El Poder Transformador del Lenguaje: Actos Lingüísticos, Escucha y Acción
Módulo 2: El Lenguaje, el Habla y la Escucha
Actos Lingüísticos
Siempre es la persona quien establece un vínculo entre la palabra, por un lado, y el mundo, por el otro. Entonces, cabe preguntarse lo siguiente cuando hablamos: ¿Qué tiene primacía: el mundo exterior o la palabra que mencionamos?
¿Cuál de los dos —la palabra o el mundo— es el elemento que conduce a la acción? ¿Cuál, podríamos decir, es el que «manda»? Estas preguntas nos llevan a realizar una importante distinción: a veces al hablar, la palabra debe adecuarse al mundo, mientras que otras veces el mundo se adecúa a la palabra.
Afirmaciones: Primer Acto Lingüístico
Si la palabra es la que se adecúa al mundo, cuando el mundo es el que conduce a la palabra, hablaremos de afirmaciones. Las afirmaciones son el acto lingüístico que pertenece a las descripciones; con las afirmaciones no decimos cómo las cosas son, solo cómo vemos las cosas. Echeverría nos brinda una explicación: Cuando nuestra estructura biológica es diferente, como sucede por ejemplo con los daltónicos, no podemos hacer las mismas observaciones. Lo que es rojo para uno puede ser verde para otro. ¿Quién tiene la razón? Por lo expuesto, “cuando afirmamos algo, nos comprometemos con la veracidad de nuestras afirmaciones ante la comunidad que nos escucha”. Las afirmaciones hacen referencia al mundo de los hechos.
Declaraciones: Segundo Acto Lingüístico
Diferente de las afirmaciones son las llamadas declaraciones. Cuando, por el contrario, la palabra modifica al mundo, y podemos decir que el mundo requiere adecuarse a lo dicho, hablaremos de declaraciones. La declaración nos lleva a crear algo nuevo que, previo a esa palabra, no se nos hacía presente. La palabra con su poder transforma al mundo. Así, cuando un juez en lo civil dice “los declaro marido y mujer”, está transformando dos estados civiles. “Generamos un mundo diferente a través de nuestras declaraciones si tenemos la capacidad de hacerlas cumplir”. Las declaraciones no son verdaderas o falsas como en el caso de las afirmaciones. Las declaraciones son válidas o inválidas según el poder de las personas que las hacen.
Tipos de Declaraciones Fundamentales
- La declaración del no: Puede adquirir diferentes formas. No siempre se manifiesta diciendo «no»; a veces aparece como un “basta”. El decir «no» es una declaración de las más importantes que una persona puede hacer. El precio de decir que no es alto; depende de nosotros.
- La declaración del sí: Cuando declaramos un «sí» o un «acepto», ponemos en juego el poder de nuestra palabra, dado que un «sí» constituye una promesa, un compromiso asumido.
- La declaración de ignorancia: Decir «no sé» parece no tener tanta fuerza. Uno de los problemas cruciales del aprendizaje, y muy frecuente de hecho, es que no reconocemos que no sabemos que no sabemos. De esta manera cerramos las puertas a la posibilidad de aprender algo nuevo.
- La declaración de gratitud: El agradecimiento nos permite hacernos cargo del otro, otorgarle reconocimiento y evitar el resentimiento. Nos acerca, de alguna manera, a las inquietudes del otro.
- La declaración del perdón: El perdón puede declararse en dos actos: el primer acto, «te pido perdón», es distinto del segundo acto, «te perdono». El perdón del otro no nos exime de responsabilidades como resultado de nuestras propias acciones. El segundo acto es necesariamente el salvavidas que nos rescatará del espacio de resentimiento, tema que abordáramos anteriormente. Pero hay un tercer acto declarativo, que no tiene que ver con pedir perdón o perdonar, sino que guarda una relación más íntima aún, y se trata del permitirse el perdón de uno mismo: el perdonarse.
- La declaración de amor: Sin entrar en detalles de qué es el amor, el acto declarativo del decir «Te amo» o «Te quiero» es participar en la construcción de la relación con el otro y forma parte de la construcción de un mundo compartido. “Los seres humanos, en un sentido estricto, surgimos del amor (…) dependemos del amor y nos enfermamos cuando éste nos es negado en cualquier momento de la vida”.
