Guía Completa sobre Dislexia y TDAH: Síntomas, Ejercicios y Estrategias
¿Qué tipo de ejercicios son más convenientes para tratar una dislexia fonológica?
Los ejercicios que mejoran el reconocimiento y la precisión fonológica son muy efectivos para tratar la dislexia fonológica. Aquí hay algunos ejemplos:
Percepción visual:
- Crear una sopa de letras donde todas las letras sean iguales excepto una, y el alumno ha de encontrar la diferente.
Percepción auditiva:
- Comparar sonidos similares, como preguntar si «pez» y «pec» suenan igual.
Correspondencia fonema-grafema:
- Formar letras con plastilina.
Ejercicios con sílabas:
- Dividir palabras en sílabas, por ejemplo, «tomate»: To-ma-te, y marcarlas con palmadas.
¿Cuál sería el enfoque recomendado para intervenir en cada tipo específico de dislexia?
Dislexia auditiva:
- Actividades multisensoriales: Actividades que involucren ver, oír, decir y escribir las palabras y las letras. Por ejemplo, escribir la palabra en arena mientras se pronuncia.
- Segmentación de palabras: Por ejemplo, separar «gato» en sonidos individuales (fonemas), /g/a/t/o/.
- Combinación de sonidos: Trabajar la combinación de fonemas para formar palabras.
- Manipulación de sonidos: Consiste en quitar, añadir o sustituir sonidos dentro de una palabra.
- Crear un grupo de lectura: Donde los alumnos se den retroalimentaciones entre ellos.
- Usar audiolibros y herramientas de lectura digital.
Dislexia visual o superficial:
- Dificultades en el reconocimiento de palabras: Se presentan dificultades en el reconocimiento rápido de las palabras, sobre todo en las palabras que no siguen las reglas fonéticas estándar (palabras irregulares).
- Problemas con la ortografía y la memorización de palabras visualmente.
- Lectura lenta de palabras familiares.
Dislexia mixta:
- Dificultades combinadas de decodificación fonológica y reconocimiento visual de palabras.
- Problemas con la conciencia fonológica y la memorización de palabras.
- Lectura lenta e inexacta.
¿Cuáles son los síntomas de un niño o joven con TDAH?
Los síntomas del TDAH se pueden agrupar en tres categorías: la desatención, la hiperactividad y la impulsividad.
Desatención:
- No prestar atención a los detalles o incurrir en errores por descuido en tareas escolares.
- Tener dificultad para mantener la atención en tareas.
- No seguir instrucciones y no finalizar sus tareas.
- Distraerse fácilmente.
- Ser descuidado y tener dificultad para organizar tareas o actividades.
Hiperactividad:
- Mover en exceso las manos o los pies.
- Abandonar su asiento en las clases o en otras situaciones en que debería estar sentado.
- Correr o saltar excesivamente en situaciones inapropiadas.
- Tener dificultades para jugar tranquilamente.
- Hablar en exceso.
Impulsividad:
- Precipitarse dando respuestas antes de haber escuchado la pregunta completa.
- Tener dificultades para guardar el turno.
- Interrumpir o inmiscuirse en actividades de otros.
¿A qué se pueden deber las dificultades en la redacción? ¿Cómo se puede mejorar esa situación?
Dificultades en la redacción:
- Falta de claridad en las ideas: Si no se tiene una idea clara de lo que se quiere comunicar, es difícil organizar y expresar los pensamientos de manera coherente.
- Déficit en habilidades lingüísticas: Problemas con la gramática, el vocabulario y la sintaxis pueden obstaculizar la capacidad de redactar eficazmente.
- Falta de práctica: La redacción es una habilidad que mejora con la práctica constante. Si no se practica regularmente, es fácil perder fluidez y competencia.
Mejorar la redacción:
- Hacer un esquema: Antes de empezar a escribir, es útil hacer un esquema para organizar las ideas.
- Leer ampliamente: Leer diferentes tipos de textos ayuda a ampliar el vocabulario y a interiorizar diferentes estilos de escritura.
- Hacer ejercicios de escritura: Escribir regularmente, aunque sea por poco tiempo, ayuda a mejorar la fluidez y la técnica.
- Escribir todos los días: Llevar un diario o escribir en un blog son buenas maneras de practicar la escritura de forma regular.