La regenta personajes principales
3. 3. 1. Petra
Doncella de Ana Ozores cuenta con veinticinco años, su piel es blanca y rubio azafranado su pelo. Su hermosura excita deseos pero no simpatías. Había servido a muchas casas principales. Era solícita y discreta y fingía humildad. Por la vida de esta rubia lúbrica y coqueta pasaron los tres hombres de la vida de la Regenta.
Mujer hipócrita le resulta antipática al ama.
Se las arregló para engañar al amante libertino, al inocente marido, al clérigo enfurecido por los celos y a la esposa adúltera; a todos los tenía en sus uñas, se vengó de ellos pero antes buscó su provecho. Todo lo tenía bien calculado, así que su astucia y habilidad le fueron de gran utilidad para suceder a Teresina, amiga de ella y criada de don
Fermín.
3. 3. 2. Tomás Crespo
Era un señor ni alto ni bajo, cuadrado, vestía cazadora de paño pardo, iba tocado con una gorra negra con orejeras y por único abrigo exhibía una inmensa bufanda a cuadros que le daba diez vueltas al cuello. Tenía el cabello espeso de color montaraz y los ojos grises.
Era conocido por el apodo de Frígilis por su noble manía de perdonarlo todo. Amigo fiel y acompañante sempiterno de don VíctorQuintanar en sus expediciones cinegéticas. Estrafalario en sus experimentos botánicos y zoológicos, personaje darwinista representa o simboliza una especie de voz pura de la naturaleza, semejaba el símbolo de la salud.
El bobo, tonto, el chiflado, el ido, el mal educado, el panteísta como muchos le decían sabía querer y hacerse querer sin mucha palabrería ni ruidos. Posee una ingenuidad pura.
Frígilis es el único que no juzga a la Regenta en su caída, más bien se apiada de ella y se convierte en su más fiel y casi único amigo, la cuida en su agonizante gravedad, la acompaña siempre e incluso se instala en su casa sin ella saberlo para no dejarla sola, fue quien le evitó la pobreza, para lo cual tuvo que falsificar la firma de ella que se negaba a reclamar la pensión de viudez. Encontramos en este personaje a un verdadero ejemplo de bondad, solidaridad y amistad.
3. 3. 3. Paula Raíces
Madre de don Fermín De Pas. Tenía setenta años que parecían poco más de cincuenta, era una mujer tan alta casi como el Magistral, la frente era estrecha y huesuda pálida, como todo el rostro, los ojos de un azul muy claro, vestía hábito negro, solía fumar delante de la familia y de algunos amigos íntimos.
Calculadora y fría, su rasgo sobresaliente es la codicia. Es la típica madre que lo da todo por el bienestar de su hijo, que es su inversión y seguridad. Provee al hijo de doncellas jóvenes y placenteras para que lo complazcan cuando se sienta inclinado a los placeres carnales. Esto le da a la madre más control sobre él, lo que es su verdadera finalidad en la vida.
Luchadora, perseverante con una voluntad de acero, quiso apartar a su hijo de la Regenta para evitarle una caída estrepitosa. Estaba llena de irritación contra la Regenta a la que imagina barragana de su hijo. Siente celos de una mujer que puede hacerle perder el control sobre el hijo y a la vez sobre sus negocios.
Su orgullo de madre daba brincos de cólera al saber que la Regenta había despreciado y engañado a su hijo con el mustio de don Álvaro. Sufría en carne propia lo que estaba sufriendo su hijo con aquella traición. Para ella, su hijo era lo mejor del mundo y era pecado enamorarse de él por su condición de clérigo; pero mayor pecado era engañarle y clavarle espinas en el alma como lo había hecho la Regenta.
3. 3. 4. Visitación
Alta, rubia, graciosa, vestía trajes de percal fantásticos y baratos. Es conocida como Visita la del Banco por estar casada con el Señor Cuervo el empleado del banco. Hace honor a su nombre ya que ni tan siquiera en los peores días de lluvia, renuncia a callejear e ir de casa en casa para buscar chismes y hurtar golosinas y otras cosas para nivelar el presupuesto de su hogar.
Alegre, le gusta pasear por la Calle del Comercio y coquetear con los dependientes de las tiendas.
Desea ver caída moralmente a la Regenta como a ella; estaba obsesionada en ver a Ana seducida por Mesía, el mismo hombre que la había perdido a ella, y de ahí su intención en favorecer los planes del que fue su amante.
