hasta 1930 no estableció un seguro de accidentes.
La regulación del trabajo infantil y de la jornada laboral. Otro de losaspectos que definieron a este primer Estado del Bienestar fue la regulación del mercado de trabajo debido a las reivindicaciones de la lucha obrera. La Ley de Fábricas inglesa de 1833 prohibía el trabajo de menores pero hasta 1872 no se aplicó a la minería. La Ley de Talleres y Fábricas de 1878 limitó el trabajo de los niños mayores de 10 años a 30 horas semanales en las fábricas textiles.. Hasta 1938 no hubo una ley federal prohibiendo el trabajo infantil en EE. UU. Por otra parte, las jornadas laborales podían exceder las doce horas. La Ley de Fábricas de 1844, inglesa, fue la primera que reguló el trabajo de los adultos: redujo el trabajo de las mujeres de 18 a 12 horas y prohibía su trabajo nocturno. Pero los vacíos legales hacían posible que los empresarios se saltaran las normas con facilidad. En la mayor parte de EE. UU., en la década de 1890, la jornada legal era de unas 10 horas diarias, pero los emigrantes podían llegar a trabajar 16 horas. En Alemania la media semanal disminuyó de 75 horas semanales (1850-70), a 54 horas en 1914. En Francia en 1848 se limitó la jornada de trabajo femenino a 11 horas diarias, pero el de los hombres no se reguló hasta 1911.
2.10. El fracaso de España durante la Primera Globalización
La economía española apenas creció en este período en comparación con los países del norte de Europa. No se subió al carro de la primera globalización y perdió terreno frente al PIB per cápita de las naciones líderes.
La crisis agrícola, el proteccionismo y la emigración
En España los ferrocarriles también redujeron los costes de transporte y ayudaron a la creación del mercado nacional. Esto permitió que los trigos norteamericanos pudieran competir con los castellanos. La crisis agraria se manifestó con retraso por el proteccionismo en España.
Se salvó la viticultura, debido a las exportaciones de vino a Francia que estaba sufriendo la filoxera. Cuando los viñedos franceses se recuperaron cesaron las exportaciones españolas. Y cayó la producción de vino en España provocando una crisis que produjo un descenso en los precios y las rentas agrias provocando un derrumbe industrial. Pero gracias a la protección arancelaria que aumentó los precios interiores y contuvo las importaciones, y por la depreciación de la peseta.
A comienzos del siglo XX el crecimiento económico se basó en los siguientes factores: incremento de la inversión privada: aumento de la financiación exterior por la repatriación de capital desde las colonias perdidas en 1898; mayor inversión extranjera por la estabilización de la peseta; remesas de emigrantes españoles (fundamentalmente de América Latina). Asimismo, la agricultura intensiva en la zona del mediterráneo conoció un auge apreciable, al que unieron algunos sectores industriales, transportes y banca. No obstante, el menor crecimiento con respecto a los países líderes se debió, entre otras causas, a la insuficiente inversión pública, la reducida demanda del consumo privado y el pequeño tamaño del mercado.
España, además, no gozaba de buenas condiciones para sumarse a la segunda industrialización. Los gobiernos no llevaron a cabo una política industrialista. Se protegieron las ramas agrícolas e industriales ya existentes y el Estado no apoyó con decisión las empresas privadas, ni con subvenciones, ni con desgravaciones a la exportación, ni con pedidos desde el presupuesto, ni con ayudas a la investigación. El proteccionismo, que se había difundido desde 1875 tras la experiencia liberalizadora del arancel Figuerola de 1869, se intensificó con el arancel de 1891. En España los aranceles fueron altos y aumentaron los precios por encima de los vigentes en los mercados mundiales. Se optó por la protección integral, que favorecía a las industrias ya establecidas y a la agricultura no competitiva. La mayor parte de las importaciones se concentraban en materias primas (algodón en rama) y bienes de equipo. Las exportaciones eran principalmente de productos mineros (plomo, cobre, hierro, mercurio) y agrarios, procedentes de la agricultura mediterránea (cítricos, vinos, aceites, frutos). Las actividades exportadoras españolas se enfrentaron a la competencia de los países tropicales y de las zonas templadas, básicamente en los productos mineros (cobre) y los productos agrícolas, que se encontraban con nuevos productos sustitutivos industriales, como los tintes sintéticos. Esto exigió la reconversión de los productores de aceite hacia su uso como alimento y supuso la ruina de algunos sectores productores de tintes naturales. La productividad de la agricultura siguió siendo baja y la relación entre salarios y renta de la tierra disminuyó, porque el proteccionismo contribuyó a aumentar la retribución del factor escaso, que era la tierra. En España, la emigración se retrasó porque la pobreza impedía emigrar a la mayor parte de la población.
Políticas presupuestarias y monetarias y el marco institucional
En España se mantuvo una política monetaria heterodoxa, pues España no entró en el patrón oro. El Banco de España consiguió el monopolio de emisión en 1874, su función principal era prestar al gobierno. En 1900 Fernández Villaverde realizó una reforma tributaria que completó el sistema fiscal liberal, introduciendo la contribución sobre utilidades de la riqueza mobiliaria que gravaba las rentas del trabajo y el capital.
El sistema electoral era bastante imperfecto, mediante el sistema del “encasillado” se decidía el candidato que iba a ganar las elecciones; el sistema caciquil controlaba los votos a cambio de favores; los funcionarios cambiaban con los gobiernos, los “cesantes” esperaban que su partido ganase las elecciones para volver a la nómina de la administración pública.
En 1890 se legalizan los sindicatos y los partidos de izquierda, se crea la Comisión de Reformas Sociales y se implantan los seguros sociales; en 1900 se crea el seguro de accidentes y en 1908 el Instituto Nacional de Previsión. Trabajo, en 1873 se prohíbe el trabajo de los niños menores de 10 años. En 1900 la Ley del trabajo de las mujeres y los niños limitó la jornada de 10-14 horas a 6 horas en la industria y 8 horas en el comercio.
2.2. La revolución de los transportes
1870-1913 se caracterizó por la intensificación de la convergencia de las economías atlánticas, causada por la integración de los mercados de productos y de factores (trabajo y capital).
La convergencia en Europa (los países atrasados se acercaban a los líderes industriales. La convergencia de precios se dio entre Europa y Asia formándose un mercado mundial de cereales. Un hecho diferencial de la 1º Globalización, integración de los mercados gracias a los progresos con el transporte. El descenso de costes del transporte provoco un aumento de la protección arancelaria. La revolución de los transportes y de las comunicaciones explica el crecimiento del comercio internacional y las migraciones generalizadas de personas y capital. Las redes ferroviarias unificaron los mercados, permitiendo transportar mercancías pesadas y voluminosas hacia las costas para su exportación.
En Eu se redujeron los costes del transporte y se impulso la formación del mercado nacional. Los mercados nacionales se integraron antes que los internacionales porque los costes del transporte terrestre descendieron más que los marítimos.
Transporte marítimo: La navegación marítima se benefició de la competencia entre los barcos de vela (clippers) y los buques de vapor. Por dos motivos: a) La apertura del canal de Suez (1869) que acortó el trayecto desde Europa hasta Asia y Oceanía; b) las innovaciones: cascos de madera por los de hierro o acero. Estos adelantos aumentaron el espacio reservado a mercancías y pasajeros. Gran Bretaña mantuvo el liderazgo en el transporte marítimo y la industria de construcción naval. Innovaciones como la refrigeración permitieron transportar carne y otros productos perecederos.