Análisis Semántico vs. Pragmático: Descifrando el Significado Oculto

Introducción

Desde Morris, se ha aceptado que la pragmática comienza donde termina la semántica, y que los análisis semántico y pragmático se realizan de forma ordenada: primero se analizan los fenómenos semánticos y luego los pragmáticos. El desafío radica en identificar qué fenómenos son estrictamente semánticos y cuáles pertenecen al ámbito de la pragmática.

La Perspectiva de Grice

Grice abogaba por integrar dos tradiciones: el estudio formal del significado y la filosofía del lenguaje ordinario. Para él, el estudio semántico consistía en determinar el valor de verdad de un enunciado, siguiendo la semántica veritativa. El resultado sería la recuperación de un contenido como verdadero o falso, lo que constituye lo dicho.

Sin embargo, lo dicho no agota todos los sentidos que puede transmitir un enunciado. Por ejemplo, «Juan es un león» puede ser falso, pero un análisis solo en este punto sería limitado. Es necesario un estudio pragmático para descubrir los aspectos no veritativos del significado, como ironías, dobles sentidos o información adicional implícita. Este bloque de información es lo implícito.

La suma de lo dicho y lo implícito permite explicar la intención del hablante (el significado del hablante). El análisis es ordenado: primero, el análisis semántico produce una proposición, y luego, el componente pragmático calcula las implicaturas.

El Círculo de Grice

La distinción entre semántica y pragmática se equipara a la existente entre lo dicho y lo implícito. Sin embargo, esta división tajante tiene un problema: la determinación de lo dicho depende de la presencia de implicaturas. Por ejemplo, «Ya he desayunado» sería verdad para alguien que ha desayunado una vez en su vida, pero no es lo que se quiere transmitir.

Esta situación paradójica, donde necesitamos implicaturas para determinar lo dicho, pero estas deberían funcionar solo después de identificar lo dicho, es lo que Levinson denomina el círculo de Grice.

La Teoría de la Relevancia

La Teoría de la Relevancia (TR) ofrece una alternativa a la relación entre ambas fases del análisis lingüístico. Para la TR, todo comienza con un estímulo lingüístico que, procesado por un sistema de entrada, produce una representación semántica esquemática llamada forma lógica.

La información en una forma lógica se obtiene por descodificación, pero los relevantistas consideran que esta información es más incompleta que para Grice; es solo un esbozo del mensaje final y es mucho más esquemática. La forma lógica no tiene indicaciones de dónde o cuándo se produjo el mensaje, ni especifica la modalidad o fuerza ilocutiva del enunciado. Los elementos deícticos o anafóricos no están fijados, las palabras ambiguas no han recibido un significado unívoco, y no se pueden interpretar ironías o metáforas. Por lo tanto, el contenido de una forma lógica no puede ser evaluado como verdadero o falso.

El componente semántico produce el armazón sobre el que la interpretación pragmática encontrará sentido al mensaje. La pragmática asume mayor importancia, completando la forma lógica inicial con información diversa en el sistema central. El proceso empleado es la inferencia, guiada por el principio de relevancia.

Pasos para Añadir Información

  1. Desambiguación
  2. Asignación de referente
  3. Enriquecimiento

Después de estos procesos, la forma lógica pasa a una forma proposicional, que puede ser evaluada como verdadera o falsa. Una forma proposicional con información sobre la modalidad oracional y la fuerza ilocutiva se denomina esquema de supuesto.

Explicaturas e Implicaturas

Al llegar a este punto, hemos agotado los sentidos transmitidos explícitamente, pero aún se puede derivar más información. Por ejemplo, si María le dice a Pedro «Se va a enfriar», podemos inferir:

  1. María cree que la cena se va a enfriar pronto.
  2. María quiere que Pedro vaya a cenar enseguida.

La unión del significado de la forma lógica más la información añadida en fases posteriores se denomina explicatura. Después de obtener las explicaturas, podemos seguir derivando supuestos mediante información contextual o enciclopédica. El oyente combina la explicatura del enunciado con supuestos contextuales, guiados por el principio de relevancia, para obtener implicaturas.

Aunque pueda parecer que la distinción entre implicaturas y explicaturas es idéntica a la de Grice entre lo dicho y lo implícito, en realidad no lo es. Las explicaturas mezclan contenidos explícitos con contenidos implícitos.

Conclusión

La semántica y la pragmática son dos caras de la misma moneda en la comprensión del significado. Mientras que la semántica se ocupa del significado literal, la pragmática desentraña las capas ocultas de intención y contexto, revelando la riqueza y complejidad de la comunicación humana.