Evolución del Tratamiento Penitenciario en España: Sistemas y Objetivos

Evolución del Tratamiento Penitenciario en España

El Sistema Progresivo

En España, el sistema progresivo fue introducido por el coronel Montesinos en el presidio de San Agustín (Valencia) desde 1834. Este sistema, inspirado en una ideología reformadora y humanista centrada en la persona, tenía como lema: «La prisión solo recibe al hombre. El delito queda en la puerta».

El sistema se dividía en tres etapas:

  1. Primer periodo: Dedicado a la limpieza y otros trabajos interiores, con el interno sujeto a la cadena o hierro, siendo trasladado a una brigada llamada depósito hasta ser destinado a un trabajo.
  2. Segundo periodo: Los internos se dedicaban al trabajo, que abarcaba su capacitación profesional. Se pretendía interesar a los penados en el trabajo con un trato humano, ofreciéndoles descansos y comunicaciones con familiares.
  3. Tercer periodo: De libertad intermedia, consistía en superar duras pruebas como ensayo de la libertad antes de romper los vínculos con el establecimiento.

Individualización Científica

El actual sistema penitenciario español se basa en la separación por grados. A diferencia del sistema progresivo, que se basa en criterios rígidos y tiempos mínimos para avanzar de fase, el sistema de individualización parte del principio de que no existen diferencias en los métodos de tratamiento según las fases, sino que estos dependen de las circunstancias personales de cada interno.

Es individualizado porque el cumplimiento de la pena se diseña de forma individual para cada interno a través de la clasificación penitenciaria. Es científico porque se basa en las ciencias de la conducta y es aplicado por especialistas en las mismas.

Concepto de Tratamiento

El tratamiento consiste en el conjunto de actividades dirigidas a la reeducación y reinserción social de los penados. Pretende hacer del interno una persona con la intención y capacidad de vivir respetando la ley penal, así como de subvenir a sus necesidades. Se busca desarrollar una actitud de respeto a sí mismos y de responsabilidad individual y social con respecto a su familia, al prójimo y a la sociedad en general.

Principios del Tratamiento

Se da un mayor énfasis al contenido terapéutico, lo cual puede ser contradictorio con la noción sociológica de tratamiento. Si se pretende que el sujeto se reinserte, se debe dar más énfasis a los medios de integración social y no tanto a los diagnósticos científicos de personalidad.

Los principios inciden en dos momentos distintos del tratamiento:

  1. Fase de estudio de la personalidad: Se estudia la personalidad y se da un diagnóstico de personalidad criminal y juicio de pronóstico inicial.
  2. Fase de ejecución del tratamiento: Será individualizado, complejo, programado, dinámico y voluntario.

Objetivos del Tratamiento

  • Objetivo formativo: Diseño de programas formativos para desarrollar las aptitudes de los internos, enriquecer sus conocimientos, mejorar sus capacidades técnicas o profesionales y compensar sus carencias.
  • Objetivo psicosocial: Utilización de técnicas psicosociales para mejorar la capacidad de los internos, trabajando sobre los problemas que hubieran podido influir en la conducta delictiva.
  • Objetivo resocializador: Potenciar los contactos del interno con el exterior, siempre que sea posible.

Salidas Programadas

La regla general es que no duren más de dos días, aunque se puede excepcionar. El equipo técnico realiza un informe con los internos seleccionados y las personas que actuarán como acompañantes. La junta de tratamiento formula la propuesta y, en su caso, el centro directivo la aprueba.

Para internos que ofrezcan garantías de hacer un uso correcto y adecuado de las mismas, deben estar en segundo grado más un cuarto de la pena, tener buena conducta y pronóstico de reinserción o tercer grado. Si se trata de internos de segundo grado y la salida va a durar más de dos días, se necesitará la autorización del JVP.

Las salidas programadas tienen vinculación con los permisos de salida y se suelen utilizar para acudir a espectáculos deportivos, actividades culturales, excursiones al aire libre, siempre relacionadas con los programas de tratamiento que siga el interno.