Modernidad, Posmodernidad y Globalización: Un Análisis Sociológico
1. ¿En qué consiste la “modernidad occidental”?
La modernidad occidental es una época de novedad o de ruptura con el periodo anterior: la sociedad tradicional. La modernidad es una nueva sociedad frente a la antigua.
Se inicia realmente a partir del siglo XVII en Europa, y lo hace como consecuencia de las tres grandes revoluciones sociales y políticas que le proporcionaron su base política e institucional. La Revolución Francesa implica la abolición de la sociedad estamental y sus privilegios, la consagración de la libertad, la igualdad y la fraternidad como metas y principios rectores, y más concretamente la instauración de la democracia constitucional, el imperio de la ley y el principio de soberanía de los Estados-nación.
En cuanto a la base económica de la modernidad, es proporcionada por la revolución industrial británica: la industrialización y el urbanismo como formas de vida, y el capitalismo como forma de producción a través del trabajo libre en el mercado. Podemos destacar las siguientes características:
- El capitalismo como modo de producción económica, ligado a la clase social burguesa y al desarrollo de las ciudades.
- Un proceso de industrialización que va ligado al importante desarrollo científico-técnico.
- Una organización política democrática y una centralización administrativa en base a la burocracia del Estado-nación.
- Una racionalidad crítica que cuestiona la tradición y la autoridad.
- Un proceso de secularización, es decir, la pérdida de relevancia social de los signos, símbolos e instituciones religiosas.
- Un pluralismo de ideologías, de cosmovisiones, de valores e incluso de sentidos de la vida.
Quedaría aún el elemento más característico, quizás, el planteamiento de fondo de todo este proceso de la modernidad: su infraestructura intelectual y cultural. Lo que Habermas llamará el “proyecto de la modernidad”, está fundado en un optimismo desmedido en la razón, en la posibilidad de control y de previsión racional de todo acontecer, tanto natural como social. Se basará en el desarrollo de una ciencia objetiva, una moral universalista, y una ley y un arte autónomos que se regulan por lógicas propias. El dominio científico de la naturaleza prometía la liberalización de la escasez, de la necesidad e incluso de las catástrofes naturales arbitrarias.
La modernidad estaba alimentada por la esperanza de lograr formas de pensamiento racionales que liberarían a la humanidad de todos los tipos de vida social tradicionales, instaurando formas de organización social racionales. Se trata de una visión teleológica de la historia que concibe a ésta encaminándose hacia un fin supremo, hacia una era de libertad, de justicia y de felicidad; visión que es en gran medida una secularización de la visión judeo-cristiana del mundo.
2. ¿Cómo definiríamos la “posmodernidad”?
Es a finales de la década de los ochenta del siglo XX cuando se hace evidente el desencanto de la modernidad. Se suele considerar 1989 como fecha simbólica, con la caída del Muro de Berlín, que supone el derrumbe definitivo de la última gran ideología revolucionaria moderna: el comunismo marxista, y el triunfo del capitalismo.
Con ello surge la convicción de que la sociedad occidental y mundial entraba en una “nueva época histórica” que requería de nuevas categorías de reflexión sociológica para su comprensión.
Posmodernidad
Es una determinada sensibilidad o talante que se caracteriza por la crítica, e incluso el rechazo, de las creencias, esperanzas y razones que animan a la modernidad. Es decir, la crítica a la filosofía de la modernidad y a su legitimación racional.
Una de las dimensiones que Giddens menciona es la epistemología, la posmodernidad realiza una crítica radical de la racionalidad moderna. La ciencia no puede conocer de forma segura, cierta o evidente la realidad. Existen además distintos tipos de “conocimiento” y entre ellos la ciencia no posee un lugar privilegiado, no nos proporciona un conocimiento más “objetivo” de la realidad. En última instancia sólo existen puntos de vista o perspectivas diferentes de ver el mundo, “sólo existen interpretaciones” que, en definitiva son equivalentes entre sí.
