Desarrollo Integral en la Primera Infancia

Nivel sala cuna: sala cuna menor desde 85 días a 11 meses, sala cuna mayor desde 1 año hasta 1 año 11 meses. Las educadoras/es y técnicos de párvulos trabajamos con niños y niñas. Nuestro trabajo, principalmente, se centra en organizar experiencias y ambientes para promover aprendizajes. Lo que hacemos o dejamos de hacer tiene un impacto significativo en ellos y ellas, ya que a su edad hay cosas increíbles pasando en su cerebro.

– Los niños/as nacen con muchísimas neuronas o células cerebrales. Estas neuronas, junto a otras células, forman el sistema nervioso de los seres humanos.

– El sistema nervioso gestiona y organiza el funcionamiento de los otros sistemas mediante mensajes electroquímicos que, por un lado, nos permiten sentir los estímulos del exterior, y por otro lado, “dan órdenes” a las diferentes estructuras que forman nuestro organismo para que respondan a esos estímulos.

– Las conexiones o sinapsis se forman intensamente durante los primeros años de vida.

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A la edad de ocho meses, un bebé ha formado alrededor de mil billones de sinapsis. A la edad de diez años, este número ha disminuido aproximadamente a 500 billones. El cerebro opera bajo el principio de “úsalo o lo pierdes”. Las conexiones que no se usan regularmente se van perdiendo en un proceso llamado poda cerebral, que tiene como objetivo hacer más eficiente el trabajo del cerebro y fortalecer aquellas conexiones que sí se utilizan.

– Las interacciones entre los adultos y los niños/as pequeños/as son importantes.

– La investigación en esta área ha demostrado que aquellos niños a los que los adultos les hablan frecuentemente, aprenden casi trescientas palabras más a la edad de dos años que los niños a los que no les hablan.

Conceptos de habilidades:

Constituyen capacidades para resolver problemas y llevar a cabo procedimientos, estrategias y acciones con precisión y adaptabilidad. Pueden desarrollarse tanto en el ámbito:

  • Habilidades motoras
  • Habilidades socio-emocionales
  • Habilidades cognitivas

– El apego es el vínculo emocional más importante en la primera infancia que el bebé establece con una o varias personas de la unidad familiar. El apego proporciona la seguridad que tanto física como emocional un niño necesita.

– El apego y la sensación de seguridad que proporciona es una base imprescindible para el futuro desarrollo de las relaciones que el niño (y después como adulto) tendrá con los demás.

Características de aprendizaje y desarrollo de niños de 0 a 2 años:

  • Habilidades motoras: Se sienta con apoyo, patalea, intenta agarrar objetos con la mano, levanta la cabeza y estira la cabeza para alcanzar algo.
  • Habilidades socio-emocionales: Agita los brazos y sonríe, vocaliza, patalea tratando de llamar la atención de algún adulto cerca.
  • Habilidades cognitivas: Se calma cuando aparece un adulto significativo, se interesa por el mundo exterior, capacidad de representación es la búsqueda del objeto perdido.

Ambiente de aprendizaje:

El ambiente es concebido como construcción diaria, de reflexión cotidiana y singular que reconoce la diversidad y con ella la riqueza de la vida en relación (Ospina, 1999 citado en Duarte 2003), constituyéndose así como el espacio privilegiado que promueve el desarrollo de habilidades, conocimientos y actitudes.

– El ambiente es concebido como los aspectos “físicos, sociales y humanos que configuran el espacio-tiempo en que [el] ser humano vivencia experiencias diversas que le permiten con más o menos facilidad generar aprendizajes que favorecen su desarrollo integral” (Romo, 2012 citado en Castro y Morales, M.E., 2015).

Características de ambientes de aprendizaje en Educación Parvularia:

Existen variadas investigaciones respecto de las características de ambientes de aprendizaje en Educación Parvularia. Adlerstein, Manns y González (2016) mencionan las siguientes:

  • Flexible
  • Promotor de bienestar
  • Significativos
  • Pertinentes y contextualizados
  • Pedagógicamente intencionados
  • Inclusivo y accesible
  • Empoderador y participativo
  • Amplio
  • Seguro
  • Estable
  • Facilita el aprendizaje

– Elementos físicos, organizacionales, funcionales, estéticos.

– Congruencia entre las características, necesidades e intereses de los niños y niñas, contexto sociocultural e intercultural.