3. 3. 5. Obdulia Fandiño
Viuda, rubia, escandalosa y llamativa en el vestir. Muy bien relacionada en la alta sociedad vetustense. Es perseguida amorosamente por Saturnino Bermúdez.
Envidiosa, chismosa, coqueta, le gusta estar en todas partes y trajinar en las cocinas con Visitación. Se dice que fue una de las amantes de Mesía.
3. 3. 6. Teresina
Criada de doña Paula y de don Fermín. Joven de veinte años, alta, delgada, pálida pero de formas suficientemente rellenas para los contornos que necesita la hermosura femenina. Lleva hábito negro de Los Dolores, se ve siempre cargada de erotismo frente a De Pas. Es alegre, activa y solícita; llena el hogar de sus amos con cantares religiosos a los que da sin saber cómo, sentido profano. Duerme cerca de la alcoba de don Fermín, con el que tiene trato amoroso. Se hace muy amiga de Petra. Doña Paula la va a convertir en una señorona, al procurarle un buen casamiento.
3. 3. 7. Fortunato Camoirán
Obispo de Vetusta. Cuenta con cincuenta años y tiene la cabeza llena de canas. Era un santo alegre que no podía ver una irreverencia sin ver, incluso en ellas, el amor y admirar una obra de Dios. Está dominado por doña Paula madre de don Fermín, dado que ella era su ama de llaves cuando él era un canónigo en Astorga. Sus cuatro grandes cuidados son el culto de la Virgen, los pobres, el púlpito y el confesionario. Todo su dinero se le va en limosnas. Viste y calza pobremente lo cual suscita los reproches de don Fermín. Fue predicador muy admirado en Vetusta hasta que se vio desplazado por el Magistral que lo tenía en un puño.
3. 3. 8. Don Custodio
Beneficiado [23] de la Catedral. Es hombre “gruesecillo y adamado”, obeso y afeminado, de apariencia general feminoide. Figurará entre los más feroces enemigos de don Fermín, encargado de propagar habladurías sobre las relaciones entre éste y la Regenta.
3. 3. 9. Restituto Mourelo
Arcediano [24] de la Catedral de Vetusta, llamado Glocester. Muy joven y jorobado del hombro derecho. Es astuto, solapado, intrigante y envidioso. Es constante su hostilidad por De Pas, es uno de sus más asiduos enemigos. Es un permanente y negativo crítico de los sermones del Obispo Camoirán.
3. 3. 10. Cayetano Ripamilán
Arcipreste [25] de la Catedral vetustense, presentado como un viejecito de setenta años, vivaracho, alegre, flaco, seco, con cierto “aire de pájaro, anguloso y puntiagudo”. Tiene la costumbre de ceder determinadas penitentes distinguidas a otro confesor, tal es el caso de la Regenta, heredada de Ripamilán y entregada a De Pas. Es uno de los pocos defensores del Magistral entre el elemento clerical.
3. 3. 11. Santos Barinaga
Es el gran enemigo del Provisor don Fermín De Pas por haber arruinado su negocio de venta de objetos para el culto. Acostumbra llegar borracho por la noche a su casa, próxima a la del provisor, y a la tienda La Cruz Roja, regentada casi clandestinamente por De Pas y su madre. Representa la relación hostil entre la pequeña burguesía y las castas sacerdotales que insisten en asfixiarla. Cada vez que es posible, Barinaga se desata en gritos e insultos contra tal establecimiento y sus propietarios. Amargado y destruido por el alcohol, muere sin recibir los sacramentos.
3. 3. 12. Pompeyo Guimarán
Liberal exaltado, odia a la Iglesia y se enorgullece de ser “el ateo oficial de Vetusta” Es el presidente del círculo filantrópico La Libre Hermandad fundado con ciertos aires de institución independiente de todo yugoreligioso. Se hace muy amigo de Santos Barinaga al que pretende convertir en discípulo suyo. Asume el papel de celoso defensor de la muerte laica de Barinaga, impidiendo todo tipo de ayuda espiritual. Cae enfermo y teme morir como un perro, su hija conseguirá que confiese y comulgue. Representa las contradicciones y el oportunismo políticos.
