Comercio intersectorial

TEMA 4.- INTRODUCCIÓN A LAS TEORÍAS EXPLICATIVAS DEL COMERCIO

4.1.- INTRODUCCIÓN 4.1.1.- Exportaciones (X) e Importaciones (M)  4.1.2.- Las Balanzas Comerciales Bilaterales 4.1.3.- Las barreras comerciales  4.1.4.- El proteccionismo en el mundo

4.2.- LOS MERCANTILISTAS

 4.3.- LA ESCUELA CLÁSICA 4.3.1.- Los equilibrios de los mercados con Comercio Internacional 4.3.1.- La ventaja absoluta. Adam Smith.  4.3.2.- La Ventaja Comparativa. David Ricardo.

4.4.- LA ESCUELA NEOCLÁSICA

4.5.- LAS NUEVAS TEORÍAS DEL COMERCIO INTERNACIONAL4.5.1.- Las economías de escala y la competencia imperfecta 4.5.2.-
El comercio interindustrial (o intersectorial) y el comercio intraindustrial

4.6.- LAS TEORÍAS HETERODOXAS

Iniciamos el bloque dedicado a la Cooperación Comercial haciendo un repaso de las principales teorías que explican el comercio internacional.
Nuestro objetivo no será analizar exhaustivamente la teoría económica subyacente en estas teorías, ni siquiera la corrección de las mismas, sino entender mejor las diferentes posturas que los países mantienen en las negociaciones internacionales sobre regulación comercial.

4.1.- INTRODUCCIÓN

4.1.1.- Exportaciones (X) e Importaciones (M)

Todos estaríamos de acuerdo con que una exportación es un producto vendido por un país a otro y una importación es un producto comprado a otro país. Pero: – Realmente esto no es exactamente acertado.


Aunque hablemos de países y de comercio exterior de un país, los países no comercian, son las empresas (sean públicas, semi-públicas o privadas) las que exportan e importan. Unas empresas exportan bienes y servicios producidos en un territorio y otras empresas importan bienes y servicios para utilizarlos o venderlos en su territorio. No obstante, estas dos actividades inciden sobre otros aspectos de la economía “nacional”, como el empleo o la inflación. – Por otro lado, estos conceptos son claros cuando hablamos de productos, porque visualizamos el “transporte” del lugar de producción al de consumo (final o intermedio), pero a veces el concepto no está tan claro si hablamos de servicios. Cuando un estadounidense compra una entrada del Museo del Prado, España está realizando una exportación de un servicio y cuando una empresa de consultoría de obra pública realiza un asesoramiento a una autopista que se está construyendo en Panamá, también se está produciendo una exportación, se desplace el consultor a Panamá o realice la asesoría vía correo-electrónico.

4.1.2.- Las Balanzas Comerciales Bilaterales

También sabemos todos que la Balanza Comercial es la diferencia entre las X y las M de un país (tanto de bienes como de servicios); si X>M hay excedente o súperávit comercial, si M>X hay un déficit comercial. Y el análisis de la Balanza Comercial de un país se suele acompañar del análisis de las Balanzas Bilaterales con sus principales socios. Sin embargo, como el valor añadido de los productos habitualmente no se genera únicamente en un país, sino que es el resultado de las cadenas de valor mundiales que utilizan materias primas de diferentes lugares y productos intermedios fabricados en varios países, el resultado de las balanzas


comerciales bilaterales es poco realista y no refleja con exactitud las relaciones que existen entre los países. Por razones como esta, hemos de tratar las estadísticas con cautela y prevenciones, pues aunque son el único dato del que disponemos para estudiar los flujos comerciales, y por tanto es necesario trabajar con ellas, a veces esconden unas relaciones económicas diferentes a las que expresan los números.

4.1.3.- Las barreras comerciales

Las barreras comerciales son impedimentos que dificultan el comercio entre países. Son cualquier política pública o acción empresarial que “encarezca” o dificulte las importaciones (y en algunos casos las exportaciones) y que, por lo tanto, influyen sobre la cantidad y el precio de bienes y servicios intercambiados entre países. Hay barreras comerciales fruto de la propia actividad económica y social de los países, consumidores y empresas, como los costes de transporte o los conflictos armados. Sin embargo, otras son instrumentos de política comercial, es decir, creadas específicamente con el fin de modificar los flujos comerciales, entre los que se encuentran los aranceles, los subsidios del gobierno a los productores, las cuotas a la importación y las restricciones voluntarias a la exportación. El instrumento de política comercial más utilizado han sido los “aranceles” (impuestos que gravan los bienes importados y/o exportados) que habitualmente se expresan como un porcentaje del valor del bien importado; en cuyo caso se denominan “ad valorem”. Desde los años setenta, se ha incrementado el uso de otro tipo de barreras comerciales conocidas como Barreras
No Arancelarias (NTB, por sus siglas en inglés).

