Evolución del Latín al Gallego: Flexión Casual, Artículo y Posesivo
Causas de la Pérdida de la Flexión Casual
Para explicar la desaparición de la flexión nominal latina se ha acudido a distintas motivaciones:
(i) El sistema flexional latino era un modelo de variación y sincretismos:
a) El mismo caso puede poseer una fuerte alomorfía según la declinación, por ejemplo, en el genitivo singular de los sustantivos [-ae, -i, -is, -us e -ei], o en el genitivo singular de los adjetivos [-i, -is o -i, -ius].
b) Sincretismo, pues la misma marca puede vehicular casos distintos: dativo y ablativo coincidían siempre en el plural, nominativo y acusativo en el plural sólo se diferenciaban en los nombres de tema en –A y en –US.
c) Variación lexemática: formas con/sin alternancia: por ejemplo, pulmo(nom.) pulmonis(gen.)
(ii) Tendencia a la expresión analítica.
La evolución de un tipo sintético a otro analítico, es el principal cambio en la historia de la morfología del gallego. Según Schlegel los rasgos de una lengua analítica son:
- Uso de preposiciones en lugar de los casos.
- Artículo delante del sustantivo obligatoriamente.
- Pronombre sujeto delante del verbo obligatoriamente.
- Empleo de auxiliares en la conjugación verbal.
- Formación del comparativo con adverbios.
Semánticamente la desinencia sólo es relevante en algunas circunstancias (por ejemplo, con preposiciones que rigen acusativo o ablativo). A veces preposiciones con sentido opuesto pueden regir el mismo caso (cum/sine amico ‘con/sin el amigo’).
(iii) La fonética.
La pérdida de las consonantes finales y el colapso de la cantidad vocálica también en posición final ayuda a que aumente el sincretismo entre los casos. Por ejemplo: campŭs(nom. sg.), campŭm(ac.), campō(dat. e abl.) > camp/o/
Esta es la causa fundamental a la que se ha recurrido tradicionalmente para justificar la pérdida del sistema casual latino. Hay otros autores como Herman que relativizan su importancia: los cambios fonéticos no tenían por qué arruinar totalmente el sistema latino pues permitían en parte su funcionalidad, sobre todo en el plural.
(iv) La adaptación de los préstamos.
Ya que surgían problemas a la hora de declinar nombres propios de otras lenguas.
(v) La no biunivocidad entre procedimiento formal y función semántica y/o sintáctica.
Ciertos valores (bastante próximos) se expresaban mediante desinencias casuales distintas: la finalidad se puede expresar con el dativo sin preposición o con el acusativo con ad; el valor del partitivo se podía expresar con un genitivo o con un ablativo con de, por ejemplo. Dos o más contenidos diversos se pueden expresar con una misma construcción: por medio del acusativo se pueden vehicular contenidos como los de ‘objeto’, ‘dirección’ o ‘duración’; con el ablativo ‘situación’, ‘procedencia’, ‘instrumento’, ‘compañía’…
(vi) La estructura oracional.
Destaca Pinkster (1984) la importancia que posee la estructura, el significado léxico en la oración latina; esta complementariedad es la causante de que la marca de caso para identificar funciones sintácticas argumentales sea realmente necesaria en latín en un 5-10% de ocasiones.
(vii) Diversos autores sostienen que es la fijación del orden de constituyentes oracionales el principal factor que posibilita la pérdida del sistema de casos en el paso del latín a los romances.
También hay quien sostiene lo contrario.
(viii) Inversión de marca.
Distingue C. Pensado entre marca morfológica y marca sintáctica. Con la pérdida de -M el acusativo pierde la marca morfológica y ya en latín tardío se registran ejemplos con acusativo en lugar del nominativo.
(ix) Hay quien, para la pérdida de la declinación bicasual, recurre a la mayor importancia de la distinción de número por encima de la casual:
Esta interfería en la diferenciación entre el singular y el plural que, al ser la más importante, es la que se mantiene.
La Adquisición del Artículo en Gallego
La falta del artículo en latín representa un hecho de conservación. Destacan distintos autores que la adquisición del artículo se debe a la influencia de los modelos griegos y la conclusión del proceso no se alcanza hasta época romance.
