El pedagogo frente al concepto de educación
Acción humana: por acción humana entendemos (frente a ‘acción del hombre’) toda aquella acción consciente y libremente realizada por una persona humana. Es decir: todo movimiento de la voluntad orientado a la consecución de un fin querido y dado por la razón. “La acción humana es una acción con un propósito (consciente), una acción que se dirige a alcanzar ciertos fines”
Afecto / Afectividad (facultad): facultad mediante la cual el ser humano está abierto a la recepción de estímulos sensibles (capacidad de «ser afectado»). La dimensión afectiva del ser humano es fundamentalmente pasiva: no participa activamente en la recepción de estímulos sino que “da acuse de recibo”.
Amabilidad: cualidad de amable —> digno de ser amado. Sinónimo de ‘dignidad’ y, en este curso, de ‘dignidad intrínseca’.
Amable: que es digno de ser amado.
Amor: “actitud de la voluntad que constituye una actividad total afirmativa (reconocedora, creadora, buscadora de uníón)”4 de la persona ante otro en cuanto reconoce un valor. // No cabe equiparar el amor a una tendencia instintiva o a un momento afectivo o sensible: el amor no es un sentimiento.
Bien Común: conjunto de condiciones de la vida social y comunitaria que hacen posible el pleno desarrollo de los sujetos de una comunidad en dignidad, unidad e igualdad.
Conmoción: sacudida producida en el ánimo humano fruto del encuentro con una realidad externa y objetiva. La conmoción hace posible la conciencia de la vocación. Cristiandad (cristiandad medieval):
Edad Media. La época que desde la Ilustración se conoce como Medioevo (la edad que está en medio) recibe en este curso —apoyado en diversos autores5 e historiadores— la denominación de Cristiandad medieval que, por otro lado, es polisémica.
Dependencia: que cuelga de otra cosa.
Del latín penderé, colgar. En el contexto de este curso, la dependencia hace referencia a una relación en función de la cual uno puede ser libre.
Dignidad: aquello que compete a determinada cosa en función de su propia realidad. Dignidad es la cualidad de digno en el sentido de mérito. Hay dos clases de dignidad:
– Dignidad intrínseca / ontológica: es la dignidad que tiene toda persona humana por el hecho de serlo. Toda persona humana esamable (digna de amor) por el hecho de existir y no depende del reconocimiento externo, sino que es consustancial a la naturaleza
humana.
– Dignidad moral / adquirida / extrínseca: es la dignidad que se refiere a los actos y condiciones de la persona. Se puede ser más o menos digno —moralmente— en función de la moralidad de las acciones y de las condiciones de la persona. Se llama también extrínseca porque depende a menudo del reconocimiento externo. Algunos la entienden como «honor».
Don (abrazo / regalo): experiencia presente de algo que se recibe del exterior de modo inmerecido, inesperado y gratuito y que tiene la potencialidad de, si es aceptado, permitir el reconocimiento del propio valor intrínseco. Es la experiencia de una acogida completa de la propia realidad personal más allá de las limitaciones o defectos y de la dimensión moral. Facultades [a veces dimensiones] de la persona: afecto, razón y voluntad. Técnicamente, cabe distinguir facultades (capacidades operativas) y dimensiones (ámbitos en los que la persona despliega su existencia).
Fraternidad: Hermandad. Del latín frater, hermano. La fraternidad medieval es el antecedente de la solidaridad en la Edad Moderna. Durante el período medieval la fraternidad era universal y estaba fundamentada en la igualdad de todos los hombres en función de la filiación divina. Idealismo: “Etimológicamente, idealismo es aquella concepción que asigna a las ideas, al ideal, y con ello al espíritu, una posición dominante sobre el conjunto del ser: el ser, en última instancia, está determinado desde las ideas, desde el espíritu”6. Más allá de la definición filosófica, nos referimos al idealismo en estas páginas como aquella posición que otorga, de cualquier modo, primacía a lo ideal frente a la realidad —incluida la realidad material—.
Libertad: la libertad es la dependencia reconocida y vivida. No nos referimos aquí al libre albedrío —también llamado «libertad de movimiento» o «libertad de»— sino a la «libertad creativa» o «libertad para». La libertad y, en este sentido, la acción libre, es consecuencia del reconocimiento de una dependencia —no patológica— tanto en el plano gnoseológico —Realismo— como en el existencial7 —filiación, relación, alteridad—.
Modernidad: época histórica que abarca desde finales del s. XV hasta finales del s. XVIII en Europa. Es posterior al Medievo y precede a la Edad Contemporánea. Se caracteriza por un acusado progreso científico-técnico, por el nacimiento del Estado moderno y el capitalismo y por un regreso al antropocentrismo.
Obediencia: escuchar con atención, escuchar lo que está delante. Del latín ob- (delante) y audire (oír, escuchar). En sentido etimológico, obediente es quien se pliega a lo que se le dice.
Obligación: Uníón fuerte con lo que hay delante. Del latín ob- (que está delante) y ligare (unir).
Persona: “sustancia individual de naturaleza racional” (Boecio). El desarrollo del concepto «persona» nace en primer lugar al hilo de la reflexión teológica en torno a los dogmas trinitarios y cristológicos.
Posmodernidad: época histórica posterior a la Edad Contemporánea que nace a partir de las Revoluciones de 1968. Es difícil caracterizarla pues nos encontramos inmersos en ella.
Proyecto: lo lanzado hacia delante. Del latín pro- (hacia, delante) y iectare (lanzar). Así, proyecto se entiende como planificación de algo que se ha de hacer en el futuro. Razón: facultad humana por la que se alcanza el conocimiento a través de tres operaciones
principales: abstracción, juicio y razonamiento. Los conceptos son formados en la inteligencia por medio de la abstracción a partir de las impresiones sensibles proporcionadas por la facultad afectiva. La razón, así, solo puede ‘trabajar’ a partir de los sentidos.
Reactividad: en el contexto del curso denominamos reactividad a la posibilidad de un vivir dando excesiva preferencia a la dimensión afectiva, emotiva y sentimental a la hora de actuar. Conlleva, por supresión (total o parcial) de la dimensión racional, una pérdida de la libertad.
Realismo: postura filosófica optimista respecto de la posibilidad de alcanzar la verdad. Para el Realismo, en general, la verdad es la “adecuación del entendimiento a la cosa”. En nuestro curso, la expresión “la verdad os hará libres” (Jn 8, 32) representa una forma de Realismo entendido de forma genérica como la primacía de la realidad en clave existencial.
Responsabilidad: Capacidad de dar correspondencia a lo prometido. Del latín responderé (responder) y responsum (respuesta).
Solidaridad (DRAE): “adhesión circunstancial a la causa o empresa de otro”.
Solidaridad: adhesión incondicional al otro en sus causas y empresas.
Tolerancia: soportar lo que no se puede erradicar.
Verdad: “adecuación entre el entendimiento y la cosa”. Cabe distinguir entre verdad lógica (la realidad de la cosa en sí, lo que esta es) y la verdad ontológica (la verdad en tanto que conocida, esto es, propiamente la adecuación entre el entendimiento y la cosa).
Vocación / Llamada: Vocación es la experiencia personal de una llamada externa y objetiva que exige algo de nosotros normalmente un acto o un modo de estar en el mundo— y que percibimos como verdadera y tendente al bien.
Voluntad: facultad mediante la cual los seres dotados de inteligencia deciden y ordenan la propia conducta hacia el fin. Los fines y los medios para alcanzar dichos fines son presentados por la razón. Cuando no hay mediación racional no hay voluntad libre.