3. 3. 13. Petronila Rianzares
Viuda de un antiguo intendente de La Habana, quien le había dejado una fortuna de las más respetables de la provincia. Era de cabello negro intenso, rasgo muy distintivo es la sociedad asturiana, permanente núcleo visigodo. Tenía unos “ojazos de color de avellana[26] asomados a los cristales de unas gafas de oro, los párpados salientes, las cejas gris espesa como la gran mata de pelo áspero que ceñía su cabeza, barba redonda y carnosa, nariz de corrección insignificante, boca grande, labios pálidos y grueso”. Era alta y ancha de hombros. Vestía hábito negro de la Virgen de los Dolores con una correa de charol
muy ancha y escudo de plata chillón y ostentoso. Gran parte de sus ganancias las empleaba en servicio de la Iglesia y especialmente en dar dote a monjas y levantar conventos. Trataba de potencia a potencia al Obispo. El Arcipreste Ripamilán no la podía ver porque, según él, era un marimacho y la llamaba el Gran Constantino; aludiendo al emperador que protegió a la Iglesia.
3. 3. 14. Robustiano Somoza
Es la casi la figura del doctor de la comedia del’arte, médico incompetente de la alta sociedad vetustense. Era alto, fornido, de
luenga barba blanca, vestía con el arrogante lujo de ciertos personajes de provincia que quieren revelar en su porte su buena posición social. Campechano, alegre, hablador. Disimula su ineptitud con expresiones imprecisas y confusas. Decide tener un sustituto en Benítez, porque según él no podía asistir a las personas muy queridas cuando llegaban a cierto estado.
3. 3. 15. Benítez (sic)
Médico joven protegido de Somoza. Inteligente y muy estudioso, discreto, poco o nada hablador, pero preciso y técnico en sus informes y diagnósticos. Sustituye al incompetente Somoza cuando no sabe cómo hacer frente a la enfermedad de Ana.
3. 3. 16. Pepe Ronzal
Miembro de la Junta Directiva del Casino vetustense. Personaje rústico y torpe conocido como Trabuco no se sabe por qué. Además de Trabuco, le llamaban el estudiante por -antonomasia- una grandiosidad burlesca que no le correspondía. Alto, grueso, de cabeza pequeña, frente estrecha, siempre va con guantes y lee como únicos libros, los que podía mirar sin dormirse. Aborrece a Mesía y a todos sus amigos. Actuará de padrino de Quintanar en el duelo con Mesía.
3. 3. 17. Joaquín Orgaz
Chismoso que engañaba a todas las niñas casaderas de Vetusta. No encuentra con quien casarse. Gusta de lo plebeyo y de la flamenquización de gestos y lenguaje. Ha residido en Madrid donde se ha licenciado en medicina. Viste pantalón ajustado y lleva rizos como los toreros. Teme a Ronzal.
3. 3. 18. Paco Vegallana
Era el heredero del titulo de sus padres los Marqueses de Vegallana e íntimo amigo y confidente de Mesía. Tiene unos veinticinco o veintiséis años. Compra sus vestidos en Madrid para no parecerse a cualquier figurín. Heredero de los amores desechados de Mesía. Persigue a las criadas de su casa. Es una figura bastante despersonalizada presentada casi siempre en función de sus relaciones con los demás y su vida social.
3. 3. 19. Marqués de Vegallana
Es el aristócrata más representativo de Vetusta, jefe del partido conservador, socio del casino, le gustan las caminatas y las excursiones,
jugar al tresillo [27], no tiene afición a la política, tiene manía por las pesas
y medidas, vive calculando las dimensiones de los grandes edificios. Su casa suele estar abierta siempre a animadas tertulias.
3. 3. 20. Marquesa de Vegallana
Rufina Robledo esposa del marqués de Vegallana tiene una conducta bastante libre y escandalosa, lee libros licenciosos y novelas. Se tiene por muy devota, pero su devoción es pura mundanidad con
olvido o desprecio del sexto mandamiento, no cometerás actos impuros, sobre todo de tipo sexual. Hace crochet, gusta de las tertulias y del teatro.
3. 3. 21. Foja
Ex alcalde liberal y usurero con todos los sistemas políticos, malicioso y enemigo de los curas, porque así creía probar su liberalismo con poco trabajo. Su enemistad con el Magistral lo llevará a alinearse junto a clérigos hostiles a don Fermín como Glocester y don Custodio. Figura entre los miembros de la junta directiva del Casino. Se comporta como un católico practicante.
