Evolución del Patrimonio Cultural: De la Revolución Francesa a la UNESCO
El Nacimiento del Patrimonio Cultural
A partir de la Revolución Francesa, a finales del siglo XVIII, surge un aparato administrativo y jurídico para la protección del patrimonio. En la construcción del estado-nación, los monumentos antiguos se consideran patrimonio nacional. Con el descubrimiento de las ruinas de Pompeya y Herculano, la vida cotidiana, no solo de la nobleza, comienza a ser valorada como cultura. En el siglo XIX, el concepto de monumento histórico-artístico nacional se consolida, influenciado por el Romanticismo y el Nacionalismo. El Romanticismo, con su nostalgia por el pasado, critica los cambios de la modernidad. Este período se caracteriza por la aceleración de la historia y la reflexión sobre la necesidad del pasado, con una reivindicación del mundo y el arte medieval. Se desarrollan políticas de protección patrimonial y aumenta el intervencionismo estatal. Se consolida la concepción pública y colectiva del patrimonio como elemento identitario de la nación.
El Siglo XX y la Protección del Patrimonio
En la primera mitad del siglo XX, a pesar de las destrucciones, se avanza en la sensibilización y legislación sobre el patrimonio, con la creación de leyes e instituciones. En la segunda mitad del siglo XX, se amplía el concepto de patrimonio cultural, surgiendo el término Bien Cultural, definido en la Convención de la Haya (1954).
El Patrimonio Cultural: Un Legado en Constante Evolución
El patrimonio cultural es el legado de la historia que ha perdurado, transformándose y adaptándose. El patrimonio cultural es una categoría económica y jurídica que implica la transmisión de bienes de nuestros antepasados, junto con el sistema de creencias, ideas y valores de una comunidad.
Características del Patrimonio Cultural:
- Construcción sociocultural variable según las prácticas culturales, con un carácter social e inestable.
- Carácter simbólico: en la construcción de identidades se interpreta y selecciona el pasado para fundamentar la identidad.
- Exaltación del legado histórico como obligación para las futuras generaciones.
El Concepto y Evolución del Patrimonio:
El concepto de patrimonio surge con la modernidad, influenciado por:
- La aceleración de la historia y las transformaciones constantes. El pasado se vincula al presente, dando sentido a los orígenes y generando pertenencia.
- La modernidad tardía (década de 1980), con sus cambios históricos y la globalización, activa nuevos patrimonios locales y mundiales.
Institucionalización y Normalización del Patrimonio
Tras la Segunda Guerra Mundial, surge la necesidad de proteger el patrimonio cultural. Aparecen:
- La Comisión Internacional para la Cooperación Intelectual (Sociedad de Naciones).
- La Organización Internacional de Museos (ICOM).
- El Pacto de Roerich (1935).
- La Conferencia de Atenas (1931).
- La Carta de Restauro de Atenas.
En 1945 se crea la ONU y en 1946 la UNESCO, impulsora de convenios, tratados, normas y recomendaciones. Organismos relacionados con la UNESCO:
- OCPM (Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial, 1993).
- ICCROM (Centro Internacional de Estudios de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, 1959).
- ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, Carta de Venecia, 1964).
- ICOM (Consejo Internacional de Museos).
Acciones de la UNESCO: salvaguarda, intervenciones, convenciones, recomendaciones, normativas universales, europeas y estatales.
Rasgos del Patrimonio:
- Construcción sociocultural inestable y variable.
- Invención de la tradición como parte de la construcción sociocultural.
- Manifestación de identidad.
- Conjunto de imágenes, atribuciones y valores complejos que deben conservarse.
Factores para la Activación del Patrimonio:
- Identidad colectiva.
- Demanda turística.
- Racionalidad científica.
- Diversidad de actores.
El concepto de patrimonio es resultado de la reflexividad moderna, que redefine el pasado y lo exalta para las futuras generaciones.
Evolución del Patrimonio con la UNESCO:
La UNESCO, creada en 1946, asume la labor de protección y conservación del patrimonio. La Convención de La Haya (1954) introduce el concepto de Bien Cultural, clasificándolo en bienes muebles e inmuebles, edificios para conservar y exponer bienes muebles, y centros monumentales.