Linea del tiempo de la edad media y el islam

EL ORIENTALISMO

Antecedentes:

Nace en Europa y es una disciplina que se especializa en las culturas orientales. Es una zona geográfica a partir de la cual se ha desarrollado una cultura propia, la cual abarcaría desde el Próximo Oriente hasta el Lejano Oriente, pero en esta categoría también se han incluido zonas que no están geográficamente en esa franja, como los países del Magreb y la zona occidental de África, mientras que algunos países que sí están situados en aquella zona no son objeto de estudio del Orientalismo por haber sido colonizados por las potencias europeas, como Australia o Nueva Zelanda. Este movimiento se consolida en el siglo XIX, pero posee una larga trayectoria en la Historia antes de nacer como ciencia. Para que ocurriera, se dieron una serie de factores a lo largo del tiempo que causaron el nacimiento del Orientalismo:

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El interés europeo por lo oriental comenzó por el Lejano Oriente, sobre todo a causa del Imperio Mongol, surgiendo en la época del reinado de Gengis Kan y abarcando hasta el gobierno de su nieto, Kublai Kan, quien además fue emperador de China entre 1271-1294. Las noticias de estas tierras llegaban aquí a través de las noticias de los viajeros, sobre todo con El libro de las maravillas, obra que Marco Polo escribió entre 1298-1299. Gracias a él se veía el Imperio Mongol como una civilización avanzada, urbanizada, con gran desarrollo tecnológico y con una filosofía sofisticada. El problema es que las relaciones con el imperio se rompieron cuando los turcos comenzaron a expandirse por Occidente, lo que causó el bloqueo de las vías de acceso con Oriente. Éstas se retoman en el siglo XV con los descubrimientos de los primeros misioneros españoles y portugueses que viajan hasta aquellas lejanas tierras, lo que hace que vuelva la fascinación por la cultura oriental, sobre todo por China, lo que durará hasta el siglo XVIII, cuando se quiebra la imagen positiva de Asia a causa del desarrollo industrial y de la conquista de los mercados orientales por parte de Europa. A partir de ese momento, los objetos lujosos que antes se importaban comienzan a fabricarse en nuestro continente, como la porcelana. En ese siglo también se dio por Asia una progresiva implantación de comerciantes británicos y holandeses, que acabaron monopolizando el comercio.

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Las luchas entre el Cristianismo y el Islam radicalizó mucho la imagen que unos tenían sobre otros, describiendo a sus enemigos como seres infrahumanos o demonios a los que había que matar para que sus creencias no se expandieran. Al principio el Islam, se veía más como una herejía que impedía la expansión del Cristianismo por Oriente. Ya en el siglo XII, Pedro “el Venerable”, abad del monasterio de Cluny, ordenó traducir el Corán para así

conocer su contenido. A finales del XIII, Ramón Llull quiso fundar un centro de estudios orientales para formar allí a los futuros misioneros y que tuvieran una base sólida para enfrentarse al Islam. A finales del XV, Juan de Segovia intentó el diálogo entre eruditos de ambas religiones con el objetivo de convertir a los musulmanes. A finales del XVI, los teólogos cristianos ya poseían un conjunto de “creencias” sobre el Islam que les servían para argumentar en su contra y demonizar al enemigo, problema que aumentó con la conquista de Constantinopla y con la expansión del Imperio Otomano por Occidente. A finales del siglo XVIII aparece la idea de superioridad de los cristianos con respecto a los musulmanes, la cual se refuerza y se traslada a otros ámbitos con el paso del tiempo.

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Todo esto cambia con el racionalismo de los ilustrados, ya que la religión no era para ellos un criterio de superioridad. Ahora, la Ilustración incorpora a todas las sociedades del mundo dentro de la Historia, para situarlas en una línea ascendente hacia el progreso. La Historia es una sucesión de cambios en los que Europa posee un lugar privilegiado. El Islam ya no es negativo por sus creencias, pero se ve como dependiente de nuestro continente en esa línea del progreso. La Ilustración sirvió para restablecer aspectos positivos del Islam, como la tolerancia con las otras “religiones del libro” (Judaísmo y Cristianismo, algo que en Europa no se daba), la función que ha tenido como transmisor de la cultura grecorromana… a lo que ayudó que los turcos ya no suponían un problema militar para Europa. La renovación del interés por Oriente tiene que ver también con el desarrollo científico del siglo XVIII, con los informes de los viajeros que regresaban desde allí, con las incursiones coloniales y con el gusto que aparece por la colección de elementos culturales orientales. Ejemplos de esto son la biografía de Mahoma que escribió Voltaire, las traducciones que se empezaron a hacer del Corán desde un punto de vista filológico, etc. La Ilustración aportó elementos importantes para desmontar los prejuicios sobre el Islam y ayudó a la creación de instituciones con el objetivo de estudiar Oriente.