4.1.4.- El proteccionismo en el mundo


Las situaciones de partida que estudiamos suelen tener un cierto grado de proteccionismo (existen obstáculos al comercio) y analizaremos la conveniencia de su reducción o eliminación. Por eso solemos querer saber qué ocurriría si se eliminaran esas barreras en las economías de los países o cómo afectaría esa eliminación de barreras a los distintos agentes involucrados. Las economías se sitúan en algún lado de una amplia línea cuyos extremos son la autarquía y la apertura comercial absoluta. Pero ningún país ocupa ninguno de estos extremos: una economía totalmente cerrada es insostenible durante un periodo de tiempo dilatado (salvo que esté dispuesta a sufrir consecuencias muy graves como la pobreza absoluta o la hambruna) y todos los países (especialmente los desarrollados) practican algún tipo de proteccionismo (más o menos encubierto) en ciertos sectores. Para ubicar a cada nacíón esta línea comercial hipotética, se puede utilizar el Grado de apertura de esa economía, que se mide con la siguiente fórmula: CA= X+M/PIB*100

4.2.- LOS MERCANTILISTAS

La teoría moderna del comercio internacional comienza con los mercantilistas en los siglos XVI, XVII, XVIII, al tiempo que surgen los Estados Nacionales Modernos y los grandes descubrimientos geográficos y técnicos. En aquel momento la gran preocupación de las monarquías absolutas era cómo enriquecerse y hacerse más poderosas dentro y fuera de sus fronteras y la riqueza de una nacíón se medía por la cantidad de metales preciosos acumulada en las arcas del Estado. Por lo tanto, para los mercantilistas, el objetivo a alcanzar en el ámbito del comercioexterior era conseguir súperávit en la balanza comercial con una política proteccionista de la industria nacional. No se preguntaron cuáles


eran las razones del comercio internacional y dieron como un hecho que la mejor manera de enriquecer a un Estado era atesorando oro y plata. Las naciones que no dispónían de minas de metales preciosos, sólo podían conseguirlos mediante el comercio exterior: los gobiernos habían de hacer lo necesario para fomentar las exportaciones y limitar las importaciones. De esta forma, el saldo llegaría al país en forma de oro o plata. Puesto que no todas las naciones podían tener súperávit de forma simultánea, y puesto que la cantidad de oro y plata era fija en cualquier momento particular, una nacíón sólo podía ganar a expensas de otras. Así pues, los mercantilistas predicaban el nacionalismo económico: los intereses nacionales se hallaban básicamente en conflicto. Las teorías mercantilistas se veían perfectamente reflejadas en la Ley de Granos de Inglaterra, que impónía aranceles más o menos altos a la importación de granos en función de la evolución del precio en el mercado interno. Exterior era conseguir súperávit en la balanza comercial con una política proteccionista de la industria nacional. No se preguntaron cuáles eran las razones del comercio internacional y dieron como un hecho que la mejor manera de enriquecer a un Estado era atesorando oro y plata. Las naciones que no dispónían de minas de metales preciosos, sólo podían conseguirlos mediante el comercio exterior: los gobiernos habían de hacer lo necesario para fomentar las exportaciones y limitar las importaciones. De esta forma, el saldo llegaría al país en forma de oro o plata. Puesto que no todas las naciones podían tener súperávit de forma simultánea, y puesto que la cantidad de oro y plata era fija en cualquier momento particular, una nacíón sólo podía ganar a expensas de otras. Así pues, los mercantilistas predicaban el nacionalismo económico: los intereses


nacionales se hallaban básicamente en conflicto. Las teorías mercantilistas se veían perfectamente reflejadas en la Ley de Granos de Inglaterra, que impónía aranceles más o menos altos a la importación de granos en función de la evolución del precio en el mercado interno.

4.3.- LA ESCUELA CLÁSICA

Esquemáticamente, la teoría clásica del comercio internacional se basa en las aportaciones de A. Smith (1723-1790), D. Ricardo (1772-1823) y J.S. Mill (1806-1876). En todos los casos, se asumen mercados de competencia perfecta. Desde esta perspectiva, antes de empezar, repasemos un poco de Teoría Económica relativa al Comercio Internacional

4.3.1.- Los equilibrios de los mercados con Comercio Internacional

Supongamos que los siguientes gráficos representa el mercado islandés de bicicletas (en el que se produce QI con un precio de equilibrio PI) y el mercado internacional/europeo de bicicletas (en el que se produce QM con un precio de equilibrio PM). Supongamos, además, que no existen barreras al comercio, ni siguiera costes de transporte. En esta situación, alguien en Islandia importaría bicicletas europeas para venderlas a PM QI), pero los productores islandeses sólo producirían QM1. La diferencia entre QM2 y QM1 (QM2-QM1 = M) serían las Importaciones. En esta nueva situación, el excedente de los consumidores islandeses (por debajo de la curva de Demanda y por encima del precio, aumenta en b+c+d. Mientras que el excedente de los productores (por encima de la curva de Oferta y por debajo del precio) disminuye en b. En consecuencia, hay una ganancia neta (que se quedan los consumidores) de c+d.


