Educación Social en la Era de la Globalización: Retos y Oportunidades
1. La Educación Social en el Contexto de la Globalización y los Nuevos Escenarios Sociales
El Papel de la Comunidad en la Educación
Un proyecto educativo, con personas de cualquier edad, se realiza en un contexto determinado y, como tal, proyectado. Tal y como citaba Eisner (n/d), la educación no podrá ir más lejos de lo que permita la comunidad en la que se inserta, y ésta desempeña un papel de primer orden en la “educación del público”. La educación es una palabra práctica, histórica y contextual, y es importante tener claro hacia dónde la dirigimos y con qué intenciones.
La educación, por lo que enseña, cómo lo hace y las relaciones sociales sobre las que se sostiene y propicia, responde también a modelos explícitos o implícitos de ciudadanos y sociedad. De modo que lo que pone en juego, promoviendo unos o inhibiendo otros, no son solo asuntos restringidamente académicos, sino también otros más útiles y difusos, pero inevitables, de orden social, relacional y personal.
Desequilibrios en la Era de la Globalización
La combinación de la globalización y la revolución tecnológica está generando un conjunto de nuevos desequilibrios en el ámbito internacional y dentro de las sociedades. El mayor riesgo es la exclusión, pues el nuevo sistema global se constituye a partir de redes de intercambio y flujos comunicacionales que son a la vez extremadamente incluyentes y excluyentes, tal y como apunta Brunner (2002). Nuestras sociedades modernas están sufriendo una transformación en sus relaciones económicas, sociales y culturales que da lugar al paso de una primera modernidad a una segunda, que resitúa el papel de la educación en la transmisión de la cultura y en la configuración identitaria de la ciudadanía de un país.
El Reto de la Educación en el Siglo XXI
Si queremos resituar la educación en una sociedad del conocimiento, según Andy Hargreaves (2003), es en la comunidad donde hay que situar los esfuerzos de mejora. Hay que volver a rescatar y a potenciar este supuesto. El reto para todos en el siglo XXI es que la educación se garantice a todas las personas y en todas las comunidades.
Pilares del Contexto Actual y Retos para la Educación
Creemos que el contexto actual podría estructurarse con cuatro pilares interrelacionados que, al tiempo, son retos para la educación:
- Globalización
- Multiculturalismo
- Neoliberalismo
- Sociedad del conocimiento y nuevas tecnologías
Estos pilares se explican desde el binomio cultural “modernidad-postmodernidad”. En este escenario social, mayores y menores, jóvenes y adultos, marginados o integrados, en una situación de riesgo alta o baja, con base económica o sin ella, con empleo o sin él, todos tienen derecho a ser “reconocidos por un Estado”, y no solo formalmente, que se declara de Derecho y Social. Entre los múltiples instrumentos o caminos que el Estado de Bienestar puede utilizar para lograr que los llamados derechos formales se materialicen y se hagan realidad, está la educación.
El Estado y la Profesionalización de la Educación Social
El Estado aporta a la profesionalización políticas sociales, fundamentales para organizar la vida social de los ciudadanos y responder a sus necesidades. Esta reflexión nos conduce a dos ideas:
Primera:
La educación social como profesión remite al tipo de actividades que los educadores sociales recrean aquí y ahora, en este momento y en este espacio, para satisfacer las demandas de instituciones, grupos y personas.
Segunda:
Estas prácticas históricas son plausibles en la medida en que el Estado de Bienestar “ha profesionalizado los servicios sociales” y ha dado la oportunidad a que determinados agentes sociales puedan colaborar para resignificar las realidades en las que operan.
El Impacto del Neoliberalismo en la Educación Social
A nadie se le escapa, en estos tiempos, que una ideología se ha impuesto de modo predominante sobre otras que han ido marcando, en sociedades europeas y norteamericanas, los modos de pensar y de hacer sociales y personales, estableciendo y promoviendo nuevas maneras de relacionarse entre las personas a través de algunos valores de mercado, como el economicismo, la competencia, la eficacia y la competitividad. Esta ideología es el neoliberalismo, y no es nueva; tiene una amplia tradición en algunos de los pensadores liberales y economistas de los siglos XVIII y XIX, tradición hoy remodelada.
El neoliberalismo nos interesa porque tiene una concepción particular de las políticas sociales, ese recurso que posibilita la profesionalización de los educadores sociales, en el contexto de un Estado que ve disminuidas sus funciones y sus actividades, al fomentar la delegación y la privatización de lo que fueron sus recursos, amenazando y, en muchos casos, llevando a cabo la pervivencia de algunas prestaciones sociales que han constituido algunas de las conquistas más universales del Estado del Bienestar.