Crisis Económica Argentina: Hiperinflación, Deuda Externa y Reestructuración
Crisis Económica Argentina: Causas, Consecuencias y Reestructuración
Causas de la Hiperinflación
- La crítica situación del balance de pagos.
- La exacerbación de la puja por la distribución del ingreso.
- El comportamiento especulativo de los sectores económicos.
- La suma de periodos de creciente inflación, con periodos de estabilización cada vez más cortos.
- Una política errónea de contención por parte del gobierno.
Consecuencias de la Hiperinflación
Muy graves: La monetización de la economía cayó a valores ínfimos, la deuda pública interna creció en forma exponencial y los ingresos de la Tesorería General de la Nación se redujeron drásticamente. Sourrouille renunció y fue nombrado Pugliese quien puso en práctica una nueva reforma cambiaria. Si bien se desaceleró el aumento del precio del dólar, la inflación siguió subiendo. Luego, con la liberación del mercado de divisas, tanto el dólar como los índices de precios crecieron.
Situación Económica de los Países del G7 (Finales del Siglo XX y Principios del XXI)
El deterioro de la situación económica alcanzaba a las otras naciones del G7, salvo Japón que ya venía deteriorado. Este deterioro fue significativo para los principales miembros de la UE (Francia y Alemania), que no respetaron los límites acordados para el déficit fiscal y varias de las grandes empresas multinacionales del continente quedaron al borde de la quiebra, evidenciando una verdadera recesión. Los efectos de la recesión, los de siempre: menos consumo, menos inversión, menos crecimiento. Por otro lado, China fue el único país que mostró en este período altas tasas de crecimiento, debido principalmente a su presencia en los mercados externos y al desarrollo del mercado interno que lo protegía de los vaivenes de la economía mundial.
Reestructuración de la Deuda Argentina
Primeros Pasos
Los primeros pasos para la reestructuración de la deuda se dieron a mitad del 2003. La Propuesta de Dubái estableció que la oferta se dirigiría, con un trato homogéneo, a todos los tenedores de bonos y títulos públicos emitidos hasta diciembre de 2001, manteniendo al resto de la deuda en situación regular. Se reconocía una deuda de U$S 87.000 dejando afuera intereses vencidos y no pagados, y sobre este monto se fijaba una quita del 75%. Se planeaba emitir 3 bonos de libre elección llamados: Par, Cuasi-Par y Discount. Esta oferta se rechazó argumentando que Argentina se encontraba en condiciones de hacer una oferta sustancialmente mejor.
Propuesta de Buenos Aires
La Propuesta de Buenos Aires fue la segunda oferta con la que se buscaba acercar posiciones con los acreedores. El monto a reestructurar alcanzaba los U$S 81.800 millones; a cambio se emitirían nuevos títulos por un total de U$S 38.500 millones si la adhesión al canje era igual o menor al 70%, y de U$S 41.800 si la aceptación superaba el 70%. Se mantendría la quita del 75%, aunque ahora se reconocerían el 100% de los intereses vencidos y no pagados. Con el correr de los meses, se aclaró que el canje se haría por el capital de los títulos en default sin reconocer los intereses devengados durante la cesación de pagos. El gobierno corrió el riesgo de realizar un anuncio poco claro para no dar la imagen de estar cediendo ante los reclamos de mayores pagos por parte de los acreedores. Además, se mantuvieron los instrumentos anunciados en Dubái: Par, Cuasi-Par y Discount. Los Par y Discount podrían ser emitidos en función de cuál fuera la moneda de origen del instrumento a canjear en pesos ajustados por CER, dólares, euros o yenes. En cambio, el Cuasi-Par solo en pesos ajustado por CER. La mejora respecto de la Propuesta de Dubái implicaba mayor esfuerzo fiscal, por lo que el gobierno se comprometía a mantener un superávit primario de 2,7 puntos del PBI durante los primeros 5 años, hasta llegar al 2,3 puntos.
Resultados del Canje
Luego del anuncio, Argentina recibió más presiones de los acreedores que rechazaban la oferta y aducían que podía pagar más y que la quita era inaceptable, pero las mejoras en el ambiente financiero hicieron que no se realizaran cambios a la oferta anunciada. En enero de 2005, comenzó el canje de los viejos bonos por los nuevos, y en marzo el gobierno anunció que el grado de aceptación era del 76,15% de la deuda en default. Esto significaba que se retirarían U$S 62.300 millones de viejos bonos y se darían unos U$S 35.300 de nuevos instrumentos junto con unidades ligadas al PIB por un valor nocional de aprox. U$S 62.300 millones. La operación permitió reducir el stock de deuda pública y moderar la exposición de las finanzas públicas al riesgo cambiario.