3. 3. 22. Saturnino Bermúdez
Es el prototipo del erudito local. Doctor en teología y en ambos derechos: civil y canónico. Además del primer anticuario de la provincia, creía ser y lo era verdad, el hombre más fino y cortés de España. Vestía siempre con pulcritud y con trajes negros de los pies a la cabeza. Siempre hacía alarde de sus conocimientos en arqueología. Era bajo, traía el pelo rapado como cepillo de cerdas negras; procuraba dejar grandes entradas en la frente y se conocía que una precoz calvicie le hubo amenazado no poco. Tenía 33 años y se dejaba la barba de un negro de tinta china, tenía la boca muy grande y al sonreír con propósito de agradar, los labios iban de oreja a oreja. Quería pasar por el hombre más espiritual de Vetusta y el más capaz de comprender una pasión profunda y alambicada. Enamorado platónico de la Regenta. Tiene amoríos con Obdulia Fandiño.
3. 3. 23. Campillo
Espía al servicio de don Fermín y doña Paula. Era un presbítero joven, chato -de nariz pequeña y aplastada o solamente pequeña- favorito de doña Paula. Es apodado el chato y tenía el vicio de ir al teatro disfrazado. Actuará como vocero del triunfo del Magistral tras la conversión del ateo Guimarán.
3. 3. 24. Don Francisco de Asís Carrapique
Millonario vetustense, era uno de los individuos más importantes de la Junta Carlista de Vetusta y el que hizo más sacrificios pecuniarios a la causa en tiempo oportuno. Cuenta con unos setenta años, es muy religioso y vive dominado por su mujer.
3. 3. 25. Olvido Páez
Joven delgada, pálida, alta, de ojos pardos y orgullosos, no tenía madre. Es la primera millonaria de Vetusta que no encuentra novio que le agrade y según muchos es por culpa de don Fermín. Lee muchas novelas y posee una imaginación muy romántica. Le gusta vestir bien y luego le da por la devoción.
3. 3. 26. Frutos Redondos
Millonario que figuró entre los pretendientes de Ana Ozores. Es socio del Casino donde acostumbra coger algunos periódicos para llevárselos y leerlos en la cama. Se las da de muy entendido en cuestiones de teatro.
3. 3. 27. Celedonio
Es un acólito en funciones de campanero, caracterizado por su hipocresía, su fealdad y sus aficiones lúbricas. Tenía aproximadamente doce o trece años, de cara chata, ojos grandes de un castaño sucio, y de boca muy abierta y desdentada. Pondrá un terrible cierre a la novela al encontrar desmayada a la Regenta en una capilla de la Catedral en donde llevado por un deseo miserable, de una perversión de su lascivia besa a la inerte Regenta en los labios.
3. 3. 28. Orgaz (padre)
Padre de Joaquín Orgaz. Admira la desfachatez de su hijo. Como al hijo le aterra la presencia de Ronzal. Era algo erudito aunque de oficio escribano. Es asiduo visitante del Casino.
3. 3. 29. Trifón Cármenes
Ridículo poeta local presentado casi siempre en clave satírica y burlesca. Se alude irónicamente a él como el poeta de más aliento en Vetusta: “El eterno vencedor en las justas incruentas de la gaya ciencia”. Es asiduo del casino. Siempre está pendiente de la llegada de los periódicos para ver si le habían publicado alguna poesía o cuento fantástico. Mesía piensa alguna vez en él como enamorado líricamente de la Regenta.
3. 3. 30. Francisco Páez
Indiano muy rico, vive en un pretencioso edificio, un hotel que ya parece definir a su dueño. Pasó veinticinco años en Cuba haciendo fortuna. Tiene la manía del buen tono.
3. 3. 31. Doña Lucía Carraspique
Esposa de don Francisco de Asís Carraspique. Se confiesa con el Magistral. Lleva una vida archimonástica.
3. 3. 32. Rosa Carraspique
Es una de las hijas del matrimonio Carraspique. Monja en el Convento de las Salesas, donde se encontraba muriendo por tisis, y según las murmuraciones era por culpa de don Fermín. Muere en el convento de tuberculosis.
3. 3. 33. Froilán Zapico
Propietario de La Cruz Roja tienda de ornamentos y objetos para el culto, que regentaban realmente por don Fermín y su madre. Era un esclavo de doña Paula, a ella se lo debía todo, hasta el no haber ido al presidio. Lo tenía controlado por todas partes y por eso lo dejaba figurar como dueño del comercio sin miedo a una traición. Vestía de levita y usaba guantes negros en las procesiones. Estaba casado con una antigua criada de doña Paula, de aquellas que dormían cerca de don Fermín.
3. 3. 34. Celestina Barinaga
Hija de don Santos Barinaga. Beata ofidiana, con aspecto de serpiente, de voz agria y conducta cruel con su padre, al que tiene desatendido y hambriento, recibiéndolo siempre con gritos, riñas y trastos por el aire. Su confesor don Fermín de Pas.
