Antropología del Género: De la Invisibilidad a la Construcción Social

1. De la Antropología de la Mujer a la Antropología del Género: Hitos Principales

La antropología de género emerge en la década de 1970-1980 debido a la invisibilidad de la mujer en la disciplina. La presencia femenina se limitaba a temas de parentesco, matrimonio y familia, careciendo de una representación adecuada. Esta perspectiva transversal, que impulsa un replanteamiento global, nace a partir de la crítica feminista.

El antecedente directo son los women’s studies, que sitúan a la mujer como objeto de estudio para investigar su condición social, político-económica y su representación simbólica. En este contexto, surge la Antropología de la Mujer, que examina cómo la antropología percibe a la mujer, cuestionando el androcentrismo que afectaba tanto a la vida cotidiana como a la ciencia.

La Antropología Feminista surge de la necesidad de investigar la relación entre hombres y mujeres, reconociendo que no es natural sino socio-culturalmente construida. Esta rama desarrolla teorías de identidad y de construcción cultural de género, analizando lo que se espera de hombres y mujeres.

Entre 1980 y 1990, nace la Antropología del Género, incorporando el término»géner» a las ciencias sociales y humanas como una identidad que estructura el pensamiento, la comunicación y la acción. Esta disciplina estudia las causas de la subordinación de las mujeres frente a los hombres.

2. Del Sexo al Género: Relación entre Naturaleza y Cultura

Las actitudes, comportamientos y valores humanos están limitados tanto por nuestras disposiciones genéticas como por el proceso de enculturación. Es decir, por los genes y el entorno cultural.

  • Sexo: biológico.
  • Género: lo que uno siente.

La sexualidad humana, un fenómeno culturalmente cargado, tiene la capacidad de estructurar o desorganizar la sociedad. No solo incluye la reproducción, sino también el amor, las relaciones humanas y el parentesco. Por ello, todas las sociedades controlan la sexualidad y establecen normas para regular la conducta sexual»correct».

Bohannan, por ejemplo, nos recuerda cómo en el siglo XIX, en la cultura occidental, el hombre era considerado un peligro para la salud. Además, con Bohannan podemos distinguir cuatro facetas de la sexualidad:

  • Sexo: aquello genéticamente determinado, la diferencia entre macho y hembra.
  • Sexualidad: el comportamiento que implica los órganos sexuales.
  • Género: los roles sociales, la asignación de cualidades y actividades a cada sexo.
  • Reproducción: la procreación, protección y cuidado de la progenie hasta la edad adulta.

Existen diferencias biológicas y sexuales entre hombres y mujeres. Los humanos somos sexualmente dimórficos, con diferencias en tamaño y apariencia. Por ejemplo, los hombres suelen ser más altos y con un esqueleto más pesado, mientras que las mujeres tienen la pelvis más ancha, mayor proporción de grasa corporal y mayor longevidad.

El sexo es algo con lo que se nace. Además de las diferencias mencionadas, existen tres marcadores biológicos que distinguen genéticamente al hombre y a la mujer: cromosómicos, genitales y hormonales.

  • Sexo genético, cromosómico o celular: se refiere a la constitución cromosómica diferente desde la fecundación (hombres XY, mujeres XX).
  • Sexo genital-gonadal: alude a los ovarios y testículos, depositarios de las células sexuales (óvulos y espermatozoides). Inicialmente, solo se desarrolla el modelo femenino, y dependiendo de los andrógenos, se diferencia el masculino.
  • Sexo hormonal: se refiere a los caracteres sexuales secundarios que aparecen en la pubertad. Los hombres desarrollan una voz más grave y vello facial y corporal, mientras que las mujeres experimentan la menstruación, desarrollan los pechos y ambos sexos desarrollan vello púbico y axilar, alcanzando la madurez sexual. Ambos sexos secretan estrógenos y andrógenos, cuya predominancia, orientada por el cerebro, configura de manera diferente el cerebro (sexo cerebral).
  • Sexo psicológico o comportamental: se refiere a la adquisición de la identidad sexual y los comportamientos asociados a la misma, incluyendo sentirse conforme con el género y el sexo con el que nos identificamos.

La adolescencia, desde la pubertad hasta la edad adulta, es un período de preparación para el rol de adulto. Algunas culturas tienen ritos de paso que marcan el acceso a la edad adulta. También existen tabúes menstruales, donde la menstruación se considera peligrosa y contaminante, llevando a la separación de las mujeres de la sociedad durante su período.

En conclusión, el sexo es natural, mientras que el género es una construcción cultural variable entre culturas. Sin embargo, es difícil determinar qué es natural y qué es cultural, ya que lo innato (biológico) y lo adquirido (cultural) interactúan constantemente.

3. Perspectiva de Género y sus Dimensiones de Análisis

Existen múltiples definiciones de»géner», pero la OMS lo define como los roles, comportamientos, actividades y atributos socialmente construidos que una sociedad clasifica como apropiados para hombres y mujeres. La importancia del género radica en la construcción social de lo que se considera masculino y femenino en una sociedad determinada. La antropología ha detectado que la inferioridad de las mujeres se debe a razones socioculturales.

