Cual era la funcion que cumplia cada estamento en la sociedad

La sociedad feudal y la expansión europea de los siglos XI-XIII


El concepto feudalismo nunca se utilizó durante la Edad Media, sino que fue empleada por primera vez por los juristas ingleses del siglo XVII y fue popularizada, posteriormente, tras la Revolución Francesa.
Este término surge del término latino anterior feodum o feudum, feudo, con el que se designa la tierra que el señor entrega al vasallo en el contrato de vasallaje, recibiendo a cambio de éste un auxilium y un consilium.
La definición institucionalista de este concepto fue creada por François Louis Ganshof, que establece la sociedad feudal como un conjunto de instituciones que respaldan compromisos, generalmente militares, entre un hombre libre (vasallus, vassus) y otro hombre libre en situación de superioridad (senior, dominus)
, recibiendo el primero del segundo un feudo para su mantenimiento. La definición marxista de este concepto fue establecida por Pierre Vilar, que establece el feudalismo como un modo de producción con peculiares formas de relación socioeconómica, entre esclavismo de la Antigüedad y el capitalismo moderno.
Otros medievalistas como Mare Bloch establecen otras definiciones. En concreto, Bloch distingue este feudalismo entre en un complejo de compromisos militares, que, junto con una disgregación del poder político, conlleva una privatización de funciones públicas en beneficio de una minoría de libres privilegiados y  como un conjunto de relaciones de producción y dependencia entre el campesino y el señor, propietario de la tierra que aquel usufructúa, en un momento de predominio de la agricultura como fuente de riqueza.    Es más, la sociedad medieval desconocía totalmente este concepto, al igual que lo que pudiese ocurrir con la sociedad actual al cabo de varios años. Época en la que se cuestiona la autoridad monárquica inglesa que llevará, por ejemplo, a Carlos I a su decapitación cumpliendo pena de muerte.
El feudalismo hunde, principalmente, sus raíces en el mundo antiguo, como en las clientelas o dependencias de vasallaje romanas o los comitatus del mundo germano. Ambas dos favorecían al desarrollo de fórmulas de encomendación o patronato. El paso previo a este feudalismo fue el vasallaje carolingio, en el que el vasallo, al vincularse con el señor, recibía un beneficio o beneficium, habitualmente unas tierras con sus campesinos, en tendencia, a cambio de servicios militares.
La sociedad feudal se establece a partir de tres órdenes o estamentos, estableciendo una imagen trinitaria o trifuncional: los oratores, los berratores y los laboratores, pero poco a poco, esta realidad social de los últimos siglos del Medievo será mucho más compleja que esta primera división de la sociedad. 


Los bellatores, miembros de la nobleza, se situaban en el segmento noble de la caballería. Era el grupo dominante de la sociedad. Para alcanzar el prestigio llevaban a cabo una campaña de promoción nobiliaria con una notable actividad militar, el acceso a importantes niveles de riquezas, servir correctamente a la monarquía, etc. Para este colectivo era, sin duda, relevante el linaje que poseía cada sujeto. Estos nobles gozaban de grandes privilegios como la exención de impuestos directos o prerrogativas judiciales y procesales. Tenía gran relevancia los ideales caballerescos y el modo de vid propio de la nobleza. El estamento eclesiástico tenía un carácter heterogéneo, con un clero secular frente aun clero regular, un alto clero frente a un bajo clero, etc. Se puede considerar que los religiosos era un estamento privilegiado, que gozaban de la extinción de impuestos directos y estaban sujetos a la jurisdicción eclesiástica propia. Sin duda alguna, la corte de los miembros del alto clero podía asemejarse a las cortes reales de la época. Por ejemplo, la corte de Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo, nada tenía que envidiar a la corte de los Reyes Católicos, llegando a ser tan influyente en la sociedad como podían ser los propios Reyes. En cambio, el Bajo Clero, del que se tiene poca información para su estudio, apenas tenían privilegios y sus condiciones de vida distaban de la forma de vida del Alto Clero. El ingreso en este estamento podía ofrecer posibilidades de promoción personal para el ascenso. Las diferencias que existían en este estamento llevaron a los miembros del mismo a realizar importantes acusaciones entre ellos. Los grupos sociales no privilegiados estaban principalmente formados por campesinos.
Durante la Edad Media existía una diversidad económica y jurídica de cierta importancia. En alguno de los casos, los campesinos son pequeños propietarios de tierras, pero era realmente difícil que lograran enriquecerse. Algunos de los campesinos de este estamento desarrollaban actividades complementarias, sobre todo en el campo de la artesanía. La servidumbre era realmente importante, lo que llevaba a los señores a presionar a sus siervos con los ius maletractandi o malos usos señoriales. En cualquier caso, este grupo se mantiene homogéneo, dedicado al campo y con carencia total de privilegio alguno. Muchos fueron los conflictos sociales de carácter antiseñorial los que llevaron a estos campesinos a quejarse de sus circunstancias, entre los que destacan el  conflicto antiseñorial de Jacquerie en 1385 y la sublevación de los campesinos ingleses de 1281.
Dentro de este grupo no privilegiado están los grupos sociales urbanos: los burgueses que habitan en los burgos o ciudades. La sociedad urbana se caracteriza por su mayor complejidad. En esta sociedad es realmente importante la presencia de la mendicidad. El nacimiento y primer desarrollo de esta sociedad se llevó a cabo en el siglo XII, algo que no estuvo exento de luchas. Este nacimiento y desarrollo se llevó a cabo en las ciudades, dado su carácter más abierto que las zonas rurales, algo que les va a permitir alcanzar el gobierno de las ciudades de la época. Estas ciudades lograron dotarse de una autonomía de gobierno, ejercida a través de sus instituciones y oficiales propios. La lucha por el poder desembocó en conflictos sociales en las ciudades, como el conflicto de Ciompi, Florencia, en 1378, así como aparecieron pugnas entre bandos, con connotaciones nacionalistas y religiosas, como en el caso de Praga contra el Imperio.