Explorando la Metodología de la Tercera Vía y la Organización por Rincones en Educación Infantil

¿Qué Significa el Planteamiento Metodológico de la “Tercera Vía”?

Dentro de la **tercera vía**, se presenta un planteamiento alternativo a las dos vías anteriores, implementando actividades de acompañamiento cercano en un entorno enriquecido. No se propone un programa individualizado para cada alumno. Los niños participan en diversas actividades en un ambiente de actividad constructiva y plural. La diversidad se aprovecha para la acción educativa, respetando y atendiendo a los diversos ritmos de aprendizaje.

El docente puede estar presente sin dirigir las actividades. En el aula, se realizan diversas tareas de forma simultánea, y las actividades no tienen un único resultado predefinido. El adulto se encarga de estimular el desarrollo infantil en contextos naturales, ofreciendo actividades variadas que los niños pueden desarrollar de forma autónoma.

El adulto influye indirectamente mediante la preparación de un ambiente físico y social enriquecido, y directamente con una intervención cercana y ajustada a cada niño. A través de esta vía, se busca acercar al alumnado al mundo de los objetos, de las personas y de la cultura, para que desarrollen su potencial y encuentren un medio material y social enriquecedor a su medida.

Para lograrlo, se debe preparar y reorganizar continuamente el ambiente físico en función de las necesidades de los niños, identificándolas mediante la observación del grupo y de cada niño. Los materiales variados que inviten al juego constructivo, a la interacción entre iguales y a la experimentación son de gran ayuda y muy estimulantes.

En el medio social, la interacción entre niños es un recurso esencial, por lo que debe predominar una determinada organización grupal, reequilibrando continuamente las relaciones y los roles que se dan en la actividad, sacando lo positivo de todos los niños. El adulto actúa como mediador, favoreciendo la interacción constructiva entre iguales. La intervención educativa debe ser de proximidad, tanto en lo afectivo como en lo cognitivo y lo espacial. No se debe situar ni muy por delante del niño, con propuestas alejadas de su nivel de desarrollo o de sus intereses, ni muy por detrás.

Es necesario el intercambio y el diálogo, en el que el niño va marcando el ritmo. El rol del profesorado en esta vía es de vital importancia. El maestro es el único adulto y debe ofrecer un modelo de adulto entre los propios alumnos. El docente no manda, sino que coordina el funcionamiento de las tareas, de las cuales solo ha aportado las sugerencias y los medios. El docente orienta y vigila para que todos participen en las distintas actividades y descubran el espíritu de la cooperación. El maestro debe presentarse como un miembro más del grupo, cuyo papel es el de mediador, animador, orientador, etc., con el fin de ayudar a los niños a descubrir, buscar, construir y organizar su ambiente.

Algunas de las características del modelo de adulto para la tercera vía deben ser:

  • Ser un adulto dialogante
  • Combatir los estereotipos sociales
  • Potenciar actitudes de confianza hacia el alumnado
  • Ser paciente, no anticiparse al alumnado
  • Favorecer una actitud no autoritaria
  • Ser capaz de desarrollar actitudes y el clima necesario que enfrente al niño con contradicciones.
  • Ser potenciador de actividades lúdicas
  • Mantener una actitud afectiva de contacto personal con los niños.
  • Fomentar actitudes de cooperación, socialización e interrelación.
  • Despertar la curiosidad intelectual.


Definición de los Rincones como Tipo de Actividad para la Educación Infantil

Organizar el aula por rincones es una estrategia pedagógica que pretende responder a la exigencia de integrar las actividades de aprendizaje a las necesidades básicas de los niños. Es un intento de mejorar las condiciones que hacen posible la participación activa de los alumnos, respetando los ritmos y las necesidades de cada uno en la construcción de sus conocimientos.

El rincón es el espacio donde el niño realiza todo tipo de juego espontáneo, individual o en pequeño grupo. Es quien decide qué hacer en cada rincón, respetando su iniciativa. En el trabajo por rincones, la tarea del profesor es ofrecer el material suficiente, rico y variado, observar la actividad y tomar nota de las relaciones que se establecen, estando atento a las actividades que surgen y a los conflictos.

El docente, mediante la observación, verá qué rincones pierden interés, para renovarlos o sustituirlos por otros. Los rincones están en constante evolución y se van transformando con la renovación de los materiales y nuevos pensamientos.

Los rincones **no son** actividades que se realizan de forma dirigida, ya que el adulto no interviene en lo que hay que hacer. Tampoco son un tiempo de relleno, porque son actividades que deben estar planificadas previamente y tener un espacio fijo en el horario de los niños. No tiene sentido hablar de rincones libres o dirigidos, sino de actividades de acompañamiento, en las que se pueda intervenir y hacer propuestas sin decir qué hacer ni cómo hacerlo.

Los rincones **no son** talleres, a veces pensamos que es algo complementario porque permite que los niños que ya han terminado alguna actividad no estén parados sin hacer nada, pero eso no es trabajar por rincones porque no se utilizan para que los niños aprendan, no están sujetos a una intencionalidad, ni son objetos de planificación. Debe haber un sentido pedagógico. Tampoco son premios, es decir, no es algo que se le ofrezca al niño por tener una buena actitud o por haber acabado antes cualquier otro tipo de tarea o actividad.

Utilizando el trabajo por rincones de una forma adecuada se puede atender a los siguientes aspectos que propician el desarrollo de los niños:

  • La atención a la diversidad: los trabajos por rincones respetan el ritmo de cada alumno, además de sus necesidades e intereses.
  • La autonomía: el niño va aprendiendo y desarrollándose, lo que supone un proceso de desarrollo que, a su vez, aporta autonomía al niño ya que cada vez se va superando y eso requiere de confianza y seguridad en uno mismo.
  • La interacción con los iguales: en las actividades por rincones que sean grupales, implica la interacción con el resto de los iguales y con adultos, pues se necesita de la colaboración de los compañeros para llevarlo a cabo.
  • El juego: es la base del aprendizaje de esta etapa, cada juego es un nuevo conocimiento por eso no puede faltar en las actividades por rincones.
  • El papel del docente: Observar e intervenir además de renovar el material, cambiarlos… El docente como tal deberá confiar en la potencialidad de sus alumnos, y para ello tendrá que organizar cada actividad previamente y condicionar cada rincón.

En cuanto a los aspectos organizativos del trabajo por rincones, debemos destacar la importancia de los espacios claramente delimitados, con diversidad de materiales que estén al alcance de los niños y que les dé seguridad, ni muchos ni pocos, que permitan diferentes elaboraciones. En cuanto a la temporalidad, debe otorgarse el tiempo necesario, que debe ser flexible y amplio. Asimismo, deben establecerse unas normas de funcionamiento que conlleven unos momentos de reflexión para recapitular todo aquello que se ha practicado y llevado a cabo.

Los rincones se hacen en función de las posibilidades del espacio, pero tienen que responder a las necesidades del grupo de niños. La clase tiene que ser cómoda y organizada. La ubicación de los rincones y de los muebles ha de permitir que el niño se desplace libremente por la clase. Las mesas y las sillas no tienen razón de ser y ocupan un espacio aprovechable para otro recurso. En el aula se procurará crear un espacio flexible y funcional, en el que sean compatibles zonas de trabajo colectivo, que se puedan reconvertir para trabajar en taller y en zonas específicas para rincones fijos.