Es decir, abriendo el mercado islandés al Comercio Internacional, la situación mejora. Pero este cambio de situación es poco real, habitualmente se ha pasado de la autarquía a la apertura con barreras arancelarias. En este caso, el precio final en el mercado islandés no sería PM sino PM+t y la Cantidad importada sería menor. Por lo tanto, la ganancia de los consumidores sería b’+ c’ + d’ (todas ellas menores que b, c y d) y las pérdidas de los productores serían b’. Pero aparecen unas ganancias para el estado (f) que son el resultado de multiplicar la cantidad importada por el arancel (M’*t). La ganancia neta, comparando la situación de autarquía con la de apertura con arancel, seguiría siendo positiva: b’+c’+d’-b’+f = c’+d’+f No obstante, el análisis suele hacerse comparando la situación en que hay libre comercio sin aranceles (PM) y aquella en que sí se imponen aranceles (PM+t). En este caso, el arancel genera una disminución del excedente del consumidor (b’’+c’’+f+d’’), un aumento del excedente del productor (b’’) y una ganancia para el Estado (f). El resultado global (la ganancia neta), con respecto a la situación en que no hay aranceles es negativo: -b’’-c’’-f-d’’+b’’+f = -c’’-d’’ Análisis similares, en los que se estudian con los cambios en el excedente del productor y del consumidor en función de la variación de precio que la “imposición” de una barrera comercial genera, se pueden conducir para cada uno de los instrumentos de política comercial citados con anterioridad (ver cuadro adjunto). En todos los casos, hemos de tener en cuenta que estamos valorando por igual cada unidad de ganancia de cada uno de los agentes implicados, es decir, una unidad ganada por los productores genera el mismo grado de bienestar que una unidad ganada por los consumidores o por el estado. Y esta asunción, podría dar lugar a extensas discusiones.


4.3.1.- La ventaja absoluta. Adam Smith

Adam Smith (1776): Una investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones. Smith, a diferencia de los mercantilistas, en lugar de fijarse en los efectos monetarios del comercio internacional se fija primordialmente en los efectos reales que el comercio exterior tiene sobre el funcionamiento de la economía. Según Smith, el comercio entre dos naciones está basado en la Ventaja Absoluta y para explicarla comenzó con la verdad simple de que para que dos naciones comercien voluntariamente ambas deben beneficiarse. ¿De dónde provienen entonces estas ganancias mutuas del comercio? ¿Qué bienes ha de exportar una nacíón y cuáles ha de importar.“Cualquier prudente padre de familia tiene por norma no hacer en casa lo que cuesta más caro que comprarlo.” “Lo que es prudencia en el gobierno de una familia, suele serlo en la conducta de un gran reino. Cuando un país extranjero nos puede ofrecer una mercancía más barata de lo que nos cuesta a nosotros, será mejor comprarla que producirla, dando por ella parte del producto de nuestra propia actividad económica, empleada en aquellos sectores en que saquemos ventaja al extranjero.” Cuando una nacíón es más eficiente que otra (tiene una ventaja absoluta) en la producción de una mercancía, pero es menos eficiente que otra nacíón al producir una segunda mercancía, ambas naciones pueden beneficiarse si se especializan en la producción de la mercancía donde poseen la ventaja absoluta e intercambian parte de esta producción con la otra nacíón a cambio de la mercancía en la que tienen desventaja. Mediante este proceso se utilizan los recursos de la manera más eficiente y la producción de ambas mercancías aumenta. Es decir, la Ventaja Absoluta depende de la mayor


