Propuestas reformistas de los ilustrados en españa

4- Las ideas educativas de la ilustración (tema 3)

La sociedad estamental

EI período que se inicia en 1760 y termina en la convulsión nacional de 1808, encierra un proceso de cambios sustanciales: cambios demográficos; cambios en la agricultura, la industria y el comercio; cambios en la estructura social del país; cambios en el aparato educativo.
La sociedad del antiguo régimen es una sociedad estamental. La moral que justifica su estructura social es una moral basada en el principio medieval del «servicio», es decir, cada estamento debe servir a Dios, al rey a la comunidad de manera que en esta sociedad cada miembrodeberá de permanecer en su status. La sociedad estamental traduce un orden jurídico en que cada estamento posee un estatuto legal propio. De estos estamentos, son pilares básicos la nobleza y el clero; el pueblo llano apenas cuenta.
La Iglesia es un auténtico poder en el siglo XVIII. En primer lugar, conserva un gran poder económico: la propiedad de la tierra, que alcanza un tercio de la producción, unida a los derechos feudales, en especial al diezmo. En segundo lugar, es un poder social, no solo por su compacta organización, su disciplina y su capacidad para modelar la conciencia de los hombres, sino porque la Iglesia guarda un gran papel con respecto al poder de la educación, en especial las universidades.Por último, es un poder político que rivaliza con el poder regio, poder muy debilitado a principios del siglo XVIII y que en su afán por resurgir encontrara en la Iglesia una clara oposición política. Actualmente su influencia social ha disminuido notablemente.
El municipio sigue siendo una institución importante en la vida española aunque su influencia social ha disminuido.


El talante reformista de la Ilustración española

Hay dos características específicas de la lustración española: una de ellas reside en la ausencia de un pensamiento político democrático, llamado despotismo ilustrado;
La otra es la interpretación económica de nuestra decadencia. Para los ilustrados españoles el pueblo es objeto especial de la política, pero carece de preparación para ser sujeto activo; pero las causas económicas de la decadencia pueden anularse mediante la libertad de trabajo, de comercio y de industria. Liberalismo económico pero no liberalismo político. Así surgirá una contradicción en los ilustrados pero será superada por la siguiente generación, los liberales de Cádiz.
Esta generación preparo en España la liquidación del antiguo régimen. Sembró el odio que iba a quebrantar la Iglesia como institución social en el Siglo XIX; esta generación liquido de hecho la autonomía de nuestras universidades y transformo el espíritu desu enseñanza; esta generación destruyo sistemáticamente la organización gremial. En resumen, desmonto en España el régimen tradicional, en todos los aspectos.
Los ilustrados utilizan el poder regio y la instrucción publica para la reforma económica.

El examen de la situación española en la segunda mitad del siglo XVIII señala que solamente un poder, el poder regio, estaba en disposición de acometer las serias reformas que el país necesitaba. La monarquía borbónica acomete en este siglo la empresa de dotar a España de una Administración Central. Dos grandes poderes seenfrentan a las pretensiones regias: el poder de laIglesia y el poder de las aristocracias locales. De estas aristocracias no vamos a ocuparnos ahora pero sí de la Iglesia. La Iglesia tuvo un papel importante, pero negativo, en la educación. EI papel de la Iglesia como institución acrecido por la debilidad de la monarquía española del siglo XVII, era mucha.

En la situación en que España se encontraba a mediados del siglo XVIII, solo el poder regio tenía el suficiente prestigio y autoridad para acometer las tan suspiradas reformas.

El pensamiento educativo de los ilustrados

La reforma económica era el objetivo de los ilustrados. Sin embargo, esta minoría era consciente de la ignorancia de nuestro pueblo. Las obras de los ilustrados se dirigen a la educación del pueblo. Para los ilustrados, la base de todo es la educación y estaban convencidos de que el hombre es malo por ignorancia. Para ellos esta educación no puede ser una educación teórica, sino que tiene que ser práctica y dirigida por el poder central, nada de autonomía.