Cesto de los tesoros:

El cesto de los tesoros es una propuesta de método Montessori que se trabaja con bebés de 6 meses a 12 meses aproximadamente. Ya que a esta edad pueden permanecer sentados y aún no se desplazan demasiado de lugar. Para trabajar el cesto de los tesoros se necesita una cesta de mimbre, de unos 8 cm de altura y 35 cm de diámetro aproximadamente, que sea sólida y estable, que no se vuelque cuando los pequeños se apoyen en el centro para sacar un material.

Dentro de la cesta deben meter unos 60 objetos, que no sean juguetes comerciales ni de plástico, sino cosas que los bebés puedan encontrar a diario, en la naturaleza o en casa de diferentes cualidades (textura, olor, sabor, color, sonido). La cesta debe estar de manera atractiva en un rincón atractivo, estable, con una alfombra, para que puedan acceder fácilmente con las manos, en grupo de 3 a 4 niños. El adulto debe quedarse cerca de los niños observando el juego.

Atención y concentración:

Para favorecer la interacción con otros bebés. Despertar al máximo los cinco sentidos de los niños y la coordinación corporal (ojo-mano-boca). Habilidades motrices manipulativas, presión y la suelta de objetos y pinza digital.

Juego heurístico:

El juego heurístico consiste en ofrecer a un grupo de niños de 12 a 24 meses, desde que comienzan a desplazarse, una cantidad de objetos y de recipientes para que jueguen libremente con ellos sin la intervención de adultos. Es una actividad de exploración que se realiza en grupos de 6 a 10 niños que combinan libremente objetos, que posteriormente clasifican y recogen.

Las tres fases del juego heurístico:

Etapa 1: La educadora prepara el material (en el aula vacía) libre de elementos y de juegos. Selecciona tres tipos de materiales sensoriales diferentes (unos 150 objetos) y elige los recipientes más adecuados que harán la función de contenedor (tres como mínimo para cada niño). Organiza la sala en varios puntos de juego, de manera que los materiales queden agrupados según sus cualidades.

Etapa 2: Una vez que lleguen al aula los niños, combinan y exploran de forma libre todos los materiales y hacen todo tipo de cosas (emparejar, alinear, destapar, abrir, llenar, sacar, encajar, apilar…). En este momento, la educadora es una simple observadora, no ha de intervenir en la experiencia salvo que sea necesario (que se estén peleando, por ejemplo).

Etapa 3: En la tercera fase, de recogida, los niños recogen el material y lo clasifican con ayuda de la educadora, guardando cada material dentro de su bolsa correspondiente, donde se indica el nombre, la cantidad y el lugar donde se encuentra (debajo de, arriba de, allí hay dos más, etc.).

El papel de la educadora en el juego heurístico:

Facilitar los materiales y permanecer al margen como observadora. No se interviene ni se sugiere, no se estimula ni se dirige, no se elogia, no se les dice nada. Solo intervenimos para evitar peleas, para animar a algún indeciso, para control de esfínteres y para recoger.

Tipos de materiales:

Preferentemente, el material a utilizar debe ser natural (cartón, corcho, metal, madera, cuero, algodón…) y de uso cotidiano, evitando usar juguetes. La recomendación de al menos 150 objetos es sencilla, y es que debemos tener materiales necesarios para que no surjan peleas a la hora de realizar la actividad.

  • Materiales naturales: conchas, piñas, esponjas, castañas, cáscaras de coco.
  • Materiales de andar por casa: anillas de cortina (madera, plástico), pinzas de la ropa, botones grandes, pelotas pequeñas, gomas, rollos de papel higiénico o conos de hilo de coser… También botellas pequeñas, tapaderas, cordones de colores, tapones de corcho, llaves.
  • Telas

Psicomotricidad:

La psicomotricidad se divide en dos partes: la motriz y la psíquica. La unión de éstas constituye parte del proceso del desarrollo integral de las personas. Según la teoría de Piaget, la inteligencia se construye a partir de la actividad motriz de los niños. La importancia de la psicomotricidad en los primeros años de vida de las personas es básica, ya que el aprendizaje se produce a través del movimiento, la acción del niño sobre el medio y las experiencias.

Beneficios de la psicomotricidad:

  • Desarrollo efectivo y social: permite a los niños enfrentarse, conocer sus miedos así como relacionarse con los demás.
  • Desarrollo intelectual: permite mejorar la memoria, atención y concentración.
  • Desarrollo motor: permite al niño dominar su movimiento.
  • Juego de psicomotricidad: En el primer año de vida, el niño juega principalmente a juegos motores que simbolizan el proceso de separación del adulto.