eficiencia en la producción. ¿Y cómo definimos eficiencia? Como la capacidad de producir el mismo número de bienes aplicando menos cantidad de trabajo. Así, un país tiene Ventaja Absoluta cuando es capaz de producir el mismo número de bienes utilizando menor cantidad de trabajo. Véase Anexo 1. Por tanto, mientras que los mercantilistas creían que una nacíón sólo podía ganar a expensas de otra y que era necesario un control gubernamental, Smith y los clásicos creían que todas las naciones podían beneficiarse del libre comercio. Según la Teoría clásica, el proteccionismo propicia la producción de bienes que requieren mayor cantidad de recursos (trabajo y capital) de la que se precisa en otros países. Sin embargo, el libre comercio propicia que los recursos mundiales se utilicen de la forma más eficiente y maximiza el bienestar mundial. En consecuencia, hay que estimular la división internacional del trabajo (especialización) mediante la liberalización del comercio exterior; por eso los clásicos pedían una política de laissez-faire (no intervención gubernamental) y únicamente se permitirían excepciones en las industrias relacionadas con la defensa nacional Pero la Ventaja Absoluta sólo explica una parte del comercio mundial y la exposición de Smith es poco sistemática. Ricardo aporta mayor rigor y profundidad en el análisis y extiende la teoría con el concepto de Ventaja Comparativa.

4.3.2.- La Ventaja Comparativa. David Ricardo

David Ricardo (1817): Principios de política económica y tributación Desde mediados del Siglo XIX se asiste a una airada polémica entre defensores y detractores del libre comercio. Los proteccionistas defendían que era mejor impedir las importaciones de géneros extranjeros, potenciando así la industria local y generando mayores


posibilidades de empleo y desarrollo interno. En cambio, los librecambistas afirmaban que facilitando el comercio exterior, los mecanismos económicos facilitarían la división internacional del trabajo y la difusión del progreso, haciendo llegar a los consumidores los productos a un menor precio. Estos luchaban por la abolición de la proteccionista Ley de Granos, que favorecía a los terratenientes y perjudicaba a los sectores menos pudientes y a la burguésía. Se generó una agria polémica entre Francia, Gran Bretaña y Alemania hasta que la Ley se abolíó en 1860 con un acuerdo de librecambio entre los dos primeros (Tratado Cobden-Chevalier) que reducía los aranceles e incluía una cláusula de Nacíón Más Favorecida. Estados Unidos no participó en la polémica, pero mantuvo un elevado proteccionismo hasta casi la Segunda Guerra Mundial, lo que contribuyó a fomentar su industrialización y evitó que únicamente Gran Bretaña se industrializara. Otros países, como Alemania, España o Italia continuaron adoptando medidas proteccionistas. Según la Ley de la Ventaja Comparativa enunciada por David Ricardo, “cuando una nacíón es menos eficiente que otra (o tiene una desventaja absoluta) en la producción de ambas mercancías, existe aún la posibilidad de comercio mutuamente benéfico. Esta nacíón debe especializarse en la producción y exportación de la mercancía en la que resulte menor su desventaja absoluta (es decir, la de su Ventaja Comparativa) e importar la mercancía en la que su desventaja absoluta sea mayor.” Según Samuelson es un concepto sencillo pero que sigue sin ser obvio para personas inteligentes La conclusión de la Teoría de la Ventaja Comparativa sobre las ganancias del comercio y su reparto es la misma que en el caso de la Ventaja Absoluta: todos los países involucrados se benefician. El comercio del bien que se produce


con ventaja permite comprar más bienes por unidad producida de los que el país es capaz de obtener en autarquía, por lo que el número de bienes totales que consigue el país con el comercio será mayor que sin él. La evidencia empírica ha demostrado que, efectivamente, existe una relación estadística indudable entre un comercio más libre y el crecimiento económico. Y la Teoría Económica, apoyándose en la Teoría de la Ventaja Comparativa, apunta convincentes razones para esa relación. Todos los países, incluidos los más pobres, tienen activos -humanos, industriales, naturales y financieros- que pueden ser empleados en la producción de bienes y servicios para sus mercados internos o para competir en el exterior. Si esas mercancías y esos servicios se comercializan adecuadamente, el país (la economía) sale beneficiado. Dicho de manera simple: el principio de la «Ventaja Comparativa» significa que los países prosperan, en primer lugar, aprovechando sus activos para concentrarse en lo que pueden producir mejor, y después intercambiando estos productos por los productos que otros países producen mejor

4.4.- LA ESCUELA NEOCLÁSICA

La Escuela Neoclásica irrumpe en la escena del pensamiento económico en el último tercio del s.XIX, sentando unas bases cuyo desarrollo llega hasta nuestros días. Aporta una nueva Teoría del Valor (basada en la utilidad y no en el trabajo) y un modelo, el de Equilibrio Económico General, en el que todas las variables económicas relevantes (oferta, demanda, precios de bienes y servicios y de factores) aparecen interrelacionadas en un sistema de ecuaciones cuya solución arroja unos valores que se denominan de equilibrio. La escuela neoclásica ha desarrollado dos


