El Panóptico de Bentham: Un Modelo de Control Social
Ventajas del Modelo Carcelario
Bentham describe las ventajas de su modelo carcelario, el panóptico, sobre el modelo de su época. La idea principal es la vigilancia constante desde un punto central. El hecho de saberse observado inhibe el deseo de obrar mal. Tanto los presos como los sub-inspectores están bajo la mirada del jefe, lo que disminuye las faltas y los castigos. Además, al ser un ambiente abierto al público, el propio jefe de inspección se encuentra bajo escrutinio.
Normas de Benevolencia, Severidad y Economía
Benevolencia
Bentham argumenta que los rigores excesivos en la cárcel logran el efecto contrario al propuesto por la ley. El Poder Ejecutivo, al arriesgar la vida de los presos con severidades no autorizadas por el legislador, comete un homicidio. Los presos no son castigados por sus culpas, sino por su resistencia al rigor.
Severidad
Un encarcelamiento que ofrezca mejores condiciones que la vida en libertad tentaría a los débiles y desdichados, perdiendo su carácter de castigo disuasorio.
Economía
Bentham propone que la administración de las prisiones se base en el interés personal. Los establecimientos públicos, al no ser administrados por sus dueños, suelen estar desatendidos. En cambio, los establecimientos particulares prosperan gracias al interés del propietario. Confiar en el interés personal para la vigilancia de la economía de las penitenciarías generaría mayor celo y vigilancia que un salario fijo.
El Principio de Inspección
El principio de inspección consiste en un sistema de vigilancia constante donde el preso se siente observado sin saber si el inspector está presente. El panóptico se compone de dos circunferencias: las celdas en la exterior y la sala de inspección en el centro de la interior. Esta sala, con vidrio espejado, permite al inspector observar sin ser visto. Las celdas tienen amplios ventanales para iluminación y ventilación. La comunicación entre el inspector y los presos se realiza mediante tubos de hojalata.
Extensión del Modelo a Otras Instituciones
El modelo de control social del panóptico puede extenderse a hospitales, manicomios, escuelas y otros establecimientos que requieran vigilancia. Aunque no se necesiten barrotes o claraboyas, el sistema de vigilancia constante se mantiene. En un manicomio, prevendría autolesiones o agresiones. En un hospital, permitiría a los especialistas controlar los signos vitales y el cumplimiento de las prescripciones. En una escuela, el maestro, desde el centro de inspección, evitaría disturbios y distracciones.