Economía Global: Divisas, PIB vs PNB, IPC vs Deflactor y Políticas Monetarias

Divisas y su Impacto en la Economía Global

En un mundo globalizado, con economías cada vez más afectadas por los flujos de capitales, por los sectores exportadores e importadores, por la competitividad entre países con divisas distintas, el tipo de cambio es un factor de gran relevancia. La apreciación/depreciación de una divisa tiene que ver con muchas variables. Muchos de nuestros indicadores se moverán, más o menos, en función de la fortaleza/debilidad de nuestra divisa. El valor de una divisa afecta a las exportaciones y las importaciones, al precio de lo que exportamos y al de la energía que consumimos (petróleo importado). Los bancos centrales de los países contemplan el tipo de cambio como una variable más dentro de su política monetaria, cuyo objetivo es la estabilidad de precios. El mercado de divisas es el más grande del mundo (se estima que mueve un volumen medio diario de unos 5 trillones de dólares USA). Se trata de un mercado muy “volátil” (variaciones de precio/riesgo) y, por tanto, arriesgado.

Diferencias entre IPC y Deflactor del PIB

Principales diferencias entre el IPC y el deflactor:

  • El IPC mide los precios de los bienes consumidos, incluidos en una “cesta de la compra”. El deflactor mide los precios de todos los bienes producidos en la economía.
  • El deflactor del PIB es generado por la Oficina de Análisis Económico o gabinete en materia económica de cada país. El IPC es construido por la Oficina de Estadísticas Laborales, en el caso de USA, o lo publican los Bancos Centrales u oficinas de Censo y Estadística en otros (como España, que es el INE).
  • El IPC es un índice de ponderaciones fijas (normalmente, cada 10 años se revisa), mientras que el deflactor es un índice de ponderaciones variables.
  • En España, el IPC incluye una cesta de 462 artículos, que se recogen de forma tradicional, y otros 493 mediante medios automatizados. En el caso del deflactor, la muestra incluye toda la producción interior (incorporando las exportaciones netas, de inversión y gasto público), por lo que es más integrador.
  • Por la razón anterior, el deflactor tiende a ser favorecido y utilizado principalmente por los economistas, mientras que el IPC es más relevante para el consumidor medio (se centra más en aspectos del gasto de los consumidores).
  • El IPC incorpora una muestra que, en España, se toma en 177 municipios con un número de precios cercano a los 210.000. El deflactor se aplica sobre el total de agentes y ubicaciones.
  • El IPC se calcula mensualmente, mientras que el deflactor (como el PIB) se calcula trimestralmente.
  • El momento de publicación es también diferente. El IPC entre una semana y 15 días del mes siguiente a la medición. El deflactor, varios meses después.

Diferencias entre PNB y PIB

Características:

  • El PNB es igual al producto interno bruto más el ingreso neto de los factores nacionales provenientes del resto del mundo.
  • El PIB, por el contrario, mide la producción realizada por factores nacionales y extranjeros, dentro de los límites geográficos de un país.
  • El PNB mide la producción de los nacionales, es decir, de los ciudadanos de un país, independientemente de dónde se encuentren.
  • El PIB es el valor de lo que se produce en el país.
  • Una diferencia entre PNB y PIB es la repatriación de ganancias de los no residentes. Las empresas no residentes que invierten en un país normalmente repatrían los beneficios del ejercicio (año) a su lugar de origen. Por eso, la diferencia entre el PNB y el PIB tiende a crecer a medida que aumenta la base de capital externo.

En resumen: la diferencia entre ambas medidas es igual al balance neto de las transferencias de fondos al exterior.

Si el interés es conocer la capacidad productiva de una economía, el Producto Interno Bruto es la medida más adecuada. Si, por el contrario, el interés es evaluar el nivel de bienestar económico en una sociedad dada, el Producto Nacional Bruto resulta un indicador más apropiado para lograr dicho propósito.

Sectores Cíclicos y Anticíclicos

Sectores Cíclicos

Son sectores muy correlacionados con el momento económico. Los beneficios de las empresas que lo componen están muy correlacionados con el momento del ciclo económico en que nos encontremos. Si el ciclo es expansivo, estos sectores crecerán más que los anticíclicos y si es recesivo, caerán también más que aquellos. Ej: hotel, restaurantes y aerolíneas.