Tenían la preocupación por renovar los contenidos de instrucción incorporando los saberes útiles, se convierte en una auténtica obsesión. Los nuevos saberes -la economía, las ciencias exactas, físicas y naturales, el dibujo, las lenguas vivas-son las que liman la atenci6n a los ilustrados. En esta tarea, ellos no solo no podían contar con las universidades (estos están en manos de la Iglesia; por lo que no le sirven a los Ilustrados), sino que la propagación de los nuevos saberes habían de hacerla en instancias ajenas a las mismas. Quieren tener una educación práctica profesional. EI fin último de los ilustrados es la felicidad, y la felicidad está en la propiedad.

Con respecto a la educaci6n primaria debe ser común a todos los ciudadanos, grandes y pequeños, ricas y pobres. Más aun, señala la necesidad de que esa educaci6n sea recibida por todos en las mismas aulas y que sea enteramente gratuita, ya que para los ilustrados en la educación todos son iguales…
Otras consideraciones cabe hacer sobre las enseñanzas prácticas, de las cuales los ilustrados son conscientes de su necesaria, independencia de la Universidad. Es por eso que crean los «institutos de enseñanza práctica» donde se dará el dibujo natural y científico, geometría, física y matemáticas, filosofía y moral, lenguas vivas, música y danza. Estos estudios no son una educación que prepara solo para la vida práctica, sino una autentica enseñanza que provee al ciudadano de una «educación básica y laboral» facilitándole el ejercicio práctico de una profesión. A parte, también hará buenos ciudadanos.
En la crítica de los ilustrados todos coinciden en poner de relieve decadencia de las universidad, donde no solo no tienen cabida los nuevos saberes y ciencias útiles, sino que incluso la teología que se enseña esta desvirtuada por las luchas de las distintas escuelas y por el estéril escolasticismo; la jurisprudencia que se imparte solo alcanza al derecho romano canónico, nunca al derecho patrio; la medicina es ensenada lejos de todo rijos científico.

La reforma educativa de Carlos III


Carlos III fue el primer y único rey defendía el despotismo ilustrado. Tenía como objetivos acercar conocimientos útiles a los ciudadanos, para ofrecerles una buena calidad de vida y para incrementar la economía del país.
La reforma de las universidades comenzó en 1767 cuando los jesuitas quedan expulsados y pierden poder los eclesiásticos en el ámbito educativo. Con esto se funda los Reales Estudios de San Isidro en Madrid, que significarían un progreso en la historia de la enseñanza secundaria. Después se pasó a la liberalización del trabajo y apertura de puertos (liberalización económica).


La “educación informal”

A pesar de los cambios introducidos, tanto el poder regio como los ilustrados son conscientes de que la reforma es incompleta. Así, para subsanar los defectos, invencibles todavía, de las universidades, nacen las academias, instituciones nuevas que habrán de dar los nuevos profesionales que el país necesita: ingenieros, físico, etc.

También, y dentro de la “educación informal”, la obra de las Sociedades Económicas de Amigos del País. Un dato significativo es que la Sociedad Vascongada de Amigos del País se fundó iniciativa del conde de Peñaflorida, mientras que las Sociedad Económicas, que se expanden por todo el territorio diez años después, deben su creación al poder central. El hombre que estimulo su establecimiento fue Campomanes.

Las Sociedades Económicas tendrán como modelo a la Sociedad Vascongada. Se compone esta sociedad de varias secciones: una dedicada a la agricultura, otra a la industria y al comercio, otra a la arquitectura y construcción racional de viviendas. Su preocupación por la educación les llevara a la creación de escuelas primarias. En el siglo XVIII, se abrirán escuelas profesionales que dará un oficio a sus alumnos. Serán centro de públicos debates donde se discutirán todos los problemas de la época.

Jovellanos creo un instituto para el fomento de la mineralogía y de la náutica. Varios años duran sus desvelos: en 1789 solicita la autorización real y en 1794 se inaugura el Real Instituto de Gijón. No deja de ser significativo que incorpore al Real Instituto la escuela gratuita fundada por encargo del abad de Santa Doradia, estableciendo así la necesaria relación entre la enseñanza primaria y la enseñanza profesional. Otra novedad es que el Real Instituto, subvencionado por el rey y ayudado por personas desinteresadas, abre gratuitamente sus puertas a ricos y a pobres, sin otra distinción que la que se deriva del talento y la aplicación de cada alumno. El plan de estudios se establece en bases a tres ramas fundamentales- matemáticas y dibujo, náutica, mineralogía- y dos disciplinas accesorias- francés e inglés; las humanidades se incorporan después.