Tratamiento didactico de la lectura
EL PROCESO LITERARIO: No comienza el contacto de los niños con la lectura cuando comienzan a leer, es decir, en el primer ciclo de EP. Mucho antes, loa pequeños han escuchado cuentos, canciones, retaílas, rimas. Después de la literatura oral, llegan al texto leído y los libros de imágenes. Los cuentos, los poemas, las historias que se leen a los niños antes de dormir o en la hora del cuento, y los libros de formato atractivo que ayudan a inventar o seguir la narración a través de las ilustraciones, darán paso, cuando ya sepan descifrar las grafías, a la lectura personal.
PROCESO DIDÁCTICO: Otro tipo de proceso relacionado con la motivación a la lectura es el que se necesita cuando se planifica una sesión de animación. En el aula, se anima a leer de muchas formas, por tanto no siempre es imprescindible la concatenación de actividades y la programación exhaustiva, pero, animar a leer de forma consciente y sistemática rd organizar y decidir el orden de ejercicios. Aller y Núñez proponen una organización que puede considerarse muy generalizada en la práctica educativa, basada en actividades previas y actividades posteriores a la lectura.
LOS MEDIADORES: En la animación lectora se precisa la figura de mediadores entre el libro y el lector. El mediador es el que se encarga de facilitar el diálogo entre el libro y el lector y su tarea es fundamental en la selección de los textos. Habitualmente el mediador es un adulto con un perfil específico que debe cumplir las funciones siguientes: crear y fomentar hábitos lectores estables; ayudar a leer por leer; orientar la lectura extraescolar; coordinar y facilitar la elección de textos; preparar, desarrollar y evaluar sesiones de animación a la lectura. Para llevar a cabo estas tareas, necesita cumplir con unos requisitos: ser lector habitual; compartir y transmitir el gozo de la lectura; poseer una mínima formación literaria, psicológica y didáctica; tener capacidad para invitar a la participación; ser imaginativo y comunicativo; creer en su labor como mediador y en la creatividad como componente de la formación integral de las personas.
LA FAMILIA: El papel de la familia en la relación entre niños y libros es fundamental a lo largo de todo el proceso de crecimient del pequeño, pero, desde luego, es fundamental en los tres primeros años de vida, puesto que en esta época el contacto del niño con otros niños y con otros adultos es bastante limitado, si acaso se circunscribe a la guardería o a los cuidadores que pueda tener. El gusto por la lectura comienza antes que los niños sepan leer. Desde que nace, el niño debe tener libros. Es el adulto de su entorno quien debe guiarlo. El niño asocia el objeto – libro al mundo maravilloso que le desvela el adulto, un mundo distinto al suyo, aunque relacionado con él. Un mundo cuyos personajes se comportan de la misma manera que él o bien hacen todo lo que a él le gusta hacer. Además de facilitar el contacto con el libro, los padres o abuelos que cuentan historias a los niños crean unos vínculos afectivos, pero también lingüísticos, que ayudan al niño a percibir el mundo y a comprender que hay una relación misteriosa entre los signos que aparecen en el libro y las palabras que pronuncia el adulto. Será más adelante cuando descubran, además, q hay dos clases de lenguaje, aquel que se utiliza a diario y otro que es el de las narraciones que escucha. Como tantos otros saberes, el comportamiento lector se adquiere a través de la motivación y la imitación.
¿QUÉ PUEDE HACER EN CONCRETO LA FAMILIA PARA MOTIVAR LA LECTURA?Es importante que los niños perciban un contacto entre adultos y libros positivo, alegre y placentero. Ver adultos que leen y se divierten con ello, que comparten historias con ellos a través de la lectura en voz alta, que imaginan nuevas narraciones, propiciará en los niños esa actitud hacia la lectura, las familias deben favorecer en edades tempranas: el encuentro con los espacios, objetos y situaciones de lectura; situaciones variadas de lectura para que los niños se den cuenta muy pronto de que leer sirve para muchas cosas: para tener noticias, comprar, conocer cómo funciona un electrodomestico o jueguete; situaciones de placer asociadas con la lectura: contar cuentos, manejar libros de imágenes, etc; situaciones de aprendizaje para potenciar el conocimiento.
LA ESCUELA: El ámbito escolar es el principal impulsor de la lecura y, en ocasiones, cuando el medio familiar no proporciona al niño un ambiente motivador hacia los libros, el único. La tarea de la escuela respecto a la lectura se desarrolla en dos niveles, por un lado, enseña a leer, es decir, a descifrar y comprender el código gráfico y, por otro, anima a leer por medio de actividades y materiales gratificantes y variados. Los maestros serán una pieza clave en cuanto que son un modelo para sus alumnos y les contagian sus propias sensaciones como lectores. Tienen que propiciar momentos para la lectura y el intercambio de ideas y experiencias, y programar actividades concretas de animación lectora. El educador persigue un doble objetivo: despertar el deseo de aprender y provocar una actitud positiva hacia los libros. Para ello deberá: a)estinular, no forzar; b) no ser exclavo del programa, dar rienda suelta a su propia imaginación y creatividad en la organización y planteamiento de las actividades; c) saber cuándo una actividad no está dando el resultado esperado y pararla a tiempo; d) favorecer la actividad colectiva; e) despertar en los niños la curiosidad y satisfacerla a través de los libros. El centro también juega un importante papel generando un ambiente afectivo, social y cultural en el que los niños vivan la lectura literaria cmo algo natural y habitual, por ejemplo, facilitando la apertura de la biblioteca en el horario del recreo e, incluso, en horario extraescolar.
EL RINCÓN DE LA LECTURA: Suele estar ubicado en un lugar de la clase visible, alegre y bien iluminado, decorado con estanterías que permitan la presentación vertical de los libros, con alfombras y cojines. Tiene unos rasgos definidos: espontaneidad, singularidad, accesibilidad, dinamismo. En cuanto a la selección de los libros, se priorizarán los volúmenes con imágenes y formato atractivo, con argumentos sencillos y personajes llamativos.
LA BIBLIOTECA DE AULA: Se sitúa también en un espacio visible de la clase en el que se colocan los libros de los que pueden disponer los alumnos para el préstamo, o para utilizarlos en las tareas de aula. Para organizarla es preciso tener en cuenta diferentes aspectos: a) El control: El registro de los fondos bibliográficos suele llevarlo el docente e, incluso, el alumnado. b) El espacio: Las estanterías deben estar colocadas a su altura, no tienen el mismo tamaño los niños de 6 o 7 años que los de 11 o 12 años. c) Los fondos: debe implicarse todos los sectores de la comunidad educativa. Por un lado, los profesores buscarán los más apropiados a través de tomar prestados algunos fondos de la biblioteca escolar o a través de otros recursos como intercambiar con otras aulas o sugerir que cada alumno añada un título a la colección de la clase. d) La organización: Se utilizan estanterías que permitan colocar los libros con la cubierta de frente y no de canto. e) La decorazión: No hay que menospreciar la decoración porque ayuda a crear un ambiente acogedor y positivo. Contribuirán los niños con la exposición de sus trabajos.
BIBLIOTECA ESCOLAR: La biblioteca escolar es un espacio específicamente destinado a albergar los fondos bibliográficos y hemerográficos del centro escolar. Los fondos tienen que estar debidamente dispuestos y catalogados. El espacio de la biblioteca debe facilitar la alternancia de actividades: el préstamo y la lectura individual que hacen los alumnos en sus horas libres, los trabajos de investigación en grupo, etc. Para poner en marcha una biblioteca en el centro hay que seguir, necesariamente, una serie de pasos en un proceso que puede durar un curso o varios.