El vocabulario en la Educación Primaria

1. Introducción

La RAE define el vocabulario como el conjunto de palabras o vocablos que constituyen una lengua. Según Luceño C., es el elemento material, el elemento molecular del lenguaje, constituyente del aprendizaje de las restantes actividades lingüísticas. Gracias a la adquisición de vocabulario, es más fácil el aprendizaje de las restantes actividades lingüísticas. La riqueza lingüística radica en el caudal léxico, sin olvidar que su aprendizaje ha de atender a todas las esferas de la lengua.

2. Consideraciones sobre el vocabulario del alumnado al llegar a la etapa primaria

Cuando se trata de los alumnos de Educación Primaria, quienes están en los primeros estadios de la adquisición del vocabulario, hemos de considerar el vocabulario fundamental: les permite la comunicación requerida para su interacción con los miembros de la sociedad familiar y escolar. Se trata de ese vocabulario que los escolares poseen, en mayor o menor medida. La experiencia se muestra en el niño mucho antes de adquirir la capacidad de expresarse, entre otras razones, la comprensión y la expresión. En la comprensión del mensaje, aunque se desconozca el significado puntual, se puede intuir por el contexto lingüístico. En la expresión, el hablante ha de seleccionar términos con los que expresar el pensamiento, haciendo uso de los que no siempre son los más apropiados. De aquí, hay dos tipos de vocabulario:

  • Vocabulario latente o pasivo: el que se conoce pero no se usa.
  • Vocabulario patente o activo: el conjunto de términos que el hablante emplea con asiduidad.

En sus inicios, el vocabulario se adquiere en el seno de la familia. Pero la familia está inmersa en una sociedad más amplia: el entorno, que la condiciona al neohablante. Una familia del entorno rural tiene unas experiencias diferentes con respecto a la del entorno urbano y suburbano. Por lo tanto, el léxico es distinto de uno a otro. El docente ha de tener en cuenta este aspecto a la hora de programar la enseñanza-aprendizaje del vocabulario para que el aprendizaje sea significativo.

3. El vocabulario en el currículo de Educación Primaria

Hay tres ciclos en la Educación Primaria:

  • Primer ciclo: familias de palabras; sinónimos y antónimos.
  • Segundo ciclo: campos semánticos, polisemia, etc.
  • Tercer ciclo: frases hechas, locuciones, etc.

Mediante ello, proponemos los siguientes contenidos:

Primer ciclo

Conocimiento y empleo del vocabulario básico previsto para el ciclo, oral:

  • Familias de palabras a partir de los términos empleados en las unidades didácticas globalizadas.
  • Empleo apropiado de palabras en contextos lingüísticos sencillos.
  • Incremento progresivo del uso de términos del vocabulario latente.
  • Campos semánticos referidos a sustantivos de las unidades didácticas.

Segundo ciclo

Uso correcto del vocabulario básico establecido para el ciclo, oral y escrito.

Primer año:

  • Iniciación en el manejo del diccionario escolar.
  • Construcción de sustantivos derivados y palabras compuestas de frecuente uso.
  • Familias léxicas a partir de un término matriz.
  • Sinónimos y antónimos en la recreación de textos orales y escritos.

Segundo año:

  • Acepciones que el diccionario ofrece de un término; el más apropiado en función del contexto de esa palabra.
  • Expresiones y refranes de frecuente uso en el mundo del niño.
  • Derivados de sustantivos y adjetivos.
  • Palabras derivadas que contengan los morfemas prefijos y sufijos más frecuentes.
  • Términos sinónimos, antónimos, polisémicos, etc.

Tercer ciclo

Corrección, coherencia y propiedad en el vocabulario previsto para el ciclo, oral y escrito:

  • Los mismos objetivos previstos en el último año del ciclo anterior, intensificados gradualmente.
  • Vocabulario técnico de las distintas áreas de aprendizaje.

4. El vocabulario del maestro como principal recurso didáctico

Independientemente de las estrategias didácticas que se empleen en la enseñanza-aprendizaje del vocabulario, es una realidad constatada que el vocabulario del maestro incide de forma decisiva en el enriquecimiento léxico del alumno. El vocabulario ha de adquirirse y emplearse con profusión en la comunicación oral, para que, a partir de la misma, pasemos a su empleo en el lenguaje escrito. En ese hablar en la escuela ha de estar siempre presente, aunque sin excesivo protagonismo, la palabra del maestro. No olvidemos que, sobre todo en los primeros años de la escolaridad, en los que el aprendizaje es mimético, el alumno imita en todo al maestro, por lo que un vocabulario cuidado por parte del maestro y el empleo apropiado del mismo es el recurso didáctico más eficaz para el aprendizaje del alumno. Nuestra sociedad, simplista y utilitarista, conforma la comunicación con un vocabulario mínimo. Para evitar ese simplismo expresivo, el docente ha de ser cuidadoso y fecundo en la elección de los términos léxicos y esmerado en el uso de la lengua que emplee con sus alumnos. Por el descuido en el hablar, hemos ido perdiendo, cada día más, términos autóctonos del caudal lingüístico del pueblo. Estamos persuadidos de que una de las funciones del maestro es la de ser transmisor de la cultura más genuina: la cultura popular, que se fundamenta en el léxico.

5. Actitudes a crear para la enseñanza del vocabulario en el aula

Para Luceño C., hay actitudes que son:

  • Atención hacia las palabras desconocidas y despertar curiosidad e interés.
  • Movilizar las palabras conocidas o buscar otras más adecuadas para su utilización.

Una vez creadas las dos actitudes, se pasa a la consecución de los siguientes objetivos:

  • Perfeccionar el conjunto de términos que el alumnado posee antes de entrar en la escuela.
  • Ampliar el ámbito de significación de las palabras que ya son conocidas por los alumnos.
  • Dinamizar el vocabulario comprensivo para conseguir facilidad de palabra.
  • Establecer múltiples conexiones entre las palabras que constituyen nuestro corpus lingüístico.