Didáctica de la Lengua Española: Objetivos, Competencias y Microhabilidades
Didáctica de la Lengua: Disciplina de Confluencia
La Didáctica de la Lengua (DDL) se presenta como un campo interdisciplinario que integra conocimientos de diversas áreas para optimizar la enseñanza y el aprendizaje de la lengua. Según Mendoza (1996), la DDL se articula en dos bloques fundamentales:
- Ciencias de la Educación: Incorporan teorías del aprendizaje, teorías sobre la adquisición del lenguaje, enfoques y orientaciones técnico-pedagógicas, y corrientes metodológicas.
- Ciencias Lingüísticas: Aportan análisis y exposiciones descriptivas e interpretativas sobre el sistema lingüístico y literario.
Camps (1998) sitúa la didáctica de la lengua en la intersección de diversos campos científicos, otorgándole un espacio propio de «transformación de los datos» provenientes de estos campos. Esta autora enfatiza que no se pueden considerar los contenidos lingüísticos aisladamente, sino que es crucial tener en cuenta las características individuales del estudiante (edad, intereses, objetivos) y las condiciones sociológicas del entorno. Todo esto se enmarca en los siguientes contextos:
- Marco Sociocultural
- Marco Lingüístico-Discursivo
- Marco Individual
- Marco Educacional
Estos marcos convergen en la didáctica de la lengua. Según Camps, el objetivo principal de la DDL es la intervención eficaz en la enseñanza-aprendizaje de las lenguas y la investigación activa en los procesos de adquisición de saberes y habilidades lingüísticas. El foco principal reside en comprender cómo se producen los aprendizajes.
Para Mendoza Fillola y López Valero, la DDL es una disciplina autónoma con un espacio de actuación específico: el aula de lenguaje. Este espacio no solo sirve para el desarrollo del currículo, sino también para la formación lingüístico-comunicativa y estético-valorativa del alumno. Además, el aula se convierte en un espacio de autoformación didáctica para el profesorado.
Objetivos de la Didáctica de la Lengua
La DDL se propone revisar los planteamientos teóricos, seleccionar y organizar contenidos, establecer objetivos en relación con métodos y orientaciones técnico-teóricas sobre la singularidad del aprendizaje de la lengua y la literatura. También se encarga de distribuir la materia en bloques asimilables por los estudiantes, y de elaborar y valorar actividades para alcanzar los objetivos generales y particulares.
Competencia Lingüística, Pragmática y Comunicativa
La competencia lingüística abarca el conjunto de la gramática y se distingue de la actuación lingüística, que es el uso individual de la lengua. Estos conceptos son paralelos a los de lengua y habla de F. Saussure. La competencia pragmática estudia los conocimientos y habilidades que permiten el uso adecuado de la lengua, incluyendo conocimientos no lingüísticos interiorizados por un usuario ideal. La competencia comunicativa, propuesta por Hymes, implica el conocimiento de las reglas sociales y culturales del uso del lenguaje, incluyendo el registro adecuado, los temas apropiados, el momento y el lugar.
Esquema de relación:
Competencia Comunicativa (Hymes) > Competencia Lingüística (Gramática) + Competencia Pragmática (Uso adecuado)
Microhabilidades de la Comprensión Oral
Las microhabilidades son destrezas específicas que intervienen en los procesos de comprensión y expresión. Se dividen en:
Reconocer
- Segmentar la cadena acústica en unidades (sonidos, palabras, sintagmas).
- Reconocer fonemas, morfemas y palabras.
- Discriminar oposiciones fonológicas (vocal tónica/átona, cama/cana).
Seleccionar
- Distinguir palabras relevantes de las irrelevantes.
- Agrupar elementos en unidades superiores (sonidos en palabras, palabras en sintagmas, etc.).
Interpretar
- Comprender el contenido del discurso.
- Comprender la forma del discurso.
Anticipar
- Activar información previa sobre el tema o persona.
- Prever el tema, lenguaje y estilo del discurso.
- Anticipar lo que se dirá a partir de lo ya dicho.
Inferir
- Inferir datos del emisor (edad, sexo, carácter).
- Extraer información del contexto comunicativo (situación, roles, tipo de comunicación).
- Interpretar códigos no verbales (mirada, gestos).
Retener
- Recordar palabras, frases e ideas durante unos segundos.
- Retener a largo plazo aspectos relevantes del discurso (situación, información clave, propósito, estructura, palabras especiales).
- Utilizar diversos tipos de memoria (visual, auditiva, olfativa).
Microhabilidades de la Expresión Oral
Planificar el Discurso
- Analizar la situación (rutina, anticipación).
- Usar soportes escritos (guiones, notas).
- Anticipar y preparar el tema (información, estructura).
- Anticipar y preparar la interacción (momento, tono, estilo).
Conducir el Discurso
- Conducir el tema:
- Buscar temas adecuados.
- Iniciar o proponer un tema.
- Dar por terminada una conversación.
- Desviar o eludir un tema.
- Conducir la interacción:
- Manifestar la intención de intervenir.
- Escoger el momento adecuado.
- Utilizar el turno de palabra.
- Reconocer y ceder la palabra.
Producir el Texto
- Facilitar la producción: Simplificar la estructura de la frase, eludir palabras irrelevantes.
- Compensar la producción: Autocorregirse, pulir el significado, resumir ideas importantes.
- Corregir la producción: Articular con claridad, aplicar reglas gramaticales.
Aspectos No Verbales
- Controlar la voz (volumen, tono).
- Usar códigos no verbales adecuados (gestos, movimientos).
- Controlar la mirada (dirigirla a los interlocutores).
Modelo Interactivo de Lectura
La lectura y su comprensión se conciben como un proceso complejo e interactivo. El lector construye una representación del significado relacionando las ideas del texto con sus conocimientos previos. La mente utiliza un modelo interactivo que enfatiza el uso de estos conocimientos previos. La automatización de procesos (codificación, decodificación) permite dirigir la atención a procesos de comprensión de alto orden. El lector hábil lee con un objetivo y controla continuamente su comprensión. El proceso se inicia antes de la lectura, con la formulación de expectativas y objetivos. La comprensión radica en la capacidad de formular y verificar hipótesis, y de interrelacionar lo nuevo con lo sabido. Es un proceso activo y continuo.
Gramática Implícita y Explícita
La gramática implícita se adquiere mediante el uso real de la lengua y debe ser el centro de la enseñanza-aprendizaje, desarrollando la capacidad verbal del alumno. La gramática explícita se basa en la explicación razonada de las reglas y se aprende formalmente. La reflexión consciente sobre los mecanismos lingüísticos potencia las capacidades expresivas. Los conocimientos gramaticales permiten tomar conciencia de lo que sabemos, reflexionar sobre el lenguaje y multiplicar los ejercicios prácticos desde el inicio de la escolarización.
Implícito: Conocimiento interno de la propia lengua, adquirido mediante el uso real.