Desarrollo de la Percepción Espacio-Temporal en Niños: Piaget y Hannoun

Desarrollo de la Percepción Espacial en Niños

Teoría de Piaget

Según Jean Piaget (1952), la percepción del espacio en los niños se desarrolla gradualmente a medida que interactúan con su entorno físico y adquieren habilidades cognitivas para comprender la ubicación, la distancia y la relación entre los objetos.

Piaget identificó cuatro períodos clave para el desarrollo del conocimiento del espacio:

Período Sensoriomotor (0 a 2 años)

Durante este período, los bebés interactúan con el mundo principalmente a través de sus sentidos y acciones motoras. Su comprensión del espacio se desarrolla a través de la manipulación física y la exploración sensorial de su entorno inmediato.

Período Preoperatorio (2 a 7 años)

Durante esta etapa, los niños comienzan a representar mentalmente el mundo a través de imágenes y símbolos, pero aún no tienen la capacidad de realizar operaciones lógicas complejas. Su comprensión del espacio se amplía a medida que adquieren la capacidad de representar objetos y eventos de manera simbólica.

Período de Operaciones Concretas (7 a 12 años)

En esta etapa, los niños comienzan a desarrollar la capacidad de realizar operaciones mentales más complejas y lógicas, pero aún están limitados a situaciones concretas y tangibles. Su comprensión del espacio se vuelve más precisa y sistemática a medida que son capaces de aplicar principios lógicos para resolver problemas espaciales.

Período de Operaciones Formales (a partir de los 12 años)

Es la etapa final en la teoría de Piaget, que comienza aproximadamente a los 11 años y se extiende hasta la edad adulta. Durante esta etapa, las personas desarrollan la capacidad para pensar de manera abstracta, lógica y formal, lo que les permite enfrentarse a problemas complejos y razonar sobre situaciones hipotéticas.

Modelo de Hannoun

Hannoun (1977) desarrolló un modelo paralelo al de Piaget con tres etapas:

Espacio Vivido (0 a 6 años)

Durante esta etapa, los niños experimentan el espacio de manera directa y sensorial. Su comprensión del espacio se basa en las experiencias físicas y emocionales que tienen con su entorno inmediato.

Espacio Percibido (6 a 12 años)

En esta etapa, los niños comienzan a desarrollar una comprensión más consciente y elaborada del espacio. Empiezan a notar y apreciar las relaciones espaciales entre objetos y eventos en su entorno. Su comprensión del espacio se basa en la percepción y la observación consciente de su entorno físico.

Espacio Concebido (a partir de los 12 años)

Durante esta etapa, los adolescentes desarrollan una comprensión conceptual y abstracta del espacio. Comienzan a pensar en el espacio de manera más abstracta y simbólica, utilizando modelos mentales y teorías para comprender fenómenos espaciales más complejos.

Desarrollo de la Percepción Temporal en Niños: Piaget

Piaget también propuso una teoría del desarrollo del tiempo en tres etapas: tiempo vivido, tiempo percibido y tiempo concebido.

Tiempo Vivido (0 a 6 años)

  • Se refiere a la concepción del tiempo meramente vivido, basada en experiencias directas de la vida diaria. No tienen una comprensión como una dimensión histórico-temporal, sino que lo experimentan a través de eventos y actividades cotidianas.
  • Los cambios físicos y biológicos, así como las experiencias sensoriales, son las principales referencias temporales.
  • En este estadio, los niños pueden experimentar una sensación de confusión y falta de organización en su percepción del tiempo.

Tiempo Percibido (6 a 12 años)

  • Durante esta etapa, los niños comienzan a comprender el concepto del tiempo mediante la observación y la utilización de instrumentos de medición del tiempo, como relojes y cronómetros.
  • La percepción del tiempo se va desarrollando gradualmente, con la capacidad de distinguir entre diferentes velocidades y medidas de tiempo.
  • Los niños empiezan a comprender cómo el tiempo puede ser medido y cuantificado.

Tiempo Concebido o Histórico (a partir de los 11 años)

  • En esta etapa, la capacidad de abstracción de los niños está más desarrollada, lo que les permite comprender que los eventos tienen consecuencias y pueden ser ordenados cronológicamente.
  • Pueden aplicar esta comprensión temporal al estudio de disciplinas como las matemáticas y la historia.
  • Se produce un razonamiento más formal y abstracto, lo que les permite entender conceptos históricos como las fechas antes y después de Cristo (a.C. y d.C.) y el cambio social a lo largo del tiempo.