Teorías del Comercio Internacional. Una es una reformulación de la Teoría de Ricardo (Haberler) y la otra, más innovadora, intenta establecer las causas de las diferencias en los precios relativos. Es la Teoría Heckscher-Ohlin (H-O), que lleva el nombre de los economistas suecos que la formularon. Ya hemos dicho que la diferencia en el precio relativo de las mercancías entre dos naciones es evidencia de su Ventaja Comparativa y que esta diferencia crea la base del comercio benéfico mutuo. La Teoría Heckscher-Ohlin o de Dotación de Factores explica la razón o causa de esta diferencia en los precios relativos de las mercancías. En este modelo se muestra que la Ventaja Comparativa está influida por la interacción entre los recursos nacionales (la abundancia relativa de los factores de producción) y la tecnología de producción (la intensidad relativa con la que los diferentes recursos son utilizados). “Una nacíón exportará la mercancía cuya producción requiera el uso intensivo del factor relativamente abundante y barato, e importará la mercancía cuya producción requiera el uso intensivo del factor relativamente escaso y caro”. Es decir, la nacíón relativamente rica en trabajo exporta la mercancía relativamente intensiva en trabajo e importa la mercancía relativamente intensiva en capital. Y, además, como consecuencia, “El comercio internacional dará lugar a la igualación en las remuneraciones relativas y absolutas a los factores homogéneos a través de las naciones” (Samuelson). En las naciones donde el factor capital es el factor de abundancia relativa (las desarrolladas), el comercio internacional tiende a reducir el ingreso del trabajo y a aumentar el de los propietarios del capital. En las naciones menos desarrolladas, donde el trabajo es el factor de mayor abundancia relativa, el comercio internacional aumentará


el ingreso del trabajo y reducirá el de los propietarios del capital. Según esta teoría, como resultado, “los propietarios del factor abundante en el país ganan con el comercio, sin embargo, los propietarios del factor escaso en el país pierden”. En una nacíón desarrollada, ¿debe limitarse el comercio internacional para evitar la pérdida de ingreso de los trabajadores? Pues normalmente no, porque la pérdida de ingreso de los trabajadores es compensada por una ganancia más que proporcional de los propietarios del capital. Una adecuada política redistributiva (impuestos y subsidios) puede equilibrar y repartir las ganancias.

SUPUESTOS DE LA TEORÍA H-O La Teoría H-O se basa en un gran número de supuestos simplificadores, muchos de ellos similares a las hipótesis de la Teoría de la Ventaja Comparativa Ricardiana: 1.- Hay dos naciones, dos mercancías (x, y) y dos factores de producción. Al flexibilizar este supuesto las conclusiones de la teoría apenas varían. 2.- Ambas naciones se sirven de la misma tecnología de producción. Las dos naciones tienen acceso y usan las mismas técnicas generales de producción. Por ello, si los precios de los factores fueran los mismos en ambas naciones, los productores usarían exactamente la misma cantidad de trabajo y capital en la producción de cada mercancía. Puesto que por lo general, el precio de los factores difiere, los productores en cada nacíón se servirían más del factor relativamente más barato dentro de su nacíón para minimizar los costes de producción. 3.- Una de las mercancías es intensiva en trabajo y la otra en capital, en ambas naciones. La razón trabajo-capital (L/K) es más alta para la mercancía X que para la Y en ambas naciones a los mismos precios relativos de los factores. Pero esto no quiere decir que la razón L/K sea la misma en ambas naciones, sino que en las dos es más alta


para la producción de X que de Y. 4.- Ambas mercancías se producen con rendimientos constantes a escala en ambas naciones. Si se aumenta la cantidad de trabajo y capital la producción aumentará en la misma proporción. 5.- Hay especialización incompleta de la producción de ambas naciones. Incluso con libre comercio las dos naciones continúan produciendo ambas mercancías. Ninguna de las dos naciones es “demasiado pequeña” ni se especializa absolutamente. 6.- Las preferencias son iguales en ambas naciones. Las curvas de indiferencia son idénticas en ambas naciones. Cuando los precios relativos de las mercancías sean iguales en las dos naciones, ambas consumirán las mercancías en la misma proporción. 7.- Hay competencia perfecta en los mercados de mercancías y de factores en las dos naciones. Los productores, consumidores e intermediarios de las mercancías X e Y son, individualmente, demasiado pequeños como para afectar el precio de estas mercancías. Lo mismo es válido para cada usuario y proveedor de tiempo de trabajo y capital. Asimismo, en el largo plazo, los precios de las mercancías igualarán sus costes de producción sin dejar ningún beneficio después de que todos los costes sean tomados en cuenta. Todos los productores, consumidores y propietarios de los factores tienen un conocimiento absoluto de los precios de las mercancías e ingresos de los factores en toda la nacíón y en todas las industrias. 8.- Hay movilidad perfecta de factores dentro de cada nacíón, pero no hay movilidad internacional de factores. Trabajo y capital gozan de libertad de movimiento dentro de cada nacíón e incluso se mueven rápido de áreas e industrias de bajos ingresos a áreas e industrias de ingresos altos, hasta que los ingresos del mismo tipo de trabajo y capital se igualen en todas las áreas, usos


