El Bien Común y la Función Social del Estado
El Bien Común
Concepto y características
El contenido del bien común cambia, progresa y difiere según las circunstancias históricas. Impone que el Estado promueva, respete y garantice los derechos naturales y fundamentales de las personas. La actividad del Estado no ha de asfixiar ni suplantar la libertad y la iniciativa de los particulares.
El bien común es ayuda, coordinación, estímulo, dirección y cooperación. A esto se le llama principio de subsidiariedad. Y, por último, coincide con el valor justicia.
Limitación del Estado
- El Estado debe hacer todo lo que conduce al bien común.
- No debe hacer lo que daña al bien común.
- Debe abstenerse de actuar cuando el bien común no está comprometido.
Participación
Todos los miembros de la comunidad han de participar en él, beneficiarse de él. La llamada justicia distributiva es la que se refiere a este reparto del bien común.
Primacía
El bien de toda la comunidad tiene primacía sobre el bien individual de cada parte, sin el bien de todo cada parte no podrá lograr su propio bien.
El hombre es parte del Estado y se subordina al Estado porque sin el Estado no puede alcanzar su desarrollo como persona para conseguir medios que favorecen ese desarrollo y que el hombre no puede procurarse por sí solo.
El fin exige e impone que el hombre haga sacrificios y soporte cargas como limitar su libertad porque también existe la libertad de los demás, tendrá que pagar impuestos, etc. El bien común prevalece o prima sobre el bien particular, privado o personal del hombre cuando, comprando cosas del mismo género, ese bien particular se subordina funcional o parcialmente a aquel bien común.
Poder Político
El fin del Estado es un bien humano para alcanzar, dispone de un poder político. El poder existe para el fin, el poder se ejerce para alcanzar el fin. El fin de justicia, de bien común, reduce la medida de poder al ámbito de ese mismo fin, no hay poder válido fuera de dicho fin, por eso dijimos que el bien común actúa como límite del Estado.
Distintas posiciones del Estado
Estatismo
El Estado interviene en todo porque no se le escapa ningún ámbito de la vida personal y social. El hombre queda denigrado y convertido en herramienta del Estado.
Liberalismo
El fin del Estado es exclusivamente para la defensa de los derechos individuales, solo cuida que no sufran violación. El Estado abstencionista actúa poco porque la libertad individual solo debe ser limitada cuando daña la libertad de los demás.
Socialismo
Reacciona contra el liberalismo, aspira a una justicia social con control en el orden económico por parte del Estado y una sociedad donde las clases sociales cooperen mutuamente.
Pensamiento cristiano y pontificio
Asumen la clásica posición aristotélico-tomista del bien común, en el centro de gravedad del bien común se ubica la defensa de los derechos del hombre, además exige orden, paz, justicia social. El Estado no debe asumir actividades que el hombre es capaz de desarrollar eficazmente, tan solo debe estimular, dirigir y coordinar (Principio de subsidiariedad).
Fin del Estado y Función Social
Hobbes: la finalidad del Estado es la paz interna y la defensa del ataque exterior.
Heller entiende función social como su acción social objetiva que consiste en organizar y poner en actividad la cooperación en el territorio.
Asegurada la paz, el Estado debe lograr la defensa común de sus habitantes de cualquier peligro de ataque exterior o la violencia que lo prepara desde el interior.
Dabin estima que no hay que confundir las funciones del poder, que es la autoridad del Estado, con la función del Estado, que es la agrupación política misma. El fin del Estado coincide con su función social. La función del Estado, a través de sus órganos, es una sola, la social; sin embargo, se integra con diversos aspectos:
- La política o de gobierno
- La judicial o jurisdiccional
- La económica
- La cultural
Estos aisladamente no consiguen el cumplimiento de la función social, pero reunidos sí.
Función Política
La palabra política deriva de polis, significa participar en el gobierno de la ciudad y conducir a los hombres a la felicidad. La función política no es igual a la administrativa, sino que se integran con:
- El mando o gobierno
- Control
Y necesita de dos funciones anexas: la administrativa y la militar.
No toda actividad del Estado es política, por ejemplo, el alumbrado es un servicio administrativo que normalmente se prestan en el Estado y que auxilian el desarrollo de la actividad política.
La función administrativa no es política, no se concibe que el gobernante pueda cumplir eficazmente la suya sin el concurso de funcionarios permanentes: la burocracia. Mientras que el político cambia, el funcionario administrativo es estable. La burocracia, aparte de ser indispensable, es casi siempre víctima no solo de los bajos salarios, sino de los cambios de gobierno.
No ha de confundirse con la tecnocracia, que es la pretensión de sustituir la actividad política por una especie de cuerpo idóneo, aséptico, que conduzcan la cosa pública. Otra cosa es el asesoramiento a los políticos por parte de los expertos en temas especiales.
La función administrativa puede transformarse en política cuando un gobierno empieza a ensalzar sus actos administrativos, es el comienzo del fin.
Función Militar
No es posible el Estado sin una fuerza armada estable en su territorio. Es ayudar al poder político, no sustituirlo, aseguran su ejercicio y continuidad. Pierde eficacia cuando se aparta de su rol de salvaguardia política para asumirlo.
Los tres peligros que acechan a las fuerzas armadas son:
- Deliberación en vez de decisión.
- Desgaste por presencia constante en las actividades civiles.
- La derrota en el conflicto.