Las Bases de la Teoría Sociológica: Saint-Simon, Comte, Durkheim y Marx

Saint-Simon

Sus pensamientos fueron de suma importancia tanto para el desarrollo de la teoría sociológica como para el de la marxiana. Pretendía desde su postura conservadora preservar la sociedad tal y como era. Además, era positivista, es decir, que creía que el estudio de los fenómenos sociales debía emplear las mismas técnicas científicas que las ciencias naturales. Saint-Simon no fue tan lejos como Marx, pero ambos previeron que los capitalistas suplantarían a la nobleza feudal. A Saint-Simon le parecía inconcebible que la clase trabajadora pudiera sustituir a la capitalista.

Comte

Fue el primero en utilizar el término sociología y creía que su estudio debía ser científico. Su obra es una reacción en contra de la Revolución Francesa y la Ilustración. Desarrolló su perspectiva científica, el positivismo, para luchar contra lo que consideraba la filosofía destructiva y negativa de la Ilustración. No creía posible el regreso a la Edad Media ya que los avances científicos e industriales hacían imposible este regreso. Desarrolló un sistema teórico que configuró una gran parte de la sociología temprana. Tenía el afán por modelar a la sociología a partir de las ciencias duras, para que esta terminara por ser la ciencia dominante que se ocupara tanto de la estática como de la dinámica social. Comte no recomendaba el cambio revolucionario; las reformas eran necesarias para empujar levemente el proceso. Por esto, elaboró una teoría, Ley de los 3 Estadios, que propone que existen tres estadios intelectuales a través de los que la historia del mundo ha avanzado:

  1. Estadio Teológico: Creencia en poderes sobrenaturales, figuras religiosas que dan origen a todo.
  2. Estadio Metafísico: Creencia en las fuerzas abstractas.
  3. Estadio Positivo: Creencia en las ciencias.

Este pensador afirmaba que el desorden intelectual era la causa del desorden social. Solo cuando el positivismo se hiciera con el control cesarían las revueltas sociales. Su sociología no se centraba en el individuo, recomendaba el análisis conjunto de la estructura y el cambio social. El énfasis de Comte en el carácter sistémico de la sociedad tuvo una gran importancia para la teoría sociológica posterior.

Por último, hay que decir que Comte era un elitista: creía que la sociología se convertiría finalmente en la fuerza científica dominante del mundo debido a su específica capacidad de interpretar las leyes sociales y de desarrollar reformas para solventar los problemas del sistema.

Durkheim

Era políticamente liberal, pero intelectualmente adoptó una postura conservadora, temía y odiaba el desorden social. Su principal obra se basó en dicho desorden y sus cambios sociales asociados. Lo consideraba como una parte innecesaria del mundo moderno y que podía solucionarse mediante la introducción de reformas sociales. Se dedicó al estudio del orden social.

Desarrolló una concepción distintiva del objeto de estudio de la sociología y pasó a su verificación en el mundo empírico. En Las Etapas del Método Sociológico, establece que la sociología era el estudio de los hechos sociales, que concebía como fuerzas y estructuras externas al individuo. Quería también, demostrar la utilidad de ese enfoque mediante la investigación sociológica, para lo que eligió el tema del suicidio vinculándolo como un comportamiento individual con causas sociales, lo que supondría una prueba irrefutable de la importancia de la disciplina de la sociología. Su argumento principal se basaba en la naturaleza y los cambios de los hechos sociales, desarrollando así, una perspectiva distinta de la sociología.

En Las Reglas del Método Sociológico, Durkheim distinguía entre dos tipos de hechos sociales: materiales y no materiales. Su primera gran obra, La División del Trabajo Social, comparaba aquello que mantenía unidas a las sociedades primitivas y modernas, llegando a la conclusión de una pérdida de conciencia colectiva en la sociedad moderna, y reconociendo esto como una forma inadecuada para mantener a la sociedad unida. Sin embargo, no estaba de acuerdo con la revolución, sino con las reformas y reconocía la imposibilidad de regresar a las épocas donde reinaba la conciencia colectiva.

En su última gran obra, Las Formas Elementales de la Vida Religiosa, llegó a la conclusión de que la sociedad era lo que definía ciertas cosas como religiosas y otras como profanas. Al final llegó a manifestar que la sociedad y la religión eran fenómenos indistintos. La religión era el modo de manifestar que la sociedad se expresaba a sí mismo bajo la forma de un hecho social no material.

Marx

Recibió la influencia de Hegel y Feuerbach, y a la vez criticó a ambos. Criticaba a Hegel por su postura en la filosofía idealista, que daba más importancia a la mente y a los productos mentales que al mundo material. Marx, sin embargo, se interesaba por el trabajo de las personas reales y conscientes. Pensaba que el idealismo de Hegel conducía hacia una orientación política harto conservadora, a lo que él adoptó una postura muy diferente al manifestar que la raíz de todos los problemas de la vida moderna podía encontrarse en fuentes reales materiales y que las soluciones residían exclusivamente en la destrucción de esas estructuras por medio de la acción colectiva. Pensaba que lo que debía analizarse era el conjunto del mundo social, particularmente la economía.

Extrajo la dialéctica de Hegel y el materialismo de Feuerbach y los incorporó a su materialismo dialéctico, que se centraba en las relaciones dialécticas del mundo material.

Su premisa básica de que el trabajo era la fuente de la riqueza lo condujo a la construcción de su teoría del valor trabajo, de acuerdo con la cual las ganancias de los capitalistas se basaban en la explotación de los trabajadores, lo que constituía la base de su sistema. Su objetivo era desarrollar una teoría que explicara la opresión de la Revolución Industrial y contribuyera a la destrucción de este sistema. Su interés era la revolución y tenía un compromiso social con el cambio radical del capitalismo al socialismo. No era sociólogo ni se consideraba como tal, pero sus ideologías causaron un pronto rechazo a los teóricos de la sociología.

Creía que las personas necesitaban trabajar en y con la naturaleza para sobrevivir y satisfacer todas sus necesidades básicas y que además eran inherentemente sociales, ya que necesitaban trabajar juntos para poder lograrlo, y el sistema capitalista producía una ruptura en este proceso productivo natural al que llamó alienación. En la sociedad capitalista las personas producen de forma no natural para un pequeño grupo de capitalistas, en lugar de producir para sí mismos. Por esto Marx sentía una gran preocupación intelectual por las estructuras del capitalismo y sus efectos opresivos, experimentando mayor preocupación por contribuir a su derrota.