e industrias de la nacíón. La inmovilidad internacional supone que, en ausencia de comercio internacional, persistirán de forma indefinida las diferencias internacionales de los ingresos de los factores. 9.- No hay costes de transporte, aranceles ni otras obstrucciones al libre flujo del comercio internacional. No hay barreras de entrada ni de salida. La especialización se produce hasta que los precios relativos de las mercancías sean iguales en ambas naciones con intercambio. Si se hubiesen considerado los costes de transporte y los aranceles, la especialización se daría hasta que los precios relativos difirieran en una cantidad no mayor que los costes de transporte y el arancel sobre cada unidad de mercancía intercambiada. 10.- No hay recursos desempleados. Todos los recursos se emplean por completo en ambas naciones. 11.- El comercio internacional entre las dos naciones está equilibrado. El valor total de las exportaciones de una nacíón equivale al valor total de sus importaciones.

4.5.- LAS NUEVAS TEORÍAS DEL COMERCIO INTERNACIONAL

La Teoría Neoclásica del Comercio Internacional posee una gran cohesión interna. Sin embargo, esta coherencia se ha logrado a expensas del Realismo, sobre todo por lo que concierne a los países menos desarrollados. Como acabamos de ver, la tradición de la Teoría Neoclásica presupone que los mercados internacionales son esencialmente competitivos y estables, no existen los beneficios del monopolio, los rendimientos son constantes a escala y que la dotación tecnológica es extrínseca e invariable. Si la teoría H-O funcionase bien, la mayor parte del comercio internacional se daría entre países muy diferentes (con dotación de factores muy


dispares) y el comercio tendría poco sentido entre países con una dotación de factores cada vez más similar. Pero en realidad los mercados son heterogéneos, segmentados e inestables, con tendencia a la concentración y centralización del capital y la mayor parte del comercio se realiza entre países “parecidos” en el nivel de desarrollo y de dotación de factores o incluso se realiza entre centros de producción de la misma empresa (comercio intrafirma) ubicados en distintos territorios. Si analizamos los datos de comercio exterior de muchos países, vemos cómo se exportan y se importan los mismos bienes y, además, los bienes a disposición de los consumidores no son homogéneos (idénticos) como supónían las teorías clásica y neoclásica, sino que la mayoría de las mercancías a nuestra disposición son bienes diferenciados por tipos y con calidades distintas (variedades). Este cambio en la realidad requería una flexibilización o modificación de los supuestos neoclásicos y nuevas teorías explicativas de los flujos comerciales internacionales. En este apartado, exploraremos en qué dirección van las conocidas como Nuevas Teorías explicativas de los flujos comerciales internacionales.

4.5.1.- Las economías de escala y la competencia imperfecta

Las Nuevas Teorías sobre el Comercio Internacional introdujeron cuestiones relacionadas con la actividad empresarial (las economías de escala, es decir rendimientos crecientes), los cambios tecnológicos a lo largo del tiempo (la tecnología es crecientemente endógena a la empresa) y con la estructura real de los mercados más importantes, la competencia imperfecta. Esta nueva escuela, agrupada en torno a P. Krugman (1953-), construye sus modelos a partir de los supuestos


anteriores y para ello se basa en los avances registrados en la Teoría de la Organización Industrial durante los años setenta; avances que revelan la interdependencia entre la estrategia de las empresas y la estructura de la industria a la que pertenecen. Así, existen sectores industriales dominados por un número muy limitado de empresas para los que el análisis basado en el supuesto de competencia perfecta no resulta adecuado, dado que en estas industrias las empresas establecen estrategias de precios y tratan de influir en el comportamiento de sus competidoras. La causa principal de la existencia de industrias oligopolísticas reside en la presencia de economías de escala en la producción, es decir de rendimientos crecientes a escala. Los modelos de Ventaja Comparativa anteriores estaban basados en el supuesto de rendimientos a escala constantes. Es decir, supóníamos que si los inputs de una industria se duplicaban, el producto de la industria también se duplicaría. Sin embargo, en la práctica, muchas industrias, se caracterizan por tener economías de escala (también llamadas rendimientos crecientes), de forma que la producción es más eficiente (los costes medios se reducen o los beneficios aumentan) cuanto mayor sea la escala a la que se lleva a cabo. Donde hay economías de escala, la producción crece de forma más que proporcional al aumento de factores de producción: duplicando los inputs de una industria, la producción aumentará en más del doble. Hay dos tipos de economías de escala: – las economías de escala internas; ocurren cuando el coste unitario depende del tamaño de una empresa individual, pero no necesariamente del de la industria. Se dan de forma más acusada en industrias con elevados costes fijos y en aquellos que requieren elevados niveles de inversión en I+D. –