Dentro de los sectores cíclicos hay quien los divide en:

  • Sectores cíclicos adelantados: los primeros en reaccionar ante la salida de una crisis: consumo discrecional, financieras, automoción y tecnológicas.
  • Sectores cíclicos tardíos: los últimos en recuperarse, como empresas industriales, de energía, de materias primas (acero, cemento, mineras…) o inmobiliarias.

En resumen: en función del momento económico podríamos prever qué sectores son los que tendrán mayor auge y, en función de ello, invertir.

Sectores Anticíclicos

Sectores que tienden a funcionar bien, independientemente del momento del ciclo económico. Son los últimos productos de los que el consumidor prescinde a la hora de comprar. También hay quien los llama sectores “defensivos”. Por esta razón, serán las compañías elegidas para invertir en momentos de incertidumbre y crisis. Los ingresos de este tipo de empresas son relativamente estables y no ofrecen grandes fluctuaciones, según el momento del ciclo. La razón que justifica ese comportamiento es que el consumidor, en situaciones de crisis económica, elimina, en primer lugar, el gasto “superfluo” antes que el necesario. Por ejemplo, dejará de comprar perfume, pero seguirá comprando jabón; dejará de ir a un restaurante, pero seguirá comprando pan; aplazará la compra de un coche, pero no dejará de comprarse una camiseta. Estas empresas serán las que más tarde se verán afectadas por la caída del consumo.

  • Sobreponderar: implica incrementar. Podemos encontrarlo en dos acepciones que implican lo mismo.
  • Infraponderar: es justo el caso contrario al anterior. Se trata, en este caso, de reducir el peso de esa acción en el conjunto.
  • Mantener: esta recomendación, supone estabilidad en el peso (porcentaje) de esa acción dentro de nuestra cartera.

Política Monetaria y Estabilidad de Precios

Para conseguir la estabilidad de precios, los Bancos Centrales aplicarán las herramientas que tienen a su alcance, y que están definidas dentro de lo que llamamos “Política Monetaria”.

  1. Política Monetaria Restrictiva: Supone incrementos en los tipos de interés. Normalmente se aplica en momentos de crecimiento de la inflación. La eficacia de esta política monetaria dependerá de:
    • El grado de descontrol de la inflación (cuanto mayor sea, mayor debe ser la contundencia de las subidas y/o la duración de estas).
    • Que su origen esté en el consumo y no en factores externos (ej. productos energéticos).
    • Que, junto a la política monetaria, se apliquen otras políticas, como la presupuestaria y la fiscal, para ayudar en la consecución de los objetivos de inflación.

    La finalidad de subir los tipos de interés es encarecer el acceso al crédito y que esto haga que el consumo se frene, lo que controlará tarde o temprano la inflación.

  2. Política Monetaria Expansiva: Implica bajadas de tipos de interés. También se puede aplicar de manera más o menos agresiva, con pequeñas y sucesivas bajadas o con menos bajadas, pero contundentes. Esta política se utiliza para reactivar la economía y siempre que la inflación esté controlada. En este tipo de política monetaria vamos a ver tipos de interés reales (tipos nominales menos inflación) cercanos a “0” o incluso negativos, si la economía sufre una fuerte recesión. Con estas acciones se abarata el crédito, tratando que las familias consuman más y las empresas puedan mantenerse o invertir en crecimiento, sin soportar elevados costes de financiación.

    Problema: el mantenimiento durante demasiado tiempo de este tipo de políticas, cuando las economías se recuperan, puede arrastrar a nuevos periodos de inflación y generar “burbujas” especulativas en los mercados.

  3. Política Monetaria Neutral: Parece que no se trata de una política, pero en realidad es otra más. Se aplica cuando los resultados de las políticas expansivas o restrictivas aplicadas han conseguido la estabilidad de precios deseada, con un crecimiento razonable y sostenido de la economía. En este caso, los bancos centrales mantienen los tipos de interés, mientras no se alteren los factores que fundamentan sus decisiones. Se trata de mantener el nivel de tipos de interés en una zona “neutral”, sin sesgo expansivo o restrictivo.
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