Crecimiento y Cambio Estructural de la Economía Española

1. Los rasgos básicos del crecimiento económico español

España consiguió un crecimiento muy rápido de su renta per cápita en la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI (hasta 2007). La evolución de la renta per cápita experimenta oscilaciones cíclicas de amplitud variable.

Aspectos clave:

  • Progreso económico:
    • La renta nacional se ha multiplicado por 6.
    • Acercamiento a los niveles de vida de los países más avanzados.
  • Cambios profundos en estructura económica y social, gradual apertura externa y modernización institucional.

La posición en el mundo y en la UE de España, en la clasificación del Fondo Monetario Internacional (FMI) es el puesto número 29, según el PIB per cápita en PPA y el puesto número 15 según el PIB nominal en PPA. Por otro lado, según el FMI, en los países de la UE-27, España ocupa el puesto número 4, según PIB PPA, y el puesto número 13 según PIB per cápita en PPA, siendo el número 2 en territorio y el número 4 en habitantes.

Entre 1961 y 2018:

1.1. España ha superado el ritmo de avance de las naciones más maduras:

Ha tenido un crecimiento mayor al partir de un nivel de desarrollo más bajo en determinadas condiciones de su ahorro y población, por otro lado la renta nacional se ha multiplicado por seis y se ha transformado la estructura económica y social del país.

1.2. El perfil temporal seguido por la renta per cápita española se asemeja mucho al de los países comunitarios:

España ha participado en los acontecimientos económicos fundamentales vividos por los países occidentales europeos incluso antes de pertenecer a la Unión Europea y las relaciones España-UE no dejan de crecer.

Las 6 etapas:

  1. 1960-1974: Elevado crecimiento del PIB per cápita y convergencia con la media europea. Son los años del desarrollo, del crecimiento industrial acelerado, de la desagrarización, de una importante apertura al comercio exterior y a la inversión extranjera.
  2. 1975-1984: Crisis económica y de divergencia con Europa en términos de PIB per cápita como consecuencia de alteraciones importantes en el escenario económico internacional y cambios institucionales internos importantes.
  3. 1985-1994: Se inicia con la adhesión de España a la Unión Europea. El PIB per cápita de España exhibe una evolución más ajustada a la seguida por el conjunto de países de la Unión Europea. Fluctuaciones expansivas (1985-1989) y fluctuaciones recesivas (1990-1993) más acentuadas que la media de los países europeos. A partir de 1993, se inicia una fase de recuperación económica.
  4. 1995-2007: Apreciable ritmo de crecimiento de la renta per cápita, convergencia de su renta media con Europa y una notable estabilidad macroeconómica.
  5. 2008-2013: Larga y profunda recesión, consecuencia de la amplia crisis financiera internacional que estalla en 2007 y de los desequilibrios en el modelo de crecimiento seguido en la etapa anterior, especialmente durante sus años finales.
  6. Desde finales de 2013: Inicio de la recuperación, etapa expansiva, aunque se espera en los próximos años una desaceleración gradual del ritmo de crecimiento económico. Tasas positivas de crecimiento del PIB y del empleo. Recuperación de los niveles de PIB previos a la crisis.

1.3. Mayor profundidad de las tres crisis que se han producido durante el periodo estudiado:

Lo que supone un retroceso en el proceso de convergencia de España con la renta media comunitaria.

  • Crisis 1974-1984: Los efectos del encarecimiento del crudo sobre la economía española fueron más intensos que en otros países.
  • La crisis de los primeros años 90: Una crisis breve e intensa.
  • Gran recesión iniciada en 2008 y cerrada en 2014: Año en el que inició una destacada recuperación.

1.4. Las fluctuaciones que se producen en cada etapa poseen un carácter más marcado en España:

  • Efecto estadístico: El marco geográfico.
  • Las etapas de mayor expansión coinciden con tres grandes momentos de apertura al exterior: final de la autarquía (1959), tardío ingreso de España en la Unión Europea (1986) y adopción del euro (1999).
  • Las etapas recesivas se han agravado debido a rigideces en los mercados de productos y de factores y a debilidades del marco institucional.

2. Las transformaciones estructurales de la economía española

2.1. Cambio en la estructura productiva a favor de la industria y los servicios y en detrimento de la agricultura:

Esta transformación incide positivamente sobre la renta per cápita de la economía y provoca cambios importantes en la estructura del empleo.