Los Juicios
“El lenguaje no es inocente”. El supuesto de que el lenguaje describe la realidad nos hace comúnmente considerar la aseveración. Lo mismo sucede cuando hablamos de las personas. Frecuentemente tratamos las aseveraciones «Isabel es una ciudadana venezolana» e «Isabel es una ejecutiva muy eficiente» como equivalentes. Seguimos suponiendo que ambas proposiciones hablan de las propiedades o cualidades de Isabel y que, por lo tanto, la describen. Por un lado, estamos haciendo una descripción de algo que vemos ahí afuera, hablamos de ese mundo al referirnos a la nacionalidad. Reconocemos así que la segunda representa una opinión.
¿Por qué decimos que son acciones diferentes?
Los juicios son como veredictos; con ellos creamos realidades. Los juicios no apuntan a describir cualidades o atributos de un sujeto u objeto. La realidad que generan es totalmente una interpretación, son enteramente lingüísticos. Los juicios son declaraciones, pero no todas las declaraciones son juicios necesariamente. Como sucede con las declaraciones, su eficacia reside en la autoridad que tengamos para hacerlos. Sin embargo, la gente emite juicios aun sin que se les haya otorgado autoridad.
Validez y Fundamento de los Juicios
Los juicios pueden ser válidos o inválidos, fundados o infundados. Serán válidos cuando guarden estrecha relación con la autoridad formal de quien los declare. Al mismo tiempo, serán fundados cuando estén basados en observaciones concretas de acciones ejecutadas en el pasado que dan cuenta del juicio que hemos declarado.
Fundamentación de los Juicios
Se llama fundamento a la forma en que el pasado puede utilizarse para formular juicios que apoyen para tratar el futuro:
- Siempre que emitimos un juicio es por algo o para algo: acciones que le otorgan sentido a nuestro juicio (Por ejemplo: Carla es simpática o eficiente).
- Guardan estrecha relación con estándares: Los estándares que tenemos para emitir juicios difieren entre observadores. Pero no sólo juzgamos las acciones sino también las apariencias, las cosas en general.
- Cuando emitimos un juicio, lo hacemos generalmente dentro de un dominio en particular de observación: Así, cuando emitimos un juicio de conducta, lo hacemos en relación a acciones, pero también podemos emitir juicios acerca de autos, pintura, etcétera. Por ejemplo, al decir que alguien no es confiable, dado que le habíamos prestado un dinero que nunca fue devuelto.
- Las afirmaciones juegan un papel importante en la fundación de los juicios: Pensemos pues cuando nos preguntan acerca de si una persona es eficiente, confiable, etcétera, nos remitiremos a acciones en el pasado que den cuenta de ello, sea cual fuere —positiva o negativa— nuestra respuesta.
- Frecuentemente consideramos fundado un juicio a partir de observaciones efectuadas en un número de instancias dadas, sólo para darnos cuenta de que hacia adelante había muchas más acciones que eran opuestas al juicio emitido.
Requisitos para Fundar un Juicio
Para fundar un juicio se precisa de:
- La acción que proyectamos hacia el futuro.
- Los estándares que tenemos en relación a la acción.
- El dominio de observación en el que emitimos el juicio.
- Las afirmaciones que brindemos respecto de los estándares.
- El hecho de que no encontramos fundamento suficiente para sostener el juicio contrario.
Recordemos, este es el segundo principio ontológico: actuamos de acuerdo a cómo somos.
Lenguaje y Acción
La capacidad del lenguaje da cuenta o revela el ser que habla. “Los juicios siempre hablan de quien los emite”. Los juicios tienen una doble cara: una que mira al mundo y otra que mira al ser que somos. ¿El pintor habrá pensado que la modelo era una “diosa”? Hoy, ¿consideramos que esta modelo es bella? (EJEMPLO DE LA PINTURA).
“Toda idea es siempre dicha por alguien que, al emitirla, revela quién es” (Echeverría)
- Los juicios, entonces, guardan estrecha relación con el ser. Estos tienen un impacto directo sobre la vida de las personas y sobre todo en la forma de ser de cada uno/a.