Las “evidencias” occidentales, aunque se presenten como universales, no son sino un punto de vista “particular”, como cualquier otro. Por tanto, la razón no es universal, es enormemente plural, existen multitud de argumentaciones diversas, por lo que solo podemos aspirar a meros consensos locales y no a una razón universal, ni por supuesto a una historia unitaria.
La consecuencia inevitable de todo ello es el relativismo cultural y el cuestionamiento radical de cualquier universalismo. Desde la posmodernidad se subraya con fuerza la pluralidad y la diferencia de los distintos contextos sociales y culturales, de tal modo que las ideas, creencias, costumbres, valores, etc., son relativas y válidas para el contexto en que emergen; y no se pueden juzgar desde el exterior del mismo.
Además, una de las características más importantes de la visión posmoderna es su diferente concepción de la historia, que es la pérdida de sentido de la idea (fe) de progreso humano. Será la experiencia de las dos guerras mundiales, de los totalitarismos comunista y fascista, del Holocausto, del Gulag, etc., lo que acabará con ella. Se empezará a ver a la modernidad como un proceso ambiguo y contradictorio. Desde la “Escuela de Frankfurt” se hablará en este sentido de que en su recorrido histórico “real” no todo ha sido progreso y libertad y que la humanidad en lugar de haber creado una sociedad más racional, verdaderamente humana, justa y libre, ha acabado por generar un nuevo tipo de barbarie o en un sistema de opresión universal en nombre precisamente de la liberación de la humanidad.
La modernidad, en definitiva, se trata de un proceso ambiguo, contradictorio y que depende de nosotros, para bien y para mal → ambigüedad inherente. Los posmodernos anuncian el fin del método para el conocimiento de la verdad. Grandes “metarrelatos” que son una versión cambiada de la consecuencia religiosa. En gran medida, la teoría de la modernidad es una ideología del “desencanto intelectual” del marxismo.
3. La “sociedad del riesgo” de Ulrich Beck
La modernización se realiza, el cambio: producto de la modernización occidental, a través de individualizaciones, globalizaciones, inseguridades y peligros, emergiendo en una modernidad reflexiva.
Las principales características de la sociedad del riesgo de Beck son:
- Se esfuerza en comprender el desarrollo histórico de la modernidad (en las últimas 2-3 décadas).
- Pone a la vista el pasado que aún predomina y el futuro que ya empieza a perfilarse.
- Los riesgos sociales, políticos, económicos e individuales de la sociedad moderna tienden a escapar a las instituciones de control y protección de la sociedad industrial. Para Beck, hay dos tipos de riesgos: los clásicos y los modernos.
- Los riesgos modernos producen nuevas desigualdades entre el tercer mundo y estados industrializados y las propias clases sociales. Esta situación nos puede hacer reflexionar: la sociedad se vuelve reflexiva. Esto supone el siguiente desafío: superar los riesgos clásicos que eran previsibles y los riesgos modernos que no son del todo calculables y vienen por la globalización.
- Para superar dichos riesgos y desafíos, Beck plantea una reflexión sobre la autodisolución y autoamenaza de la sociedad industrial. Defiende una sociedad reflexiva y por lo tanto más crítica. Darle un nuevo sentido a la política, mediante grupos y movimientos no vinculados a clases ni partidos.
- Desde mi punto de vista, Beck quiere una nueva práctica que sea creativa que no entre en las antiguas hostilidades. Una política que diseñe y forje nuevos contenidos, nuevas formas. La organización de grupos y movimientos para actuar coordinadamente.
4. ¿Qué significa el concepto de “modernidades múltiples”?