3. 3. 35. Edelmira
Sobrina de la Marquesa de Vegallana. Niña de quince años que parecía de veinte, rolliza, vivaracha y colorada. Su primo Paco se dedica a galantearla y perseguirla.
3. 3. 36. Águeda Ozores
Tía de Ana, solterona implacable que ve mal el matrimonio de su hermano Carlos con la modista italiana. Era muy buena cocinera, se sabía de memoria el manual cocinero europeo. Tenía unos ojos dulzones, inútilmente grandes que nadie había querido para sí. Era algo más gruesa, más joven y más bondadosa que su hermana Anunciación.
3. 3. 37. Anunciación Ozores
Tía de Ana y también solterona. Tras la muerte de su hermano Carlos, se hace cargo de la niña. Era muy aficionada a la lectura de folletines, equivalentes a las novelas rosa.
3. 3. 38. Carlos Ozores
Padre de Ana, primogénito de un segundón del Conde de Ozores. Ingeniero militar se casó con una humilde modista italiana que murió al dar a luz a Ana. Tenía fama de masón y ateo. Liberal, lector de libros condenados en el Índice de la Iglesia. Sale de España emigrado y vuelve aprovechando una amnistía. A su lado y al de sus amigos librepensadores va educándose Ana.
3. 3. 39. Camila Portocarrero
Aya de Ana cuando esta era niña. Era una española inglesa que en nada se parecía a la de Cervantes, por sus defectos morales. Hipócrita, dominada por una lujuria que podría llamarse metodista, constreñida. Es amante de Iriarte, se cree de noble descendencia y aspira casarse con el viudo Ozores. Cargó de malicia sexual el episodio de Ana, al permanecer una noche en la barca con el adolescente Germán y, además, insinuó alguna vez, que la madre de Ana no había sido modista sino una bailarina italiana.
3. 3. 40. Iriarte
Es el hombre ligado a los recuerdos infantiles de Ana como próximo siempre a doña Camila su aya. Es amante de doña Camila y es el que le vende a don Carlos una casa de campo en el pueblecillo de Loreto.
3. 4. Personajes incidentales en la obra
3. 4. 1. Bismark
Se desconoce el verdadero nombre de este pillo ilustre de Vetusta llamado con tal apodo entre los de su clase. Es de hecho el primer personaje citado en la novela. Perteneciente a la estirpe del Lazarillo, compañero de Celedonio y monaguillo o suplente del campanero.
3. 4. 2. Antonio
Sólo se le cita en el capítulo IX, cuando Ana sale de paseo al campo acompañada con Petra su criada, ésta aprovecha la ocasión para visitar al tal Antonio, un molinero primo suyo que está enamorado de ella y con el que piensa casarse, cuando él se vuelva más rico y ella más vieja.
3. 4. 3. Germán
En el capítulo III, Ana recuerda un episodio de su infancia cuando pasó una noche en una barca con Germán, un niño rubio de doce años, dos más que ella. Es evocado como el héroe infantil que necesitaba y buscaba.
3. 4. 4. La modista italiana
Sin que se precise su nombre, aparece citada siempre así, la madre de la Regenta. La maledicencia de las gentes convirtió a este personaje en la bailarina italiana.
3. 4. 5. Francisco De Pas
Presentado en el capítulo XV como un licenciado de artillería algo pariente del cura de Matalerejo. Contraerá matrimonio con Paula, ama de llaves del sacerdote Camoirán, y bien dotada por éste. Francisco De Pas ha comprobado que ella es virgen aún, pese a la fugaz caída con el cura, lo cual no impide que el pueblo considere al niño nacido del matrimonio, Fermín de Pas, como hijo del cura. Francisco pone una taberna en el pueblo. Es borracho y rumboso, manirroto y charlatán. Muere en una cacería al caer desde lo alto de una peña abrazado a una osa.
3. 4. 6. Antón Raíces
Padre de Paula y abuelo por tanto de Fermín. Se alude a él tan sólo en el capítulo XV como un miserable labrador y minero que se gastaba en la taberna y en el juego lo que ganaba en la mina.
3. 4. 7. Barón de la Barcaza
Se alude a él como un barón arruinado, asistente habitual a las tertulias de los Vegallana. Había vivido en Madrid mantenido por una poetisa traductora de folletines. En algún tiempo había estado muy enamorado de Anita, a pesar de la señora baronesa e hijas. Los plebeyos lo llamaban el barón de la deuda flotante, aludiendo al título y a los muchos acreedores del magnate.