Estrategias clínicas y correlacionales en el estudio de la personalidad
La estrategia clínica
La estrategia clínica es la que históricamente han seguido los teóricos de la personalidad centrados en el análisis y tratamiento de pacientes, en la que se busca el análisis de la persona en su totalidad, de forma ideográfica, derivada de la práctica clínica, es decir, de la relación con el paciente y del estudio de casos individuales. Tienen como objetivo el mostrar a la comunidad científica o a otras psicólogos clínicos, cómo se ha procedido en estos tratamientos con el objetivo de facilitar su trabajo ante problemas o situaciones similares.
La estrategia correlacional
La estrategia correlacional, una de las más utilizadas en el campo del estudio de la personalidad junto a la experimental, se basa en analizar la relación entre variables sin introducir manipulación en ellas, por lo que esta estrategia se emplea para describir relaciones que ocurren entre variables de forma natural. Mientras que el método clínico hace hincapié en la observación y el estudio del individuo de forma total, en el enfoque correlacional se muestra mayor interés en la medición de las características de la personalidad en muestras amplias de sujetos. Apoyándose en las correlaciones o relaciones entre dos variables, las regresiones cuando cambia la variable Y en función de X y los análisis factoriales, que permiten reducir un número elevado de variables correlacionadas relacionadas entre sí a un pequeño número de factores más fácil de manejar e interpretar.
Estudios correlacionales y estrategia experimental
Sin embargo, los estudios correlacionales sólo nos permiten saber si las variables están relacionadas o no, para poder llegar a la casualidad es necesario seguir una estrategia experimental. Esta estrategia se basa en la manipulación de una variable independiente con al menos dos niveles de variación que afectarán a alguna observación psicológica en la variable dependiente. Por lo que las diferencias de las medidas que resultan de la manipulación experimental tendrán como resultado la relación de casualidad directa que ejerce la variable independiente en la dependiente. Es decir, se estudia como la v. independiente como estimulo afecta a la v. dependiente como respuesta. Hay dos tipos de diseños experimentales, que son:
- Diseño entres sujetos, cada persona se elige al azar con una condición.
- Diseño intra-sujeto, cada sujeto va pasando por distintas condiciones.
Puntuaciones de la dimensión global
Las puntuaciones de la dimensión global solo tienen interés clínico cuando son extremas. Descriptores: de mentalidad abierta, receptivo e intuitivo frente a de mentalidad dura, resolutiva e insensible. Quienes puntúan alto poseen una fuerte relación entre el ser reservado (A-), nada sensible (I-), practico (M-) y resistente al cambio (Q1-); quienes puntúan ajo relacionan afabilidad (A+), sensibilidad (I+), Impracticabilidad (M+) y apertura al cambio (Q1+). En general, dureza tiene mas aplicaciones en el ámbito industrial que en clínico. Los controladores de tráfico aéreo y los pilotos deben puntuar muy alto en dureza, ya que de lo contrario se adaptarían mal a su trabajo si les distrajeran las emociones o se apoyasen en la intuición.
Rasgos psicológicos y personalidad
Los rasgos psicológicos son características que describen formas en que las personas difieren entre sí, pero, a su vez también definen formas en que las personas son semejantes. Los rasgos describen las tendencias promedio de una persona, para establecer un rasgo a alguien, este deberá emitir esa conducta con frecuencia, lo que no significa que siempre tenga que actuar de esa determinada manera, porque, es como la gente espera que actúe, y porque, se trata de la cualidad por la que es valorado y reconocido. Los rasgos nos ayudan a describir a las personas, y a entender las características que nos diferencian, además nos pueden ayudar a explicar el comportamiento, si los vemos como las características internas de las personas que son la causa de su comportamiento, las razones de que las personas hacen lo que hacen puede tener relación con estas características internas. También son útiles porque nos pueden ayudar a predecir el comportamiento futuro. En conclusión, son las pautas duraderas en la forma de percibir, pensar y relacionarse con el ambiente y con uno mismo, que se hacen patentes en una amplia gama de contextos personales y sociales.
Conducta autorreferente
Algunos de nuestros comportamientos terminan en nosotros mismos (ej. mirarse las palmas, despertarse por mediación del despertador, pensar en uno mismo, suicidio). Según como se mire dichos comportamientos no tienen nada de especial, lo único que les diferencia es que terminan y empiezan en la misma persona. Esta conducta se llama autorreferente o autorreferida, es interesante para la psicología de la personalidad ya que uno mismo es el agente y el término de su acción. Aunque el término de conducta autorreferida sea reciente, tradicionalmente se utilizaba el referirse a si mismo para aludir con ello al núcleo de la personalidad, sea la conciencia de la propia identidad o simplemente al autoconcepto. Desde un enfoque objetivo se entiende este si mismo como conjunto de conductas autorreferidas, equivaliendo el sí mismo con la autorreferencia. Con esta equivalencia todas las conductas autorreferidas no solo se limitan a procesos cognitivos y emotivos. También se hallan la autodefensa, autopresentación social, autorrefuerzo, autocastigo… tantas otras observables que tienen en común que el objeto y el destinatario es el mismo. El énfasis más importante en el estudio de las conductas autorreferidas ha estado en los elementos cognitivos, ahí la psicología cognitiva ha sacado las acciones más íntimas y difíciles de observar, las que se producen en el interior del sujeto: autoconcepto, autoconocimiento, autoestima, autoconciencia y autodeterminación, atribuyendo su influencia reguladora en el comportamiento humano. Con ello se atan dos cabos: la teoría del si mismo y las conductas autorreferidas. La psicología social atenta por igual a la condición y a la conducta manifiesta y se centra cada vez mas en los aspectos sociales del si mismo. Hecho mediante conceptos de la psicología cognitiva en el análisis de procesos y estructuras de pensamiento referido a uno mismo, y por conceptos conductistas en el análisis funcional del comportamiento para consigo mismo, interpreta el autocomportamiento y el autoconocimiento como fenómeno social, de presentación a sí mismo, al igual que las conductas interpersonales semejante a ellas. Temas abordables en el enfoque cognitivo de la autorreferencia son variados. Kaplan (1986) agrupo en un mismo esquema, el de los antecedentes y las consecuencias sociales de algún subtipo de conducta autorreferida. Concluye con la consideración de la conducta autorreferente como un producto social a la vez que, como una fuerza social, lo que lleva a una propuesta de una teoría general de esa conducta que pone énfasis en el contexto social en el que actúa la persona(lidad). Teoría derivada del modelo de análisis funcional de la conducta A/B/C. La autorreferencia es o implica autorregulación, la conducta autorreferida, además de ser objeto de estudio para su descripción, puede llegar a incorporarse a modelos explicativos de la regulación comportamental. Esta conducta esta reglada en gran medida por las instancias ajenas, y aunque solo sea en una pequeña medida, también lo está por la propia persona por sus acciones autorreferidas. Todo esto es objeto de interés para los psicólogos de la personalidad, algunos de los cuales, gracias a estos comportamientos autorreferidos ven al ser humano como autodeterminado.