2.2. Internacionalización de la economía española a través de los flujos de comercio e inversión con el resto del mundo:

  • Comercio: España partía en 1960 de un nivel de exposición a la competencia externa muy inferior al de las economías europeas más avanzadas. Posteriormente comienza un proceso de apertura rápido alcanzando en 1990 en nivel de Francia y Alemania, la transformación es más necesaria cuanto menor es el tamaño de la economía y mayor la madurez de la economía, esto favoreció la eficacia del proceso productivo y el crecimiento económico y vino acompañada de una menor regulación de los mercados interiores, teniendo un efecto favorable sobre el crecimiento económico.
  • Desde la perspectiva de la inversión en el exterior: El proceso de internacionalización de la economía española, siguiendo a R. Myro, aún ha sido más vigoroso, su desarrollo ha sido más tardío pero más intenso, el Stock de inversión de España en el exterior pasa del 3% PIB en 1990 a más del 50% PIB en la actualidad y las grandes empresas españolas se han convertido en multinacionales.

2.3. Ampliación de los recursos públicos o mayor importancia de las AAPP:

Afecta positivamente a la distribución de la renta. Por otro lado, el papel de la educación → Una parte del gasto público (infraestructuras de todo tipo) ha estimulado la productividad favoreciendo la acumulación de capital físico y humano, la vertiente que más ha crecido ha sido la de las transferencias (pensiones, desempleo) favorecedora del consumo, en lugar de la inversión, y la inversión en infraestructuras sociales, como educación, constituye una vía muy importante de distribución de la renta no reñida con la eficiencia.

2.4. Mayor equidad en la distribución de la renta:

Mayor equidad en las tres vertientes (funcional, personal y espacial). En la vertiente personal: más claro desde este punto de vista. La mejora se concentra en los decenios de 1970 y 1980, en la vertiente espacial de la renta unida a una mayor concentración de producción y de la mano de obra en determinadas regiones, como consecuencia de un proceso de emigración interregional. El avance de la equidad en la distribución de la renta ha favorecido el crecimiento económico al asegurar una estabilidad institucional. Mientras que el aumento de la desigualdad durante los años de la gran recesión limita la sobresaliente recuperación de la economía española.

2.5. Incremento de la población inmigrante:

Rápido crecimiento desde 1995 hasta el comienzo de la crisis en 2008 alcanzando en 2018 un porcentaje del 14% de la población española, el más elevado de la Unión Europea. Las consecuencias según R. Myro son: Aumento de la población en edad de trabajar y del empleo, crecimiento del PIB, beneficios fiscales netos y otros beneficios de orden cultural y social.

3. Factores determinantes para el crecimiento

3.1. Conceptos:

  • Crecimiento económico: Es el aumento sostenido en el tiempo del PIB real por habitante, acompañado de un crecimiento positivo de la población.
  • Productividad aparente del trabajo (PAT): Es una medida del rendimiento económico por cada unidad de trabajo aplicada al proceso productivo. → PAT= PIB/E El PAT ha pasado de 14.000 euros en 1960 a 64.000 euros en 2018. La productividad del trabajo aparece como la pieza clave del crecimiento económico y de conseguir incrementos del salario real. → PIBpc = PIB/Pobl. = PIB/E x E/Pobl.= PAT x Epc. PIBpc = PAT x Epc De forma aproximada: TV (PIBpc) = TV (PAT) + TV (Epc) TV→ tasa de variación. La productividad del trabajo es la pieza clave del crecimiento económico, ya que existen límites para el aumento del empleo per cápita, derivados de factores demográficos, culturales y sociales, y por otro lado, el aumento del porcentaje de población depende de la ampliación de la capacidad de producción, que depende de la eficiencia de producción de bienes y servicios.

Los límites para el aumento del empleo per cápita:

  • Epc = E/PA*PA/Pobl
  • E/PA = Empleo/Pobl.Activa es una medida de éxito del mercado laboral. Uno de los factores explicativos es la PAT.
  • PA/Pobl = Tasa de actividad global= PA/PET * PET/Pobl (PET pobl en edad de trabajar) PA/PET depende de factores sociales y culturales: formación, entorno propicio, salud, responsabilidades familiares e incorporación de la mujer al mercado laboral. PET/Pobl depende de factores demográficos: tasa de natalidad, envejecimiento de la población, esperanza de vida, inmigración y emigración.

3.2. Evolución de la productividad del trabajo en el período 1961-2018.

El crecimiento económico en España se ha basado de forma decisiva en el aumento de la productividad del trabajo, al igual que la mayoría de países comunitarios, pero contrastando con EEUU, pero aun así la capacidad para generar empleo ha sido muy escasa. Pero en la década de 1990 esto cambió, y aumentó la capacidad de crear empleo, diferenciándose de países grandes como Francia, EEUU o Japón. España tuvo un comportamiento anticíclico, ya que desde principios de los años 1970 la evolución del PIB per cápita y de la productividad es muy dispar. Las razones de esto son:

  • La mayor profundidad de los períodos de crisis impulsa un costoso descenso del empleo.
  • Rigidez del mercado laboral
  • Elevada temporalidad del empleo en España

Entre 1995 y 2008 hubo una preocupante e intensa desaceleración en el ritmo de avance de la productividad por el abaratamiento del factor trabajo, la limitada capacidad de innovación de la economía española y el excesivo peso de la construcción. En el periodo de tiempo de 2008- 2014 (crisis) aumenta la productividad, también en relación a la UE15 , a través de la desaparición de aquellos establecimientos y tareas laborales con un menor rendimiento por empleado. El objetivo es es lograr que aumenten la productividad y el empleo al mismo tiempo.