La globalización actual no hace referencia a la “occidentalización” del mundo, sino a una situación completamente nueva en la que Occidente está dejando de ser el centro de referencia único para todos los países que aspiran a desarrollarse. Frente a la postura etnocéntrica occidental, a la pretensión de ser el modelo único para la modernización y el destino de todas las sociedades desarrolladas, se plantean diferentes manifestaciones de la modernidad y diversos caminos para alcanzarla. Si bien no ha terminado la modernidad, lo que sí parece estar acabando es la fase eurocéntrica y occidentalista de la misma. Apareciendo diversidad de caminos para alcanzar la “modernidad”. La modernidad empieza a concebirse de forma más abierta y plural, de diversas maneras. Aparece un nuevo concepto “modernidades múltiples”. En resumen; Occidente está perdiendo influencia y poder relativos frente al incremento de la fuerza económica, militar y política de otras civilizaciones, y por lo tanto, ya no hay dos únicos bloques pioneros, sino que ahora se divide en 7 u 8 civilizaciones.
La mejor manera de comprender el mundo moderno, piensa Eisenstadt, es verlo como la continua y reconstitución de múltiples programas culturales. Con una consecuencia importante y es que modernidad y occidentalización no son lo mismo, que la modernidad occidental no es la única auténtica, aunque eso sí disfruta la prioridad histórica y continúa siendo un punto de referencia básico para las sociedades que buscan modernizarse. Para nuestras sociedades modernas una cosa es que, en la era de la globalización, esté acabando la fase eurocéntrica y occidentalista de la modernidad y surjan múltiples modernidades, y otra muy diferente es que ello nos lleve a aceptar un relativismo radical que considere que valores fundamentales de la modernidad occidental como la libertad, la democracia o los derechos humanos solo valgan para occidente y no para el mundo global. El desafío consiste en construir un mundo entre todos.
5. ¿Cómo definiríamos la “globalización”?
La globalización alude al hecho de que cada vez es más cierto que vivimos en “un sólo mundo” de manera que los individuos, grupos o naciones se hacen más independientes. Sobre el año 1500 se comenzó a hablarse de mundialización, que es uno de los conceptos antecedentes al de globalización.
Al mismo tiempo, con el descubrimiento del “Nuevo Mundo”, comienza un proceso de ocupación, proceso de colonización que alcanzará a gran parte del mundo en el siglo XIX.
Después de concluida la 2ª Guerra Mundial, con la creación de las Naciones Unidas (ONU) y otras instituciones internacionales, se incrementan enormemente las relaciones políticas y jurídicas entre las naciones, con lo que cobra importancia el concepto de internacionalización.
En cuanto al término de globalización, es a comienzos de los setenta cuando empezó a difundirse el concepto en el mundo académico, en el ámbito de las Ciencias Sociales, logrando reconocimiento en los ochenta, y desde ahí comenzó a extenderse, terminando por popularizarse en las últimas décadas con la caída del Muro de Berlín (1989).
Los primeros usos del término globalización tenían que ver precisamente con la revolución informática, y con el ámbito económico y financiero, extendiéndose luego a la cultura, a la política, al derecho, al lenguaje común, etc.
Definición inicial, palabras de Giddens: “Por globalización se entiende el hecho de que cada vez es más cierto que vivimos en “un solo mundo”, de manera que los individuos, grupos y naciones se hacen más interdependientes”.
Para profundizar el significado de la globalización, Beck, distingue los 3 siguientes términos:
Globalidad
Significa que hace ya bastante tiempo que vivimos en una sociedad mundial. Es el hecho, afecta a la economía, política, cultura…; es además no sólo “percibida” por los seres humanos y las culturas como una realidad, sino “pensada y reflexionada” por muchos individuos y colectivos que tratan de actuar en consecuencia.
Globalización
Procesos de globalización que se producen en muchos ámbitos de la realidad (político, científico, comunicativo, económico, etc.). No se habla de un solo proceso, sino varios procesos de globalización.
Globalismo
Concepción según la cual el mercado mundial desaloja o sustituye el quehacer político; es decir, la ideología del dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo.