- Hay personas que viven de juicios ajenos; es lo que Rafael Echeverría llama “la condición de inautenticidad” (Echeverría). Las personas que viven en esta condición han delegado toda autoridad en los demás para emitir los juicios que les importan. De este modo, se alegran enormemente al recibir juicios positivos y se deprimen profundamente al recibir juicios negativos.
- Concluyendo entonces con todo lo expuesto hasta aquí, hemos hablado de las declaraciones, espacio en el que nos comprometemos a hacer consistente nuestro comportamiento posterior, como así también la validez de aquello que declaramos. Hemos dicho también que al hacer o emitir un juicio, además de lo anterior (compromiso y validez), nos comprometemos a fundarlo.
Peticiones y Ofertas
Las promesas son actos lingüísticos diferentes de las afirmaciones o las declaraciones, aunque también funcionan dentro de los actos declarativos. Las promesas se constituyen como el ingrediente, en tanto acto lingüístico, que permite coordinar acciones con otros, tema que veremos con detalle. “Cuando alguien me promete que (…) va a ejecutar una determinada acción en el futuro, yo puedo tomar compromisos y ejecutar acciones que antes hubieran sido imposibles”.
Elementos de las Promesas
Podemos distinguir que el acto de hacer promesas comprende cuatro elementos fundamentales:
- Un orador.
- Un oyente.
- Una acción a llevarse a cabo.
- Un factor de tiempo.
Nos permiten coordinar acciones mutuamente; para que esto sea posible, necesitamos que las partes comprometidas lleguen a un acuerdo. Si alguien nos dice: “Mañana te pago”, pero yo respondo: “No, prefiero la semana que viene”, necesariamente tenemos que llegar a un acuerdo para que constituyamos un compromiso, una promesa. Al hacer una declaración o afirmación, suponemos que alguien nos escucha, incluso cuando sostenemos conversaciones privadas (aquellas en las que hablamos con nosotros mismos). A diferencia de estos actos lingüísticos, en la promesa esperamos del otro algo más que sólo nos escuche.
Entonces, la promesa implica dos movimientos:
Petición u Oferta + Declaración de Aceptación + Tiempo = PROMESA
Además, al hacer una promesa nos comprometemos en dos dominios: la sinceridad y las competencias.
- La sinceridad hace referencia a los juicios que hacemos sobre las conversaciones.
- La competencia guarda relación con el juicio de que la persona que hizo la promesa tiene las condiciones para llevarla a cabo.
Ejemplos:
- Deseo: “Te solicito mayor dedicación”.
- Pedido: “Te pido que respetes los horarios acordados para las reuniones”.
La Escucha: La Matriz Básica
Sabemos que la comunicación humana posee dos facetas: hablar y escuchar. A la escucha se le atribuye una cualidad de pasividad, mientras que al habla, la actividad. Suponemos, la mayoría de las veces, que si alguien habla lo suficientemente bien (fuerte y claro) será más escuchado que otros que no hagan esto. El tema del escuchar se ha convertido en una inquietud importante en nuestras relaciones personales. Es frecuente escuchar la queja: «Mi pareja no me escucha».
- Hablamos para ser escuchados. Si decimos una cosa y escuchan otra, el habla no ha sido efectiva. “Los juicios siempre hablan de quien los emite”. La escucha, en estos términos, se convierte en una precondición del habla. Escuchar implica también la acción de interpretar.
El Observador y la Escucha Efectiva
Por un lado, tenemos a quién cree que escuchó lo que alguien dijo, dado que confirma que oyó lo que el otro dijo. Esto es insuficiente, dado que nada nos dice de su escucha.
- Escucha = Oír + Interpretar
- Escuchar = Percibir + Interpretar
Conectar la escucha con la interpretación nos permite saltar a la comprensión del fenómeno de la escucha y relacionar esta acción extrayendo algunas conclusiones como:
- La escucha guarda un carácter activo. Esto significa que si cada vez que escuchamos activamos el proceso de la interpretación, la escucha pierde su carácter pasivo por completo.
- En el proceso interpretativo, se pone de manifiesto el carácter histórico del ser humano; de ello surgen varios elementos que juegan un papel importante, como los supuestos y los prejuicios. Los prejuicios nos tienen y los tenemos; así como a veces nos habilitan oportunidades, otras veces esas oportunidades nos son negadas por los prejuicios.
