Etapas de la Alimentación Humana: Recomendaciones Nutricionales

Alimentación en el Primer Año de Vida

La leche materna es el alimento ideal para la alimentación del ser humano durante el primer año de vida, ya que tiene las siguientes ventajas:

Para el Niño:

Tiene el balance adecuado de nutrimentos.
Contiene elementos que ayudan a prevenir o retardar algunos procesos infecciosos: lactoferrina, inmunoglobulinas y lisozima.
Se considera higiénicamente pura ya que no sufre contaminación de ningún tipo.
Es más práctica (en relación a su manejo y preparación).
Se encuentra a temperatura adecuada.
Reduce la probabilidad de alergias y el riesgo de obesidad.
Aumenta los lazos afectivos entre madre e hijo.

Para la Madre:

Disminuye el sangrado posparto.
Es un factor que puede retardar o evitar la aparición de cáncer de mama y de ovario.
Se ha demostrado que también beneficia a la madre en el aspecto psicológico (disminuye la depresión posparto).
Se le considera un anticonceptivo natural, aunque de baja seguridad.
Ayuda a perder peso después del parto.

Ablactación

La ablactación es la introducción de alimentos diferentes a la leche en la alimentación del lactante. Ésta se debe iniciar entre el cuarto y sexto mes de vida. También se le puede llamar dieta complementaria ya que complementa la función de la leche.

Recomendaciones para llevar a cabo una ablactación eficiente:

Lo más importante de esta etapa sigue siendo la leche y por lo tanto el resto de los alimentos es denominado “dieta complementaria”.
Se debe insistir pero no obligar al lactante a aceptar nuevos alimentos.
Se debe incorporar un alimento a la vez, no combinar estos para que se familiarice con el nuevo sabor.
No se debe agregar sal, azúcar o condimentos a las papillas de los lactantes.
Existen alimentos de tipo alergénico que deben posponerse, sobre todo cuando hay antecedentes familiares, estos son: cítricos, aditivos artificiales, pescado, nueces, cacahuate, derivados de cacao, derivados de trigo, lácteos, fresas, etc.

Alimentación en la Etapa Preescolar: Características y Recomendaciones

Esta etapa comprende entre el primero y el sexto año de vida.
Aquí se presenta una desaceleración en el ritmo de crecimiento del niño.
El preescolar tiende a imitar las prácticas y actitudes de los demás y se debe aprovechar esto para dar buenos ejemplos en la mesa.
Debido a la poca capacidad gástrica el preescolar debe consumir tres comidas habituales y dos colaciones.
Se debe disminuir el tiempo frente a los medios electrónicos de entretenimiento y aumentar la actividad física.
No utilizar el alimento como castigo ni recompensa a ninguna hora del día.
Para conocer aproximadamente el peso ideal del niño se puede aplicar la siguiente fórmula: número de años por dos más ocho punto cinco.

Alimentación del Niño Escolar

Esta etapa comprende de los seis a los doce años de vida.
Aquí nuevamente se presenta un proceso de crecimiento acelerado sobre todo a partir de los nueve o diez años en especial en las niñas.
Esta etapa se caracteriza por tener una elevada demanda energética debido al desarrollo orgánico y a la actividad física aumentada.
El escolar es un ser más independiente, por lo tanto se deben vigilar los hábitos de consumo, sobre todo fuera de casa.
El escolar debe consumir las tres comidas habituales y de dos a tres colaciones.
Para conocer aproximadamente el peso ideal del escolar, sobre todo hasta la mitad de esta etapa, se puede aplicar esta fórmula: número de años por tres más tres.

Alimentación Durante el Embarazo

El aumento de peso de esta etapa debe ser entre 9-12 kg.
Se deberán cubrir las necesidades de los diversos nutrimentos, en especial:
- Aumentar en promedio 300 kcal por día.
- Incrementar de 10 a 15 gr la ingesta proteica.
- Calcio 1000-1200 miligramos.
- Fósforo 800-1000 miligramos.
- Hierro 28-30 miligramos.
- Ácido fólico 400 microgramos.
- Vitamina C 80 miligramos.
- Agua 35-40 ml por kg de peso corporal.
Para evitar el estreñimiento que se presenta al final de esta etapa se recomienda ingerir más de 35 gr de fibra, por lo menos la mitad en forma cruda.
Se sugiere disminuir el consumo de sodio, azúcares simples, grasas de origen animal y cereales refinados.
Se recomienda que los alimentos se distribuyan en 4 a 5 comidas durante el día.

Alimentación en la Mujer Lactante

Aproximadamente el setenta por ciento de la materia prima para la producción de la leche que se genera proviene de la alimentación de la mujer y el treinta por ciento se obtiene de las reservas acumuladas durante la gestación.
Se recomienda aumentar la ingesta calórica de trescientas a cuatrocientas kcal por día a partir de la necesidad normal.
Aumentar la ingesta de proteínas de quince a veinte gr por día a partir de la necesidad normal.
Se deben ingerir de 1.3 a 1.5 ml de agua por cada kcal ingerida para garantizar la producción adecuada de leche.
Las recomendaciones de nutrimentos dadas en el embarazo también aquí se pueden contemplar.
No abusar de alimentos estimulantes ni irritantes ya que pueden aparecer en la leche materna.

Alimentación en la Tercera Edad

Se inicia entre los 55 y 60 años de vida, en este proceso se presentan diversos cambios orgánicos:
- Disminuye el tejido muscular y aumenta el tejido adiposo.
- El metabolismo basal se reduce en un 2% por cada lustro que transcurre hasta los 75 años, posteriormente disminuye un 5% por cada década.
- Se refleja con mayor claridad el proceso degenerativo, por lo cual se originan o se complican las enfermedades no transmisibles: hipertensión, diabetes, osteoporosis, alteraciones cardiovasculares, etc.
El individuo realiza menor actividad física, por lo tanto puede aumentar su peso corporal.
Debido a causas socioeconómicas el adulto mayor no es tratado dignamente o se complica su autosuficiencia y esto puede afectar sus hábitos alimenticios.

Recomendaciones Dietéticas:

Reducir la ingesta calórica sobre todo si no se practica ejercicio.
Disminuir el consumo de sodio, harinas refinadas, grasa saturadas, azúcares simples, lácteos enteros y carnes procesadas.
Aumentar la ingesta de fibra dietaria y líquidos en general.
Incrementar la ingesta de fuentes de calcio.
Considerar la consistencia de las preparaciones alimenticias, en relación a su capacidad de masticación.