las economías de escala externas: se dan cuando el coste unitario depende del tamaño de la industria, pero no necesariamente del tamaño de cada una de sus empresas. Es decir, cumpliendo determinadas condiciones, relacionadas fundamentalmente con la concentración geográfica, aunque no se modifique la cantidad producida (tamaño) por una empresa, cuando aumenta el número de competidores, los costes unitarios de esa empresa disminuyen. Las economías de escala externas e internas tienen diferentes consecuencias para la estructura de las industrias. Cuando las economías de escala son externas, la industria está formada, generalmente, por muchas empresas pequeñas y el mercado será cercano a la competencia perfecta. Pero cuando las economías de escala son internas, las empresas grandes tienen importantes ventajas en costes sobre las pequeñas; es decir, hay un gran incentivo a crecer y aumentar el volumen de producción. Como consecuencia, en estos sectores los mercados tienden a estar dominados por una empresa (monopolio) o más generalmente por unas pocas empresas (oligopolio). La existencia de economías de escala conduce a una estructura de mercado de competencia imperfecta cuyo análisis es más complicado.

4.5.2.- El comercio interindustrial (o intersectorial) y el comercio intraindustrial

Una vez constatados estos hechos, la nueva escuela analiza el comercio internacional y establece una clara distinción entre las corrientes de comercio interindustrial e intraindustrial. – El comercio interindustrial refleja la Ventaja Comparativa y sigue el patrón del modelo H-O. – El comercio intraindustrial no refleja la Ventaja Comparativa, sino las economías de escala,


la innovación tecnológica y la experiencia acumulada. Aunque los países tengan la misma relación capital/trabajo global (la misma dotación de factores), sus empresas producirán productos diferenciados aunque pertenecientes a la misma industria (paracetamoles e ibuprofenos, coches deportivos y coches familiares…) y la demanda de los consumidores de productos similares producidos en el extranjero continuará generando comercio. Este intercambio de bienes “parecidos” de la misma industria se denomina Comercio Intraindustrial. Con él, los consumidores salen beneficiados porque pueden elegir entre una gama más amplia de productos sin ver los costes/precios incrementados. Cuán importantes sean los flujos intraindustriales e interindutriales en una economía depende de lo similares que sean esos países. Así, mientras el comercio basado en la Ventaja Comparativa (interindutrial) es mayor cuando la diferencia de dotaciones entre naciones es también mayor, el comercio intraindustrial es mayor entre economías de tamaño y proporción de los factores parecidos Si nuestro país y el extranjero son similares en sus relaciones capital-trabajo, habrá poco comercio interindustrial y el comercio intraindustrial (basado en las economías de escala), será dominante. Y viceversa. Las conclusiones de esta teoría respecto a cuáles son los determinantes de la especialización nacional resultan vagas, la especialización resulta indeterminada: en igualdad de desarrollo tecnológico, cualquier país puede adquirir inicialmente ventaja y después mantenerla (por los rendimientos crecientes y la experiencia acumulada). Es decir, resulta impredecible determinar el patrón de comercio y la dirección que van a tomar los flujos comerciales. Por otro lado, resulta fundamental diferenciar entre comercio interindustrial y


comercio intraindustrial si queremos analizar las ganancias del comercio. Si la intensificación del comercio es básicamente de tipo interindustrial, según hemos visto en la Teoría de la Dotación de Factores, aumentará la demanda del factor abundante y disminuirá la del factor escaso, por lo que los procesos de ajuste pueden ser dolorosos, ya que implican sustanciales reasignaciones de recursos, lo que requiere tiempo y esfuerzos, así como compensaciones para los propietarios del factor que se ve transitoriamente perjudicado (en algunos casos, un sector industrial al completo o una regíón entera). Lo elevado de los costes de ajuste depende del grado de diversificación del tejido productivo y de la capacidad para desarrollar nuevas actividades productivas que tenga la regíón o país que se ve obligado a reducir la producción. En cambio, el comercio intraindustrial puede tener efectos menos concentrados: algunas líneas de producción se contraen pero otras de la misma industria se expanden, y el proceso de ajuste plantea menos costes sociales. El comercio intraindustrial puede incluso producir ganancias que exceden las generadas por la Ventaja Comparativa porque los consumidores se benefician del aumento del rango de elección a unos precios menores. Estas ganancias se producen, principalmente, si los países son similares en sus ofertas relativas de factores (no habrá mucho comercio interindustrial) y si las economías de escala son importantes. En estos casos, los efectos del comercio sobre la distribución interna de la renta serán escasos y, por tanto, la ganancia derivada del aumento del rango de elección es un óptimo de Pareto. Por estas diferencias en sus consecuencias, es importante saber qué tipo de flujos comerciales va a promover una liberalización.


