Cultura, Ética y Espacios de Trabajo: Claves para el Éxito Empresarial

Importancia del Plan de Cultura Organizacional

La medición del clima laboral no es sencilla. Sin embargo, cada vez más gestores de RRHH, conscientes de las repercusiones de un clima deteriorado, plantean estudios para:

Generar satisfacción laboral y bienestar en los trabajadores.
Poner en práctica los valores culturales de la organización.
Guiar la política de RRHH de la empresa.
Favorecer la socialización de los trabajadores.
Mejorar la productividad y los resultados económicos.

Valores Fundamentales

Los valores fundamentales nos permiten trazar procedimientos y sistemas de trabajo que posibiliten su realización.

Mejorar la política de RRHH: Advertir que la exposición a las mismas condiciones laborales no tiene el mismo efecto en todos los trabajadores.
Socialización: Consiste en el proceso de aprendizaje de la cultura y en la interiorización de los valores formales establecidos.

Estructura

Existen diversos modelos para analizar la cultura organizacional, como el de Chiang, Manosalvas, Ángel Olaz y Pilar Ortiz, Pümpin y García Echevarría.

Gestión de Valores Éticos

Para una gestión ética efectiva:

Los líderes y gerentes deben estar comprometidos, ser convincentes y actuar de acuerdo con los valores que defienden.
Los valores deben ser transmitidos con claridad, preferiblemente escritos en un código de conducta o código de ética.
Las medidas internas deben basarse en una evaluación de riesgos para optimizar los recursos.
Los valores deben incorporarse a las actividades cotidianas, ofreciendo recursos y capacitación a los empleados.
Debe establecerse un sistema de control interno y canales para denunciar irregularidades.
El programa de integridad y ética empresarial debe ser un proceso continuo de aprendizaje, con medidas supervisadas y revisadas periódicamente.
Las empresas deben adoptar un enfoque proactivo de responsabilidad corporativa con prácticas comerciales sostenibles para fortalecer la integridad y la ética en sus cadenas de suministro y en la gestión con los stakeholders.

Tipos de Gestión

Gestión inmoral: Se centra en explotar oportunidades inmorales para beneficio personal o corporativo.
Gestión moral: Cumple con las más altas normas de comportamiento ético y estándares de conducta profesional.
Gestión amoral:
- Intencional: No tiene en cuenta factores éticos.
- No intencional: Es casual o descuidada sobre factores éticos.

Valores Éticos en la Empresa

Los valores éticos representan la forma esperada de comportamiento de los integrantes de una empresa. Sirven para:

Reforzar la cultura de la organización.
Impulsar la imagen pública de la compañía.
Garantizar la confianza interna y externa.
Incrementar la reputación de la empresa.

Cuando una empresa actúa éticamente, fomenta una cultura de integridad que motiva a sus empleados a actuar de la misma manera. La meta es generar una cultura de integridad compartida, promoviendo la aplicación de códigos, normas y reglamentos éticos. El comportamiento no ético constituye riesgos y grandes costos para la empresa, mientras que las prácticas éticas pueden traer ventajas tangibles como el acceso a nuevas oportunidades.

Espacios de Trabajo del Futuro

Las tendencias en los espacios de trabajo se centran en:

Flexibilidad: Espacios modificados en función de las necesidades de las empresas.
Democratización del espacio: Dotar al trabajador de un amplio rango de espacios para elegir dónde y cómo trabajar.
Vuelta a la naturaleza: Incorporación de maderas naturales, iluminación natural y espacios al aire libre.
Bienestar: Cuidar la salud a través de la ergonomía, la iluminación, la acústica y la refrigeración.
Colaboración: La oficina se convierte en un lugar de encuentro para el trabajo en equipo.
Privacidad: Ofrecer espacios que permitan la concentración y minimicen las distracciones.

Empleabilidad y Emprendimiento

Empleabilidad: Es la capacidad del ser humano de gestionar su trayectoria intelectual, emocional y profesional.

Emprendimiento: Existen cuatro tipos de negocio: basados en el producto, en la prestación de un servicio, en la comercialización de contenidos y en un centro de relación. Es fundamental saber gestionar los cinco capitales: el conocimiento, el relacional, el emocional, el físico y el económico.