Dominios de conocimiento en la personalidad
Un dominio de conocimiento es un área de especialidad de la ciencia y la erudición en la que los psicólogos se han enfocado para aprender acerca de algunos aspectos específicos y limitados de la naturaleza humana. El campo de la personalidad puede dividirse en seis dominios de conocimiento distintos bien delimitados acerca de la naturaleza humana, ahora nos centraremos en dos: el dominio intrapsíquico, que influye a la personalidad a través de conflictos dentro de la propia mente de la persona, y el dominio cognoscitivo-experimental, que influye mediante sentimientos, deseos, creencias y otras experiencias subjetivas personales y privadas. El dominio intrapsíquico trata con mecanismos mentales de la personalidad, muchos de los cuales operan fuera del reino de la conciencia. La teoría predominante en este dominio es la teoría de Freud del psicoanálisis, que comienza con suposiciones fundamentales acerca del sistema instintivo, las fuerzas sexuales y agresivas que se supone impulsan y estimulan mucho la actividad humana. El dominio intrapsíquico también incluye los mecanismos de defensa, como la represión, la negación y la proyección. Aunque el dominio intrapsíquico se vincula más de cerca con la teoría psicoanalítica de Freud, también hay versiones modernas (la investigación sobre los motivos de poder, los motivos de logro y los motivos de intimidad). Existe un punto en el que se discute sobre las metas personales, los psicólogos fuera de este ámbito, ven la naturaleza humana como dirigida hacia las metas, esta se alcanza de forma inherente, enfatizando la influencia organizadora de las necesidades fundamentales (influir a otros). Por otro lado, los psicólogos de esta área explican que el alcanzar las metas es debido a los proyectos o tareas personales que los individuos están tratando de lograr. Otro aspecto importante de la experiencia subjetiva implica nuestras emociones que están incluidos en el dominio cognoscitivo-experimentales (¿De habitual estamos enfadados o alegres?. ¿Qué nos hace estar enojados?). El dominio cognoscitivo-experimental se encuentra en la cognición y en la experiencia subjetiva (pensamientos conscientes, sentimientos, creencias y deseos sobre uno mismo y los demás). Un elemento muy importante de nuestra experiencia implica al yo y al autoconcepto, como nos vemos a nosotros mismos. También es importante la forma en que nos evaluamos a nosotros mismos (autoestima). Otro aspecto importante de la experiencia subjetiva implica nuestras emociones, elementos esenciales en nuestra experiencia subjetiva. Un aspecto diferente de este dominio se relaciona con las metas por las que luchamos, que pueden variar.
Funcionamiento adaptativo y estabilidad comportamental
En nuestra experiencia cotidiana a lo largo de nuestra vida, nos encontramos con acontecimientos que nos hacen sentir más o menos desbordados. Nuestra respuesta dependerá de la importancia que atribuyamos a esos sucesos en relación con nuestro bienestar y de la capacidad y recursos que tengamos para hacerles frente. Hay dos formas básicas, una orientada al suceso con el fin de modificarlo reducirlo o eliminarlo y la otra dirigida hacía la persona, manejando el malestar emocional que la presencia de dicho suceso le está ocasionando, si estos dos tipos de actuaciones cumplen su función y generan consecuencias positivas en el individuo, podemos hablar de una respuesta adaptativa. Una de las características centrales de la personalidad se refiere al funcionamiento adaptativo: lograr metas, afrontar, ajustarse y enfrentar los desafíos y problemas que se nos presentan a lo largo de la vida. El comportamiento humano se dirige a metas y es funcional y propositivo. Hay comportamientos que no parecen funcionales, pero que realmente pueden serlo (preocuparse en exceso). Lo que superficialmente parece ser un comportamiento desadaptativo (preocuparse) puede tener algunas características remuneradoras para la persona (obtener apoyo social). Además, algunos aspectos de los procesos de personalidad representan deficiencias en las adaptaciones normales, como los deterioros en la capacidad de afrontar en el estrés, para regular el comportamiento social de uno o para manejar nuestras propias emociones. Al conocer las consecuencias adaptativas de tales patrones de comportamiento alterados, comenzamos a entender algunas de las propiedades funcionales de la personalidad normal. Aunque el conocimiento de los psicólogos de las funciones adaptativas de los rasgos y mecanismos de la personalidad es limitado en la actualidad, es necesario para comprender la naturaleza de la personalidad humana.