6. La globalización neoliberal
El curso actual de la globalización, que podemos denominar neoliberal, no es ni casual, ni mucho menos “natural”, consecuencia de un proceso de cambio inevitable y necesario; sino que es el producto de un conjunto de decisiones políticas y económicas tomadas por poderosos actores mundiales, sobre todo estadounidenses.
Tratan de acabar con el poder de los sindicatos, privatizar las empresas públicas, flexibilizar el mercado de trabajo, eliminar los impuestos progresivos y recortar el Estado del Bienestar.
Por lo que, al hablar de “globalización neoliberal”, nos referimos a esta nueva etapa del desarrollo del capitalismo, comenzada a partir de la década de 1980, una “segunda revolución capitalista” se la ha llamado, caracterizada por la liberación del comercio y de las finanzas que consolida el mercado mundial e intensifica la globalización de la economía.
Es, por tanto, el resultado de varias décadas de decisiones políticas tomadas por los actores más poderosos del sistema mundial. Los principales actores de la globalización actual serían los siguientes:
1. Actores públicos
Marcan las políticas económicas a desarrollar. Las instituciones públicas, creadas para favorecer el desarrollo y la lucha contra la pobreza a nivel global, son criticadas por muchos científicos sociales y actores de la sociedad civil, por traicionar los fines para los que fueron creados y estar al servicio de las políticas económicas neoliberales predominantes.
2. Actores privados
- La importancia y el impacto de las empresas transnacionales.
- El poder de las finanzas. Los pesos pesados del mundo financiero controlaban ya en 1995, en nombre de sus clientes, cerca de 28 billones de dólares.
- Los grupos de presión favorables a la globalización. Grupos de presión formados por coaliciones de empresas, o en muchos de los sectores fundamentales (petrolero, químico).
Esta ideología conlleva una serie de políticas como el libre comercio, la libre circulación del capital, el control de la inflación, la desregulación y flexibilización del mercado laboral, la privatización de empresas públicas, la rebaja de impuestos, etc. En síntesis: el “Estado mínimo”, la menor intervención posible del Estado en la economía, sobre todo como redistribuidor de la riqueza, recortándose el Estado del Bienestar, sobre todo los gastos sociales.
7. Consecuencias de la globalización neoliberal
Es preciso globalizar la política, el derecho, la ética, los derechos humanos, etc. Precisamente en ello van a insistir los movimientos contrarios al desarrollo actual de la globalización, protestando por ser catalogados injustamente como movimientos “antiglobalización”, cuando realmente defienden otra globalización, de ahí la denominación de “alter-globalización”, cuando luchan por otro tipo de globalización: “otra globalización es posible”.
En cuanto a su origen, se trata de movimientos sociales muy heterogéneos, cercanos a los llamados Nuevos Movimientos Sociales (ecologismo, pacifismo, feminismo…) surgidos en los años 60 y 70.
Emergen a partir de 1995, tomando en relevo de las ONG´s surgidas antes; y se enfrentan a los problemas de la izquierda. Desde el inicio, los grupos van organizándose en redes, con el objetivo de manifestarse con ocasión de determinadas cumbres y organizar cumbres alternativas. Las propuestas que han ido planteando los movimientos alterglobalización son muy plurales y existen muchas diferencias entre ellas, si bien también existen algunos puntos generales que son compartidos por la mayoría.
En primer lugar, comparten ciertos valores de fondo que son los inspiradores de sus diferentes propuestas. Entre ellos, podemos señalar:
- La defensa de la igual dignidad de todos los seres humanos y por tanto de los Derechos Humanos en su sentido integral.
- El acceso universal a los “bienes comunes” básicos.
- Una democracia económica y social de carácter participativo.
- La sostenibilidad ecológica del planeta.
- El respeto a la identidad y la diversidad culturales.
Frente a la enorme injusticia de este des-orden global, se hace necesario establecer un nuevo orden económico, político y jurídico más justo. Lo que requiere reducir el poder y forzar el cambio de política de instituciones como el BM o el FMI.
