¿cual fue una de las consecuencias que tuvo la intervencion francesa en mexico
México es el país donde las corrientes positivistas ejercen una influencia más fuerte y dilatada. No es tanto desde el punto de vista teórico, sino en el sentido de que les interesa aplicar diversas teorías emanadas de ese conjunto filosófico a la realidad mexicana para tratar de solucionar sus problemas. El caso de México es singular. Es uno de los países que experimenta con mayor frecuencia y durante más tiempo esas fases cíclicas de anarquía que afectan a las repúblicas americanas, que causan una notable sensación de inseguridad. No hay forma de crear los elementos del Estado. En el plano exterior hay un episodio traumático para México: apenas dos décadas después de la independencia México pierde la mitad de su territorio en la guerra con los Estados Unidos.
Dos décadas después tienen que soportar los mexicanos otra intervención exterior -la francesa- y la imposición breve de un emperador extranjero, Maximiliano de Habsburgo, una buena persona que es engañada por todos. Este episodio tiene su reflejo en la realidad mexicana. A esto hay que añadir que al recuperar la independencia tras la aventura francesa el país nuevamente se ve envuelto en los roces entre conservadores y liberales, y esa dinámica sólo se interrumpe cuando accede al poder
Porfirio Díaz
Bajo pretexto de que el país padece continuas situaciones de anarquía, se hace con el poder e inaugura una dictadura bastante larga. Tiene efectos negativos y efectos positivos (estabiliza el país y lo sitúa en la senda del desarrollo económico). El pensamiento positivista se abre camino en México bajo la dictadura de Porfirio
Díaz. Se analiza la realidad mexicana y se buscan alternativas para llevar al país por la senda de la libertad y del progreso.
Gabino Barreda, discípulo de Comte en Francia, es el primer personaje destacado del positivismo mexicano. En 1867 el Gobierno le encarga reorganizar el organigrama de la educación nacional, hasta entonces regida fundamentalmente por los conservadores (pese a que los liberales han estado más tiempo en el poder). La idea de esta reorganización es favorecer los intereses de la
burguesía liberal. Esta burguesía es más fuerte que antes y quiere tener más representación y más protagonismo en la evolución del país. Porfirio Díaz, conservador, se da cuenta de lo adecuado de apoyarse en esa burguesía para difundir los ideales positivistas y llevar el país por la senda del progreso. El primer objetivo de la educación positivista es el anticlericalismo. Se defiende una educación no católica, una escuela laica, y se da una paradoja: el Estado teóricamente no pretende imponer a los mexicanos ningún tipo de ideología, quedando en manos de cada ciudadano escoger el tipo de educación, pero en la práctica sí lo hace. El no contar con cohesión interna es uno de los obstáculos más notables que impiden a México defenderse del exterior. Los positivistas quieren hacer que sus compatriotas recuperen la conciencia nacional. Predomina la identificación con una clase o una élite por encima de la conciencia nacional. Es un problema asimilar a las minorías de la población. A partir de 1880 se diseña la reforma del sistema educativo y una reforma social.
Justo Sierra desarrolla en México las ideas de Spencer.
Quiere instruir al pueblo con absoluta independencia de la Iglesia. Volviendo a Barreda, resalta la idea del progreso, que deben de disfrutar todos los ciudadanos del país. Desde el punto de vista de la libertad, se ve influido por Comte y piensa que esa libertad debe someterse a los intereses de la sociedad.
El hombre puede pensar lo que quiera pero debe obrar al servicio de la sociedad. El interés común prima siempre sobre los intereses individuales. La educación debe abarcar las matemáticas, las ciencias naturales, la cosmografía, la física, la química, la botánica, la zoología y la lógica. La principal misión de la escuela es ofrecer un conjunto de verdades demostrables, porque el positivismo se basa en la demostración científica, sin la cual nada debe imponerse a los ciudadanos. Rechaza el principio de autoridad. A partir de 1865 Barreda propone que la educación primaria sea obligatoria para todos los mexicanos. Aquí empiezan los problemas. A las élites les interesa que la gente no piense. Hay quienes se resisten a la extensión de la educación primaria. En un momento concreto el Gobierno expide un decreto atacando la educación basada en el positivismo. Argumenta que el orden social sólo puede mantenerse con una unidad de criterio, que se obtiene mediante una enseñanza orgánica, de tipo enciclopédico. Las escuelas de especialización profesional llevarán sólo a la desunión de los mexicanos. Los discípulos de Barreda fundan la Asociación Metodófila Gabino Barreda en 1867. Destacan Porfirio Parra, Miguel Macedo y Manuel Ramos.
Cada uno tiene una orientación diferente. Parra se basa sobre todo en las ideas de Stuart Mill y se ve muy inclinado a desarrollar los estudios de la lógica. Macedo está más influido por los aspectos sociales del positivismo. Aboga por mejorar las condiciones de vida del proletariado. Ramos es un gran defensor de la ciencia social y las experimentales. Piensa que la ciencia social debe estudiar todo lo relativo al
nacimiento y las funciones de la sociedad, sus características, etc. Mantiene principios evolucionistas. Defiende que la ley más importante es la de la supervivencia de los más aptos; la sociedad es un campo de lucha donde triunfan los más válidos, que son los burgueses. Barreda nunca llega a presentar el positivismo como una ideología política, pero sus discípulos sí que forman un partido político que se enfrenta al viejo Partido
Liberal. Es denominado Partido de los Científicos, con gran influencia en la etapa porfirista. Sus integrantes dicen que el orden material de la sociedad se basa en un cierto desorden de los individuos. Atacan los intentos de destrucción de la sociedad. Porfirio Díaz es el instrumento del que se valen el país y la burguesía para establecer un nuevo orden. Al mismo tiempo, la burguesía mexicana es el instrumento ideológico para realizar los cambios, de la misma forma que Porfirio Díaz es el instrumento material. Coinciden el desgaste del régimen de Porfirio Díaz y el desgaste del positivismo, teniendo un fin paralelo.