La Autonomía Privada y la Interpretación Jurídica

1.5. La Autonomía Privada y Medidas Protectoras

La Norma Jurídica y su Aplicación

En primer lugar, se plantean dos problemas fundamentales: identificar la norma aplicable al caso y comprender su sentido. Las normas jurídicas se formulan de manera abstracta y, por tanto, es necesario adaptar el supuesto práctico a la norma. Para hallar la norma concreta, el Derecho Privado se divide en diversas materias: Derecho Penal, Administrativo, Laboral, Civil (que incluye el Derecho Mercantil).

Las normas jurídicas regulan las instituciones de Derecho, que son conjuntos de normas que regulan una determinada situación social. Por ejemplo, el matrimonio es una institución regulada por un conjunto de normas específicas, como las relativas a la separación de bienes.

Una vez identificada la norma, se procede a la calificación, que implica adaptar la norma o institución al caso concreto. En la práctica, puede ocurrir que no exista una norma aplicable al caso, lo que se conoce como laguna o vacío legal. Para solucionar estas lagunas, se utilizan mecanismos como la analogía y la interpretación.

Analogía

La analogía se utiliza cuando la sociedad avanza más rápido que el legislador. Consiste en aplicar una normativa que, en principio, no es aplicable al caso, pero que guarda similitudes con él. Por ejemplo, los contratos de distribución y de agencia son similares en cuanto a la llegada de productos al cliente. La analogía consistiría en aplicar las normas de un contrato regulado a otro no regulado. Para aplicar la analogía, se requieren dos requisitos:

  1. Ausencia de normativa aplicable.
  2. Similitud entre las figuras jurídicas.

Existen dos tipos de analogía:

  • Analogía legis: se acude a un cuerpo normativo, a las leyes.
  • Analogía iuris: se acude a los principios generales del Derecho cuando no existe una ley aplicable.

Interpretación

La interpretación busca comprender el sentido de la norma jurídica. Existen diferentes tipos de interpretación:

  • Interpretación literal: se basa en el significado de las palabras de la norma. Sin embargo, las palabras pueden tener múltiples sentidos, lo que justifica la existencia de otros tipos de interpretación.
  • Interpretación sistemática: la norma se interpreta según su ubicación dentro del ordenamiento jurídico. Por ejemplo, se debe considerar si la norma es dispositiva (modificable) o imperativa.
  • Interpretación histórica: se consideran los antecedentes históricos y legislativos de la norma, como los borradores previos.
  • Interpretación sociológica: se interpreta la norma según la realidad social del momento de su aplicación. Las normas de 1888 se interpretan de manera diferente en 2018.
  • Interpretación teleológica: se considera la finalidad y el espíritu de la norma. Por ejemplo, la Ley de Consumidores se interpreta en función de su finalidad de proteger a los consumidores.

La interpretación puede tener diferentes resultados:

  • Interpretación declarativa: las palabras de la norma se ajustan a su interpretación.
  • Interpretación correctora: se incluyen supuestos diferentes al tenor literal de la norma. Se subdivide en:
    • Interpretación extensiva: se amplía el alcance de la norma.
    • Interpretación restrictiva: se reduce el alcance de la norma.

Autonomía Privada

La autonomía privada implica que las partes tienen el poder de autorregularse. Como consecuencia, las relaciones jurídicas se rigen tanto por las normas jurídicas en sentido estricto como por los acuerdos entre las partes. En virtud de este principio, los contratos tienen fuerza de ley entre las partes, que quedan vinculadas por lo pactado.