Es preciso ejercer un control político de carácter democrático sobre la economía. Someter los flujos financieros a reglamentaciones de carácter obligatorio para que sean orientadas a favorecer una economía real, no financiero-especulativa, que produzca bienes y servicios realmente necesarios y garantice un trabajo digno para todos.
A su vez es preciso establecer ciertos planes y estrategias contra la gran pobreza mundial existente. Los programas de Ayuda Oficial al Desarrollo han de garantizar unos recursos sociales básicos para todos los seres humanos. Existe un acuerdo bastante generalizado de que las ayudas son claramente insuficientes y que es preciso condonar la deuda a unos 50 países de los más endeudados. Promocionar el comercio justo: la banca ética, etc. Para concluir, instaurar una fiscalidad progresiva que evite que la desigualdad global siga creciendo, como sucede con la globalización actual, y en definitiva distribuir la riqueza global de una manera mucho más justa y solidaria.
8. Los “movimientos alterglobalización”
Los movimientos alterglobalización no son movimientos “antiglobalización”, sino que defienden y luchan por un tipo de globalización diferente a la globalización económica neoliberal, dicen que “otro mundo es posible”. Son llamados “movimientos por la justicia global”.
Son unos movimientos muy heterogéneos. Emergen a partir de los años 95-96, relevando a las ONG´s y enfrentándose a los problemas de la izquierda. Son más democráticas que estas, la sociedad civil tiene una participación más directa, y aportan nuevas formas políticas de organización y acción (reformistas y radicales).
En el 98, se crea Paris Attac, actualmente implantada en 50 países, para actuar contra los paraísos fiscales, la condonación de la deuda…
En 1999, surgieron grandes manifestaciones por la reunión de la OMC en Seattle, y por las reuniones del FMI, FEM o el G-8 en Praga, Barcelona… A partir del éxito de estas, Attac propuso que se reuniera el Foro Económico Mundial, compuesto por los principales dirigentes económico y políticos mundiales, y propuso el nombre de Foro Social Mundial. Desde entonces se reúne cada año, y según la “Carta de Principios” de Porto Alegre es un espacio de encuentro para reflexionar, debatir, proponer, intercambiar experiencias y articular acciones eficaces por parte de las entidades y los movimientos de la sociedad civil que se opongan al neoliberalismo y a la dominación del mundo por el imperialismo, y construir una sociedad orientada al ser humano.
Las propuestas que han ido planteando los movimientos alterglobalización son muy diferentes entre ellas, pero también tienen puntos en común, como por ejemplo, sus valores:
- Defender la igual dignidad de todos los seres humanos y por tanto los Derechos Humanos en sentido integral.
- El acceso universal a los “bienes comunes” básicos.
- Una democracia económica y social participativa.
- La sostenibilidad ecológica del planeta.
- El respeto a la identidad y la diversidad culturales.
Propuestas alternativas a la globalización actual:
- Reducir el poder y formar el cambio de política de instituciones como el BM, el FMI y la OMC, exigiéndoles democracia y transparencia.
- Creación de nuevas instituciones de gobernanza global.
- Papel central de unas Naciones Unidas.
- Control político democrático sobre la economía.
- Reglamentar los flujos financieros orientadas a favorecer una economía real, no financiero-especulativa, que produzca bienes y servicios necesarios y que garantice trabajo digno para todos.
- Suspensión de los paraísos fiscales.
- Establecer planes contra la pobreza mundial. Los programas de Ayuda Oficial al Desarrollo deben garantizar unos recursos básicos para todos los seres humanos ya que los actuales son insuficientes y si es necesario condonar la deuda a los países más endeudados.
- Promover el comercio justo, la banca ética, etc.
- Implantar una fiscalidad progresiva que evite que la desigualdad global siga creciendo, y distribuir la riqueza global de forma más justa y solidaria.
- Renta Básica de Ciudadanía.