3.3. Determinantes del crecimiento de la productividad del trabajo.

  • La mayor capitalización de las explotaciones:
    • El capital humano es la combinación de salud y conocimientos que posee cada trabajador.
    • El capital físico incluye viviendas, infraestructuras, equipos de transporte, maquinaria y bienes de equipo y otros.
  • Productividad total de los factores, aplicado al proceso productivo, que depende de:
    • El progreso tecnológico es su principal determinante a largo plazo.
    • A corto plazo influye el cambio de la estructura productiva.
    • Otros factores: espíritu empresarial y otros institucionales y estructurales como la apertura al exterior, la mayor competencia o el tamaño de las empresas.

La evolución de la productividad del trabajo, estudiada por Rafael Myro, para el período 1960-2018 muestran que :

  • La PAT ha experimentado un notable crecimiento en España, de hasta unos 50.000 euros por trabajador de 1960 y 2016.
  • El capital físico por trabajador ha pasado de 42.000 a 218.000 euros
  • La mejora del capital humano explicaría el 15% del ∆+ PAT.
  • La PTF es el factor más importante ya que a ella se debe el 53% del ∆+ PAT.

La productividad del trabajo se ha ralentizado con el tiempo al recibir menos impulso del capital físico y humano. Esto ocurre en las economías maduras, pero lo que diferencia a España de las grandes economías de la Unión Europea es el prácticamente nulo aumento de la PTF desde inicios del decenio de 1990 y hasta el año 2009. Esto se explica por:

  • Creación de empresas de baja eficiencia durante la expansión
  • Extensión del sector de la construcción
  • Menor esfuerzo tecnológico español (gasto de I+D).

Durante los años de crisis ha aumentado la PTF, a pesar de no registrarse avances en el progreso tecnológico. España tiene un problema de baja productividad que dificulta alcanzar un mayor nivel de bienestar material. Para acortar la brecha que nos separa del PIB per cápita de otras economías más ricas, es necesario reducir el diferencial de productividad, lo que exige:

  • Un mayor esfuerzo inversor en I+D, educación, capital público
  • Buenas condiciones para el desarrollo de la actividad productiva.

Los beneficios de las mejoras de productividad son enormes y exigen adoptar estrategias de largo plazo que afectan a variables tan importantes como la creación de empleo, la competitividad y el nivel de vida de la población.

4. El factor empresarial: Tamaño y Productividad

En España existen una gran cantidad de empresas pequeñas, lo que se considera como una desventaja. A 1 de enero de 2018 casi la totalidad de las empresas españolas tenían menos de 250 trabajadores y el 95’44% eran microempresas.

4.1. Relación tamaño y productividad:

  • La dimensión empresarial española es en exceso reducida y esto se considera una desventaja competitiva por limitar la productividad y dificultar su presencia en los mercados exteriores.
  • Los datos muestran, tanto en España como en el conjunto de la Unión Europea, una relación claramente positiva entre tamaño empresarial y productividad:
  • A mayor tamaño, mayor productividad, ya que las grandes empresas (más de 250 empleados) las que muestran el mayor nivel de productividad
  • Dado que la productividad es el factor clave de crecimiento a largo plazo de la renta per cápita, no sorprende la fuerte relación existente entre tamaño empresarial y nivel de renta per cápita.
  • Esa menor productividad en comparación a otros países avanzados se debe al predominio destacado de las pequeñas empresas.
  • Además, el tamaño empresarial también incide en la presencia de las empresas en los mercados exteriores: facilita la adopción de estrategias exportadoras
  • La gran empresa española es altamente productiva en el contexto internacional y ha demostrado un dinamismo exportador notable.

La empresas pequeñas presentan niveles de productividad menores debido a la baja calidad de dirección y gestión empresarial, falta de competencia en los mercados de bienes y servicios, y por los incentivos a los pequeños tamaños. En conclusión el reducido tamaño de las empresas españolas les plantea problemas:

  • Mayores dificultades para internacionalizarse
  • Mayor limitación para acceder a la financiación y dependencia de los bancos
  • Menor capacidad para invertir
  • Menor capacidad para invertir en investigación, desarrollo e innovación
  • De gobernanza y sucesión
  • Menor productividad y menores salarios para sus empleados