Los usos latinos más antiguos de ILLE o IPSE con función de artículo se sitúan en textos influenciados por modelos griegos. Además de la influencia griega conviene también recordar la atenuación del valor de ILLE e IPSE en la lengua hablada. Hofmann situó el origen de la pérdida del valor originario de ILLE “en la excesiva frecuencia del pronombre en la lengua viva, como aparece en la referencia anafórica en redobles y acumulaciones”. En el latín cristiano el fenómeno se registra en una fase más avanzada: en las antiguas versiones de la Biblia hay ejemplos como DIXIT ILLIS DUODECIM APOSTOLIS.
Como la adquisición del artículo se sitúa esencialmente en la lengua hablada es difícil señalar una fecha a partir de la cual se pueda interpretar como concluido el proceso:
- Grandgent: “ILLE e IPSE desde el s. IV se emplearon libremente como artículos determinados”.
- Scherer retrotrae esa fecha a la última época cesariana, u ocasionalmente, antes en la lengua hablada.
- Rohlfs sitúa en el s. VI la adquisición de la categoría del artículo y en un período aún posterior la generalización mecánica de la misma.
- Para Hofmann la evolución “se desarrolla lentamente, probablemente por la influencia, como freno, ejercida por la lengua escrita. (…) De un artículo obligatorio aún no se puede hablar, ni siquiera en el prerromance”.
- Morani relativiza las aparentes contradicciones cronológicas y destaca que estas se deben realmente al hecho de que “primeras documentaciones, adquisición de la categoría y generalización de la misma son tres momentos distintos entre sí, y entre uno y otro pueden pasar incluso siglos”.
Las formas del artículo determinado gallego provienen de: ILLU > lo > o; ILLA > la > a; ILLOS > los > os; ILLAS > las > as. Ferreiro explica el proceso fonético: “aféresis por atonicidad y simplificación de la geminada lateral (…) La pérdida de -l- secundario se produce, del mismo modo que en el pronombre, por fonética sintáctica, en los numerosos contextos en que quedaría intervocálico”.
El Uso del Posesivo en Gallego Medieval
En el período medieval el posesivo se registra como único determinante en el 74,09% de los casos y va precedido de otro determinante en el 25,90%. Entre estos últimos es el artículo definido el mayoritario con el 72,41% de las ocurrencias. ¿Qué explicaciones se manejaron para justificar la combinación, inexistente en latín, ‘artículo definido + posesivo + sustantivo’?
Meyer-Lübke cree que la opción articulada se debe a la analogía con los sintagmas en que el posesivo iba pospuesto y que llevaban el artículo como determinante; Hermida Gulías rechaza esta hipótesis:
- Por la escasa presencia en las obras medievales de posesivos pospuestos.
- Porque incluso con el posesivo pospuesto la presencia del artículo no era obligatoria.
Sánchez Álvarez y Clavería Nadal justifican la alternancia como un caso de variación vinculada a la oposición entre variedades diafásicas o diastráticas.
Lapesa localiza la explicación en el nivel de la estilística o de las funciones informativas: el artículo intensifica, ‘dramática’ y asistemáticamente, el valor del posesivo.
Para Dono lo esencial del empleo del artículo es que posibilitaba destacar e intensificar el valor semántico del posesivo, llamando la atención para el poseedor.
La explicación de Hermida Gulías se sitúa en el ámbito de la sintaxe oracional. De sus datos se deduce que la mayor parte de los posesivos articulados aparecen en sintagmas no reflexivos o no concertados, esto es, cuando el sujeto no coincide con el poseedor: 71,58% frente al 28,41%.
Silva Domínguez parte de la no sinonimia total en términos referenciales de las estructuras ‘posesivo + sustantivo’ y ‘artículo definido + posesivo + sustantivo’; para ella el primero “sólo ocasionalmente, y cuando las circunstancias sintagmáticas así lo propician, puede ser considerado una descripción definida (…) El segundo es de regla actual referencialmente en virtud de la presencia del artículo definido.” Para Silva Domínguez “existió primariamente una oposición entre estructuras reflexivas y no reflexivas”. La selección de una u otra opción viene dada por distintas configuraciones sintáctico-pragmáticas de la oración:
- El gallego medieval prefiere la opción no articulada “en aquellas estructuras en que la FN con posesivo se sitúa en el sector remático de la cláusula, y la entidad señalada por el sustantivo se concibe como dependiente de un tema-sujeto previamente mencionado”.
- “El artículo penetra en los sintagmas con posesivo inicialmente en virtud de su condición de unidad fórica y capaz, por tanto, de provocar la recuperación de antecedentes que se mencionaron con anterioridad, así como la introducción de nuevas entidades en el decurso comunicativo”.