El Juego Como Elemento Esencial del Desarrollo Humano y Cultural
El Juego: Un Elemento Esencial en la Vida Humana
Nos hace más humanos
El juego nos distingue de los animales, ya que nuestro juego es aprendido, organizado y cognitivo. El juego es capaz de crear cultura y se define según sus distintas interacciones, como la cooperación y la cooperación-oposición. Regula las relaciones humanas porque promueve los valores sociales. Todo juego lleva consigo e implica un aprendizaje; al ser una actividad organizada, cuanto más se repite, más competentes nos volvemos en él. El juego permite una relación intergeneracional, facilitando la adaptación social de quienes participan.
Realidad compleja
El juego está formado por varias acciones voluntarias, que dependen del estado de ánimo de los jugadores y de factores como intereses, experiencias y reglas. Juego y jugar son realidades complejas, ya que requieren la regulación de muchos mecanismos motrices y la toma de decisiones.
Actividad integrada
Según la sociedad, el juego no es una necesidad primaria (no es imprescindible), pero sí es necesario para el desarrollo integral del niño. Sin embargo, según Hall, el juego no es primario ni secundario, sino dependiente y relacionado con los tipos de mensaje primario (interacción, temporalidad, defensa, aprendizaje, etc.). El juego es construido, cultural y multifuncional, ya que la forma de jugar varía según el lugar o la cultura.
Elemento universal de la cultura
El juego es universal en la cultura, dado que se practica de una u otra forma, con sus respectivas reglas, costumbres y características, en todo el mundo. Es universal porque es propio tanto de los seres humanos como de los animales. El juego es un factor muy importante en la evolución de la cultura.
- Enculturación: El juego puede servir para aprender la propia cultura, ya que aporta valores sociales, tradicionales e históricos de esa sociedad.
- Aculturación: Puede suponer la pérdida de la propia cultura, ya sea porque esos valores relativos al juego no se transmiten de generación en generación o porque no se practican esos juegos. Pueden surgir juegos innovadores que se conviertan en la «moda», dejando de lado a los juegos tradicionales como mecanismo transmisor cultural.
Acompaña al ser humano a lo largo de su existencia
Se consideran cuatro grandes periodos de juego durante nuestra vida: infancia, adolescencia-juventud, madurez y senectud. El juego nos acompaña a lo largo de las etapas que vivimos. La teoría piagetiana es la más completa acerca del juego en la infancia, donde el juego evoluciona según los conocimientos que adquiere el sujeto. El juego tiene la capacidad de reunir todas las etapas.
Actividad de aprendizaje
Existen dos razones por las que todas las culturas utilizan juegos: porque el juego es un mecanismo asociado al aprendizaje instintivo en la evolución del ser humano y porque es una creación derivada del trabajo. El juego promueve el aprendizaje porque provoca experiencias y las somete a repetición para lograr el perfeccionamiento de las competencias de la forma más placentera. No obstante, es falso pensar que el juego es únicamente para aprender en la infancia; el adulto también aprende, además de disfrutar jugando. Muchos juegos tradicionales proceden del trabajo, aunque hay otros, como la rayuela, cuyo origen laboral no se puede asegurar. En conclusión, el juego es aprendizaje en la infancia y se considera también un elemento de adquisición de competencias durante el resto de nuestra vida adulta.