- Pensemos en esos momentos en que alguien nos dijo algo, ofrecimos una interpretación y, pasado un tiempo, cuando regresamos y recordamos lo que oímos, le otorgamos nuevas interpretaciones, generamos nuevos descubrimientos y nos decimos: “Ahora entiendo lo que me quiso decir”.
- El escuchar nos remite a tres ámbitos diferentes: La acción, las inquietudes y el ámbito de lo posible (consecuencias de las acciones del hablar).
¿Cómo Interpretamos Entonces?
Uno dice lo que dice y el otro escucha lo que escucha. “Toda escucha está condenada, en el mejor de los casos, a ser siempre una aproximación al otro”.
Herramientas para Reducir la Brecha Interpretativa
Veamos qué herramientas podemos aplicar para reducir la brecha:
- Verificar escucha: “A ver si te entiendo lo que quieres decirme…”.
- Compartir inquietudes: Hace referencia a hacernos cargo de lo que nos inquieta; el orador no siempre expresa textualmente desde dónde nos dice lo que nos dice.
- Indagar: Es sencillamente la herramienta más importante con la que contamos; preguntar para afinar, para completar, para corregir. El objetivo siempre está puesto en asegurar la interpretación.
No sabemos cómo las cosas son. Sólo sabemos cómo las observamos o como las interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos.
Las Conversaciones
Partimos de la idea de que cada vez que alguien habla, hay alguien escuchando. Usualmente, quien está escuchando es otra persona. Entendemos por quiebre aquello que al observador lo inquieta.
Los Quiebres y la Acción
Los quiebres generalmente llaman a la acción. La forma de responsabilizarnos de ellos es realizando una acción; sin embargo, muchas veces, nos quedamos espantados en él.
Tipos de Conversaciones
- Conversaciones acerca de juicios: Cuando nos enfrentamos a un quiebre, es el espacio donde recurrimos a las llamadas conversaciones de juicios personales. ¡Siempre me sucede a mí! ¡Nunca voy a aprender!
- Conversaciones para coordinar acciones: Actuamos para modificar el futuro; nos permiten nuevas posibilidades. “Una forma efectiva de encarar los quiebres es pedir ayuda. Saber pedir ayuda es otra de las competencias lingüísticas fundamentales en la vida”.
- Conversaciones para posibles acciones: Este tipo de conversaciones nos orienta hacia la acción de especular acerca de y explorar acciones posibles. Esta conversación expande nuestro horizonte de posibilidades; este tipo de conversaciones es simplemente una forma más de generar posibilidades.
- Conversaciones para posibles conversaciones: Este tipo de conversaciones trae pegado los juicios acerca de la persona con la que deberíamos sostener la conversación; simplemente esta conversación está en estado cerrado. Otras veces es nuestro estado de ánimo el que impide que otras personas tengan conversaciones con nosotros.
El Diseño de las Conversaciones
- Enfoque propositivo-múltiple: Cuando prevalece una forma de hablar de ofertas continuas, de sugerencias, de consejos, etcétera. Guarda estrecha relación con la intención del orador de solo dar cuenta de sus observaciones respecto de alguien o algo.
Conversaciones en la Empresa Emergente
Las empresas son concebidas desde esta propuesta como una red de conversaciones. Dado que conversamos y cerramos o abrimos negocios, fusionamos organizaciones o dividimos las mismas. Gestionamos nuestro capital humano, levantamos inquietudes de nuestros clientes indagando con una infinidad de métodos, proponemos, ofertamos a través de conversaciones. Todo lo que ocurre en ellas puede ser visto o examinado desde una perspectiva conversacional. Estos son los postulados de la propuesta Ontológica.
Conversación y Management
El management nace con la preocupación de los seres humanos por utilizar recursos de manera efectiva para alcanzar las metas u objetivos. Hemos anticipado al iniciar el tema de grupos y organizaciones que la gran diferencia en las distintas organizaciones son las personas. El management se orienta a obtener resultados en lugar de dudas y está en estrecha relación a lo que se desea; investiga al ser humano como causa final. La filosofía del management debe subordinarse a la filosofía de la vida de las personas que lo ejercen. Es necesario plantearse la ética de las personas como principio rector.