4.6.- LAS TEORÍAS HETERODOXAS

En torno a los beneficios del comercio internacional cabe plantear dos preguntas: – ¿Entre qué tipos de países será más beneficioso? – ¿Se benefician por igual todos los países que comercian? Tanto clásicos como neoclásicos dan la misma respuesta: los intercambios interindustriales serán más beneficiosos cuando comercien países desarrollados productores de bienes industriales con países menos desarrollados productores de bienes primarios porque la diferencia de productividad será mayor cuanto más difieran la función de producción (técnicas utilizadas) o los precios relativos de los factores de producción. Y se beneficiarán más los pequeños (menos desarrollados) porque el precio de intercambio internacional se fija más cerca del precio relativo del país grande (desarrollado). Sin embargo, algunos autores formularon y sostuvieron la hipótesis de que el librecambio condenaba a los países en vías de desarrollo a la especialización en productos primarios al no poder competir con la evolucionada industria (integrada, con curvas de experiencia y economías de escala) de los países desarrollados. Esto, además, restaba fuerza negociadora a los países sin industria, abriendo nuevas posibilidades de imperialismo y colonialismo. Como estos autores no seguían las teorías clásica y neoclásica (ortodoxas), fueron considerados heterodoxos. En los años 50, dos economistas de la CEPAL cuestionaron directamente las conclusiones ortodoxas y sus supuestos. Apoyándose en los resultados de un estudio sobre la evolución del precio relativo de los productos primarios con respecto a los productos industriales en el periodo 1870/1948 realizado por la ONU, elaboraron la Teoría Singer-Prebisch que constituye el fundamento de la escuela .


heterodoxa en cuanto al comercio internacional. La variable analizada fue el cociente entre los índices de precios de los productos primarios (exportados por los países en desarrollo) y de los industriales (exportados por los desarrollados). La relación real de intercambio entre ambos grupos de países mostraba una tendencia histórica decreciente, lo que significa que el precio de los productos industriales aumentaba más que el de los productos primarios. Esa tendencia era desfavorable para los países en desarrollo, que necesitaban cada vez más exportaciones para poder pagar sus importaciones, y favorable para los industrializados. Por lo tanto, el reparto de los beneficios del comercio era (y es) asimétrico: el intercambio favorece más a los países industrializados porque impulsa su crecimiento económico en mayor medida que a los en desarrollo. Esta tesis se asienta en una triple argumentación: 1.- El aumento de precios de los productos industriales no se debe a un aumento del coste de producción porque la productividad también ha aumentado (y más que los salarios). 2.-La especialización de los países subdesarrollados se debe a la IED y sus beneficios revierten en los países desarrollados. 3.- Es necesaria la industrialización para el desarrollo. La existencia de comercio internacional tiende a profundizar la especialización de los países menos desarrollados en productos básicos, especialización que retrasa el progreso técnico, limita la oportunidad de obtener economías de internas y externas y, en definitiva, retrasa o impide la industrialización, senda histórica de desarrollo. Por eso, Singer y Prebisch recomendaron: – impulsar la industrialización de las naciones menos desarrolladas mediante una política proteccionista selectiva (Industrialización por Sustitución de Importaciones ISI), – fomentar el comercio intrarregional


y crear áreas de integración económica, – presionar al mundo industrializado para que aumente su ayuda e inversión, elimine las barreras a la importación de productos primarios y reduzca sus subvenciones a la exportación.Siguiendo estos postulados, algunos países (sobre todo los que ya dispónían de una incipiente industria) empezaron a proteger sus mercados de la competencia exterior con la utilización de aranceles y contingentes, aunque una inadecuada gestión de la misma llevó a que sus resultados no fueran todo lo beneficiosos que se esperaba. Otras teorías también pusieron en tela de juicio el papel del comercio internacional como agente de desarrollo. En 1969 Emmanuel enuncia su Teoría del Intercambio Desigual, desde una perspectiva marxista.1 Para esta teoría, la explotación no proviene de la exportación de capital y de la inversión extranjera, sino del comercio. Aún no habiendo inversiones extranjeras, es posible la explotación de países independientes a través del comercio internacional. Para justificarlo, Emmanuel comienza criticando los supuestos ricardianos. – movilidad del factor capital e inmovilidad del factor trabajo. – son los salarios los que determinan los precios y no viceversa. La desigualdad de salario es lo que genera el intercambio desigual