Diferencias en Modelos de Gobierno Corporativo y Teoría del Orden de Preferencias

Diferencias en los Modelos de Gobierno Corporativo

Las diferencias entre los dos modelos de gobierno corporativo se refieren básicamente a los siguientes aspectos:

  1. Importancia del Mercado Bursátil

    Para una empresa norteamericana, estar registrada en una bolsa de valores constituye un indicador de éxito y consolidación empresarial, siendo el objetivo habitual de cualquier empresa que aspire a crecer. La importancia de las empresas que cotizan en bolsa en los países anglosajones es alta, no solo por el número de empresas que cotizan, sino también porque la capitalización bursátil alcanza un alto porcentaje del PIB nacional, a diferencia de lo que ocurre en los países de la Europa continental.

  2. Eficiencia de los Mercados de Capitales

    Si bien no es fácil identificar las razones, resulta claro que el desarrollo de los mercados de capitales de los países anglosajones está asociado a un nivel de eficiencia superior. Estos mercados están mejor regulados que los europeos, con mayor rigor y transparencia en el comportamiento de los agentes que operan en ellos, lo que contribuye a dar más confianza a los inversores. El grado de protección a los inversores minoritarios es mayor, lo que aumenta su confianza.

  3. Control y Propiedad de las Empresas

    En los países anglosajones, las empresas suelen ser independientes, en el sentido de no estar controladas por inversores individuales, por otra empresa, banco o compañía de seguros, ni por un grupo reducido de inversores. No es habitual el cruce de participaciones entre empresas. En cambio, en los países de la Europa continental, las empresas suelen estar controladas por grupos de inversores estables, con participaciones que, con frecuencia, son minoritarias pero significativas, y donde son habituales los cruces de participaciones.

  4. Inversión Institucional

    La independencia empresarial en Estados Unidos y en el Reino Unido está ligada a la inversión institucional, más desarrollada que en el resto de los países. Por razones de diversificación de riesgo, sus participaciones en las empresas son minoritarias, sin vocación o compromiso a largo plazo (aunque este puede producirse), y no se involucran en la gestión o control de la empresa.

  5. Mercado de Control Corporativo

    Las características anteriores implican procedimientos distintos de transmisión de propiedad y de cambio de control de las empresas. En el ámbito anglosajón, los cambios en la propiedad y el control se realizan en los mercados de capitales. Las tomas de control son, en cambio, menos frecuentes en los países de la Europa continental, debido a que la existencia de accionistas significativos obliga a negociar la transferencia del control o la propiedad fuera de los mercados de capitales.

La Teoría del Orden de Preferencias (Pecking Order Theory)

La Pecking Order Theory (Myers, 1984; Myers y Majluf, 1984) se basa en la existencia de asimetrías de información entre las empresas y los mercados de capitales. Los directivos tienen mejor información sobre el estado de la empresa que los inversores externos. Estos últimos, al disponer de menos información, analizan las señales emitidas por los directivos.

Esta teoría afirma que estas divergencias informativas determinan una jerarquía en las fuentes de financiación:

  1. Recursos generados internamente (adaptando el pago de dividendos).
  2. Emisión de deuda.
  3. Emisión de acciones (último recurso).

La emisión de acciones puede interpretarse como una sobrevaloración de las mismas, lo que lleva a los inversores a vender. Además de los costes de transacción, las empresas asumen costes por la información asimétrica. La emisión de deuda, aunque menos drástica, también implica costes.

El endeudamiento es menor en empresas con mayores oportunidades de crecimiento o más rentables (mayor capacidad de generar recursos internamente). Si las oportunidades de inversión superan los fondos disponibles y no es posible emitir deuda, se pueden descartar inversiones antes que emitir acciones.

A diferencia de la teoría del equilibrio estático, los cambios en los niveles de deuda no buscan un objetivo de endeudamiento, sino cubrir la necesidad de financiación externa tras agotar los recursos internos.

El Caso de las Pymes

En las pymes, el objetivo principal no suele ser una estructura óptima de capital, sino minimizar la interferencia externa. Los fondos internos evitan la disciplina del préstamo y compartir el negocio con nuevos socios. El endeudamiento solo es viable con garantías e informes transparentes. Ante la dificultad de acceder a préstamos a largo plazo, recurren al endeudamiento a corto plazo. La ampliación de capital es la última opción, ya que implica la pérdida de control.

Conflicto entre Accionistas y Directivos en la Decisión de Financiación

El conflicto entre accionistas y directivos se origina por:

  • Divergencia de intereses.
  • Asimetrías informativas.
  • Cláusulas de responsabilidad limitada.
  • Contratos costosos e incompletos.
  • Racionalidad limitada.

Este conflicto surge de la separación entre propiedad y control. Los accionistas buscan maximizar el valor de la empresa, mientras que los directivos priorizan su reputación, permanencia y crecimiento. Las asimetrías informativas generan problemas de selección adversa y riesgo moral.

Comportamientos Oportunistas de la Dirección

  • Consumo extra de beneficios no pecuniarios (perquisites).
  • Sobreinversión.
  • Renuncia a liquidar la empresa.
  • Decisiones subóptimas de inversión.

El problema del consumo extra de beneficios no pecuniarios: Los directivos tienen incentivos para tomar decisiones oportunistas que les permitan disfrutar de ingresos no pecuniarios (consumo en el lugar de trabajo, menor dedicación, etc.).

El problema de sobreinversión: Los directivos pueden usar los recursos libres para inversiones que buscan un mayor crecimiento, favoreciendo sus intereses, en lugar de repartirlos entre los accionistas.

El problema de la renuncia a liquidar la empresa: Los directivos pueden evitar la liquidación de la empresa, aunque sea la opción más ventajosa para los accionistas.