  • Asignación y Atribución de Género: la asignación de género se determina por los genitales.
  • Identidad de Género: se va obteniendo con la adquisición del lenguaje (2-3 años), estructurando la experiencia vital. La identidad adquirida es difícil de cambiar.
  • Papel o Rol de Género: conjunto de normas sociales y culturales sobre las actividades, tareas y comportamientos asignados a cada sexo, considerándose como naturales.
  • Estereotipos de Género: ideas arraigadas que intentan naturalizar roles y comportamientos. Tienen un carácter normativo e ideológico, persiguiendo las jerarquías establecidas.
  • Relaciones de Género: relaciones de dominación, conflicto o igualdad establecidas entre los géneros en una sociedad.
  • Estratificación de Género: desigualdades de género que reflejan la jerarquía social y la dominación masculina mayoritaria (sistema patriarcal).

Intersexualidad y Transgénero

Hay casos de ambigüedades biológicas, de estados intersexuales debido a errores entre la correlación de gener, hormonas y la confirmación de los rasgos morfológicos de la sexualidad y alteran la conformación de la identidad sexual El bebe al nacer debe ser reconocido en las primeras 72 horas en el registro civil y debe constar el nombre con el sexo designado. En caso de que haya un problema importante se realiza una cirugía para asignar un sexo concreto. hay casos en los que la persona es educada conforme al sexo genital pero al crecer el programa hormonal no corresponde a la genitalidad y surgen problemas de identificación sexual. En cuanto a la conducta, hay una serie de comportamientos de individuos o grupos que traspasan las fronteras de identidad de género comúnmente designados (homosexuales, transexuales…) Se tratan de formas de identidad de género que no corresponden con la normativa habitual. Estas situaciones complican el hecho de la adquisición de la identidad de género siendo un proceso complejo debido a las definiciones sociales recibidas y de las autodefiniciones de los propios sujetos. Este es adquirido sobre los 4 o 5 años pero se debe reforzar durante toda la vida. Hoy en día está aceptado que casi nadie es hombre o mujer en sentido absoluto sino que al principio es bisexual y después se decide el sexo definitivo.

4. La estratificación de género (división sexual de tareas) universal, y las principales explicaciones que se han dado a la misma. Valoración crítica. 

La estratificación de género hace referencia a las desigualdades entre hombres y mujeres, que reflejan la jerarquización social y la dominación masculina existente en la mayoría de sociedades. Desde este punto de vista la estratificación de género es el sistema de acceso desigual de hombres y mujeres a los recursos sociales, los privilegios y oportunidades. Todos estos aspectos forman el llamado sistema de estratificación sexual o sistema de sexo-género que historicamente, con sus variaciones sociales y culturales, se presenta como un sistema de dominio sobre las mujeres o sistema patriarcal. ¿Cuáles son las principales explicaciones de estratificación de género a lo largo de la historia? Podemos recurrir al planteamiento estructuralista de Lévi-Strauss para dar una explicación al respecto. Para Lévi-Strauss la estructura de la mente humana funciona igual independientemente de la cultura o sociedad, ya que se basa en el cerebro humano. La necesidad de imponer orden en relación a la naturaleza y las relaciones con otros seres humanos son algunas de las categorías que destacan en el pensamiento y para ello el cerebro elabora ciertas categorías mentales que aparecen bajo la forma de oposiciones binarias presentes en todas las culturas. 

❖ Naturaleza/cultura: la mujer se va a considerar más cercana a la naturaleza, mientras que el hombre más cercano a lo cultural. Obviamente se trata de una simbología cultural y dependerá de lo que entendemos por una y otra y la valoración que le demos a una respuesta a la otra. En el contexto de occidente, la cultura es precisamente diferente e irreductible de lo biológico. Por otro lado, la asociación de los hombres con la cultura y las mujeres con la naturaleza supone extrapolar la subordinación de la naturaleza a la cultura, a las relaciones de género, en las que las mujeres aparecen como menos importantes que los hombres. Las mujeres se ocupan de la maternidad biológica (hijos) y de la casa, lo contrario de los hombres. Martin Casares señala que tanto los evolucionistas como los funcionalistas van a invocar los factores biológicos para explicar el rol de las mujeres en el mundo


Doméstico/público: cuanta mayor sea la separación entre ambos espacios, mayor será la subordinación de la mujer respecto al hombre. La división sexual generalizada del trabajo se acaba por convertir en un factor clave para perpetuar simbólicamente las relaciones de producción asimétricas, porque las actividades femeninas suelen considerarse menos importantes que las masculinas. Es bastante complicado saber cómo se produce esta división de tareas en las distintas sociedades. Por ejemplo, respecto a la caza, considerada durante mucho tiempo como una actividad exclusivamente masculina y como único motor de la evolución humana y creadora de la cultura. Lo que hoy es cuanto menos cuestionado. Resaltando, por ejemplo, la importancia de los trabajos agrícolas que realizan sobre todo las mujeres, y cuyo papel resulta básico para la supervivencia del grupo. Martín Casares señala el acierto de la perspectiva marxista, de Engels, en señalar que la opresión de las mujeres estaba ligada a la infravaloración de la esfera reproductiva, en lugar de considerarla un elemento clave de la producción humana. Por el contrario, a los hombres se les suele atribuir los roles de cabeza de familia y de proveedor económico exclusivo. En conclusión, esta infravaloración de las tareas reproductivas y domésticas, consideradas típicamente femeninas, han servido y sirven para justificar la desigualdad de género. Por último, hay una diferencia entre lo público y lo privado, llevando incluso la distinción de mujeres “privadas” y “públicas” o prostitutas, a las que los hombres pueden acceder a través del mercado. La lucha contra tal asignación de roles se convertirá en uno de los principales caballos de batalla del feminismo moderno que tan bien resumirá el lema de Kate Millet “lo personal es político”