El Conductismo Radical: Una Perspectiva Actual
La Extraña Muerte del Conductismo Radical
Lejos de haber llevado a una histórica muerte absoluta, las ideas del conductismo radical forman una parte importante de nuestro presente psicológico. Y son precisamente esas ideas las que están posicionando al conductismo radical en una situación claramente ventajosa.
La Construcción Social de la Ciencia
Skinner definía el conductismo radical como la filosofía de la ciencia de la conducta. Conducta, para el conductismo radical, se refiere a todo lo que un organismo hace, lo que para humanos incluye experiencias privadas como pensamientos y emociones. Esto es lo que lo diferencia de formas tempranas de conductismo, que se centraban sólo en las conductas públicas y observables. De hecho, ese es uno de los motivos por los cuales es llamado radical.
Describe la ciencia como el proceso por el cual nosotros inventamos (en el sentido creativo de formular o disponer) maneras de hablar del mundo que son útiles. Mientras que es posible que exista un mundo real ahí fuera, nosotros jamás podremos conocerlo de manera objetiva.
El contextualismo cubre un rango de modelos filosóficos que incluye el constructivismo social.
El Aprendizaje como un Proceso Evolutivo
La psicología evolutiva ha relacionado la conducta humana con los descubrimientos darwinianos. El contextualismo entiende la conducta como parte de la evolución fijándose en el presente. El aprendizaje es entendido como el proceso por el cual nos adaptamos al entorno. Skinner utiliza el término reforzamiento para cuando una consecuencia aumenta una conducta.
La “operante” es un concepto central. Las especies, como las operantes, son moldeadas por la acción selectiva del entorno.
Lenguaje y Psicoterapia
Uno de los más curiosos malentendidos del conductismo radical es que no puede explicar el comportamiento complejo, como el lenguaje.
Una Asociación con la Neurociencia y la Epigenética
El conductismo radical está interesado en nuestro funcionamiento biológico y neurológico. En este caso, sin embargo, no necesitamos entender lo que ocurre por dentro para estudiar las relaciones funcionales que tenemos con el entorno exterior.
Los datos de una ciencia no invalidarán los datos de la otra en parte porque están respondiendo a diferentes preguntas. Puede ser que la neurociencia nos diga qué ocurre en nuestro cerebro cuando pensamos y hacemos ciertas cosas, pero en ningún caso nos dirá por qué pensamos o hacemos esas cosas. Puede identificar qué partes de nuestro cerebro están activas cuando pensamos en jugar al tenis, pero no nos puede decir por qué pensamos en jugar al tenis en primer lugar, ni tampoco el significado que tiene jugar al tenis para nosotros. Esto requiere de un análisis contextual, y ese es el dominio de la psicología. Las dos ciencias se necesitan mutuamente.
La epigenética es el estudio de la expresión genética y la heredabilidad fenotípica que ocurre sin que se produzcan cambios profundos en la estructura del ADN. Michael Meaney y sus compañeros, por ejemplo, concluyeron cómo una modificación conductual en ratones podía modificar la expresión genética de sus descendientes, que presentaron conductas estereotipadas moduladas por el ambiente, que moduló la estructura genética. El análisis de la conducta está compuesto por un conjunto de teorías y métodos que describen nuestras relaciones contextuales con el entorno, algo que los epigenetistas necesitan con la intención de explicar su impacto en la expresión génica.
Actualizando desde Cero
Para Skinner, problemas como el medio ambiente, la polución, la sobrepoblación o la falta de alimentos eran fundamentalmente problemas de conducta humana, y quería que la ciencia dijera algo al respecto. La psicología está marcando una diferencia en todos los ámbitos: educativo, organizacional y de marketing, social, político, etc.
Muriendo de Éxito
Thomas Leahey fue el primero que escribió sobre la extraña muerte del conductismo radical. Lejos de ser un capítulo de la psicología del pasado, las ideas del conductismo radical, los principios y la ciencia continúan dando forma y contribuyendo a las discusiones, teorías, prácticas e investigaciones contemporáneas. Quizás ahora es la hora de rehabilitar nuestro entendimiento de una de las más importantes posiciones filosóficas de la psicología moderna.